DIