DIA 252--Job 21--24 Sabiduría 9 Lucas 22,1-23


Job 21

"1.Job tomó la palabra y dijo: 2.«Escuchen, escuchen mis razones, esto sería mejor que consolarme. 3.Déjenme hablar, y cuando haya terminado, podrán burlarse. 4.¿Acaso pleiteo contra un hombre? Entonces, ¿cómo no me pondría nervioso? 5.Préstenme atención y quedarán espantados y se pondrán la mano en la boca, 6.que yo mismo, al recordar estos hechos, me horrorizo y me dan escalofríos. 7.¿Por qué siguen viviendo los malvados, prolongan sus días y se van haciendo fuertes? 8.Su familia a su lado va aumentando y sus vástagos crecen ante su vista. 9.Nada perturba la paz de sus hogares, la vara de Dios no cae sobre ellos. 10.Sus toros cubren y fecundan y sus vacas paren y no abortan. 11.Dejan correr a sus niños como ovejas; sus hijos brincan de contento. 12.Cantan al son del arpa y de la cítara, al son de la flauta se divierten. 13.Acaban sus días tranquilamente y descienden en paz al lugar de los muertos. 14.Y éstos eran los que decían a Dios: «¡Apártate! no queremos conocer tus caminos. 15.¿Por qué habría que servir al Todopoderosos y qué ganamos si le suplicamos?» 16.Y tienen a su alcance la felicidad, sin que Dios esté presente en sus proyectos. 17.¿Será verdad que se apaga la lámpara de los malvados y cae sobre ellos la desgracia y que Dios, en su ira, los destruye? 18.¿Los vemos acaso como paja ante el viento, como pelusa que arrebata un torbellino? 19.No basta que Dios lo castigue en sus hijos. ¡Que lo castigue en su propia persona, para que aprenda! 20.Que vea su ruina con sus propios ojos,que beba la cólera del Todopoderoso. 21.¿Qué le importa su familia después de él, cuando ese haya cumplido el número de sus meses? 22.Pero, ¿a Dios le van a dar lecciones, a él, que juzga a los seres del cielo? 23.Hay quien muere en lo mejor de su vida, cuando vivía feliz y tranquilo, 24.con los costadoos bien regordetes y los huesos repletos de sustancia. 25.Y hay quien muere con amargura en el alma, sin haber gustado nunca la felicidad. 26.Juntos, luego, se acuestan en el polvo y los cubren los gusanos. 27.Yo conozco sus razones y sé lo que ustedes piensan de mí. 28.Dicen: ¿dónde está la casa del poderoso y dónde la tienda que habitaban los malvados? 29.Pero, ¿no han preguntado a los que viajan? ¿No saben lo que dejaron escrito? 30.Que de la desgracia el malo es preservado, y no lo alcanza el día de la cólera. 31.¿Quién le echa en cara su conducta y le da su merecido? 32.Cuando lo llevan al cementerio, su estatua mira sobre la tumba, 33.los terrones del valle le son suaves la gente va desfilando ante él, y lo sigue un pueblo innumerable. 34.¿Para qué, pues, me dan vanos consuelos? ¡Pura falsedad lo que me contestan!»"


Job 22
"1.Elifaz de Temán tomó la palabra y dijo: 2.«¿Qué puede un hombre aportarle a Dios? ¡Sólo a sí mismo es útil el sabio! 3.¿Qué interés tiene el Omnipotente en que seas justo? O, ¿qué gana él si tu conducta es perfecta? 4.¿Acaso te corrige por tu piedad y por eso te meterá pleito? 5.¿No será más bien por tu gran maldad y por tus faltas sin número? 6.Seguramente cobrabas sin razón a tus hermanos, les exigías su ropa e iban desnudos, 7.no dabas agua al sediento, y negabas el pan al hambriento. 8.Si llega un poderoso, se apodera de las tierras y lo pone en manos de sus criaturas. 9.Por cierto, despedías a las viudas con las manos vacías y te aprovechabas de los huérfanos. 10.Por eso te rodean los lazos y de improvisto te sorprende el terror. 11.La luz se ha oscurecido y ya no ves, y te sumergen aguas desbordadas. 12.¿No está Dios en lo alto de los cielos? ¡Mira cuán lejanas están las estrellas! 13.Por esto te dijiste: «¿Qué sabe Dios? ¿Podrá juzgar a través de las nubes? 14.Las nubes hacen de cortina, así que no ve; sólo se pasea por el contorno de los cielos.» 15.¿Quieres seguir el antiguo camino que anduvieron los hombres perversos? 16.Ellos fueron eliminados antes de tiempo, cuando un río inundó sus habitaciones. 17.Los que decían a Dios: «¡Apártate de nosotros! 18.¿Qué puede hacernos el Omnipotente?» El hacía que nada faltara en sus casas, pero esos malos no lo tomaban en cuenta. 19.Los justos lo ven y se alegran, y el inocente se burla de ellos. 20.«¡Cómo ha quedado en nada su riqueza! ¡El fuego devoró cuánto tenían!» 21.Reconcíliate, pues, con Dios, haz las paces, y te resultará bien. 22.Escucha de su boca sus preceptos y guarda sus palabras en tu corazón. 23.Si vuelves al Omnipotente con humildad, si alejas de tu tienda la injusticia, 24.si estimas el oro como polvo, y como guijarros los ríos dorados, 25.entonces el Omnipotente será tu oro, y para ti, será plata a montones. 26.Hallarás en el Omnipotente tus delicias y alzarás tu rostro hacia Dios. 27.Lo invocarás y él te escuchará para que puedas cumplir tus mandas. 28.Lo que decidas te saldrá bien y sobre tus caminos brillará la luz. 29.Porque él rebaja lo que es alto y salva al que baja los ojos; 30.él, que libera al inocente, a ti también te salvará si tus manos son puras.»"


Job 23
"1.Job tomó la palabra y dijo: 2.«Hoy aún es rebelde mi queja, no puede mi mano acallarla en mi boca. 3.¡Ah, si supiera dónde vive, iría hasta su casa! 4.Expondría ante él mi caso y lediría toodos mis argumentos. 5.Por lo menos conocería su respuesta y trataría de comprender lo que él dijera. 6.¿Acaso necesitaría gran fuerza para disputar conmigo? No, no tendría más que escucharme. 7.Reconocería que su demandante es un hombre recto y yo para siempre me libraría de mi juez. 8.Pero si voy al oriente, no está allí; al occidente, tampoco lo descubro; 9.si lo busco al norte, no lo encuentro; si vuelvo al mediodía, no lo veo. 10.Mas él me conoce, sea que ande o que me pare, y si me prueba en el crisol, saldré puro. 11.Mis pies han pisado sus huellas, he seguido su camino sin desviarme; 12.no me aparté del precepto que declaró, sino que puse en mi corazón sus palabras. 13.Pero él así decidió: ¿quién se lo impedirá? Lo que le dio ganas lo hará, 14.pues siempre cumple su propio decreto; y tiene proyectadas muchas cosas parecidas. 15.Por eso, estoy horrorizado ante él, y cuando reflexiono, le tengo miedo. 16.Dios me ha hecho perder el valor y el Omnipotente me ha espantado 17.porque no callaba al caer las tinieblas y la oscuridad que envolvió mi rostro."


Job 24
"¿Por qué el Todopoderoso no se entera de lo que sucede y sus fieles no comprueban su justicia? 2.Los malvados cambian los linderos, llevan a pastar rebaños robados. 3.Se roban el burro de los huérfanos, y confiscan el buey de la viuda. 4.Los mendigos tienen que apartarse del camino, todos los pobres del país han de esconderse. 5.Como los burros salvajes en el desierto, salen desde la mañana a buscar su alimento, y a la noche no tienen pan para sus hijos. 6.Salen de noche a segar el campo y a vendimiar la viña del malvado. 7.Pasan la noche desnudos, sin tener qué ponerse, sin un abrigo contra el frío. 8.Están empapados por la lluvia de las montañas, sin tener donde guarecerse se sujetan a las rocas. 9.Se arranca al huérfano del pecho materno, se toma en prenda el hijo del pobre. 10.Andan desnudos, sin ropa, y sienten hambre mientras llevan las gavillas. 11.Mueven el molino para exprimir el aceite y pisan la uva de los lagares, pero quedan con sed. 12.En la ciudad gimen los moribundos, y los heridos piden socorro, pero Dios no atiende a sus súplicas. 13.Todos son enemigos de la luz, que no conocieron sus caminos, y no volverán por sus senderos, 14.De madrugada se levanta el asesino para matar al pobre indigente. 14.a Llegada la noche sale el ladrón 15.Luego el adúltero espera el anochecer, dice: "Ahora nadie me verá", y pone un pañuelo sobre su rostro. 16.asalta las casas que notó en el día y perfora sus muros en la oscuridad. 17.La mañana es para ellos tinieblas y al salir el sol los asusta. 18.Huye veloz, se parece a la espuma de las aguas, y evita el camino de las cumbres. 19.Un calor sofocante evapora sus aguas y quema lo que queda de su trigo. 20.El seno que lo formó se olvida de él, y su nombre no se recuerda más: la maldad ya no es más que un árbol cortado. 21.Pues maltrataba a la mujer sin hijos y no atendía a la viuda. 22.Hay Uno que con su fuerza agarra a los poderosos, que si se levanta, nadie podrá escaparse. 23.Dios permitió que progresara seguro, pero vigilaba sus caminos. 24.Se encumbró por un instante, y ya no existe, se ha marchitado como espiga cortada. 25.Si no es así, ¿quién me desmentirá y rebatirá mis palabras?""


Sabiduría 9
"1.Dios de nuestros padres, Señor de misericordia, por tu Palabra hiciste todas las cosas, 2.y por tu Sabiduría formaste al hombre para que domine a todas las criaturas por debajo de ti, 3.para que gobierne al mundo con santidad y justicia, y tome sus decisiones con recta conciencia: 4.dame pues la Sabiduría que comparte tu trono, y no me excluyas del número de tus hijos. 5.¡Mírame, soy tu sirviente, el hijo de tu esclava, un hombre débil cuya vida es breve, demasiado limitado para comprender la justicia y las leyes! 6.Ni siquiera el más perfecto de los hombres será algo sin la sabiduría que viene de Ti. 7.Me elegiste como rey de tu pueblo, como juez para tus hijos y tus hijas. 8.Me has dicho que te construya un templo en la montaña santa, un altar en la ciudad donde habitas, a semejanza de esa Tienda celestial que habías preparado para ti desde el principio. 9.Junto a ti está esa Sabiduría que conoce todas tus obras, que estaba contigo cuando hacías el mundo, que sabe lo que te agrada y está de acuerdo con tus mandamientos. 10.Haz que descienda desde el cielo donde todo es santo, envíala desde tu trono glorioso, para que esté a mi lado en mis trabajos y sepa lo que te gusta. 11.Porque ella todo lo conoce y lo comprende; ella me guiará con prudencia en todo lo que haga, y su majestad me protegerá: 12.Entonces te serán agradables mis obras, gobernaré a tu pueblo con justicia, y seré digno del trono de mi padre. 13.¿Quién, en realidad, podría conocer la voluntad del Señor? ¿Quién se apasionará por lo que quiere el Señor? 14.La razón humana avanza tímidamente, nuestras reflexiones no son seguras, 15.porque un cuerpo perecible pesa enormemente sobre el alma, y nuestra cáscara de arcilla paraliza al espíritu que está siempre en vela. 16.Si nos cuesta conocer las cosas terrestres, y descubrir lo que está al alcance de la mano, ¿quién podrá comprender lo que está en los cielos? 17.¿Y quién podrá conocer tus intenciones, si tu no les has dado primero la Sabiduría, o no le has enviado de lo alto tu Espíritu Santo? 18.Así fue como los habitantes de la tierra pudieron corregir su conducta; al saber lo que te agrada, fueron salvados por la Sabiduría."


Lucas 22,1-23
"1.Se acercaba la fiesta de los Panes sin Levadura, llamada también fiesta de la Pascua. 2.Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley no encontraban la manera de hacer desaparecer a Jesús, pues tenían miedo del pueblo. 3.Pero Satanás entró en Judas, por sobrenombre Iscariote, que era uno de los Doce, 4.y fue a tratar con los jefes de los sacerdotes y con los jefes de la policía del Templo sobre el modo de entregarles a Jesús. 5.Ellos se alegraron y acordaron darle una cantidad de dinero. 6.Judas aceptó el trato y desde entonces buscaba una oportunidad para entregarlo cuando no estuviera el pueblo. 7.Llegó el día de la fiesta de los Panes sin Levadura, en que se debía sacrificar el cordero de Pascua. 8.Jesús, por su parte, envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: «Vayan a preparar lo necesario para que celebremos la Cena de Pascua.» 9.Le preguntaron: «¿Dónde quieres que la preparemos?» 10.Jesús les contestó: «Cuando entren en la ciudad, encontrarán a un hombre que lleva un jarro de agua. 11.Síganlo hasta la casa donde entre y digan al dueño de la casa: El Maestro manda a decirte: ¿Dónde está la pieza en que comeré la Pascua con mis discípulos? 12.El les mostrará una sala grande y amueblada en el piso superior. Preparen allí lo necesario.» 13.Se fueron, pues, y hallaron todo tal como Jesús les había dicho; y prepararon la Pascua. 14.Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles 15.y les dijo: «Yo tenía gran deseo de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer. 16.Porque, se lo digo, ya no la volveré a comer hasta que sea la nueva y perfecta Pascua en el Reino de Dios.» 17.Jesús recibió una copa, dio gracias y les dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes, 18.porque les aseguro que ya no volveré a beber del jugo de la uva hasta que llegue el Reino de Dios.» 19.Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. (Hagan esto en memoria mía.» 20.Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes»). 21.Sepan que la mano del que me traiciona está aquí conmigo sobre la mesa. 22.El Hijo del Hombre se va por el camino trazado desde antes. Pero ¡pobre del hombre que lo entrega!» 23.Entonces empezaron a preguntarse unos a otros quién de ellos iba a hacer tal cosa."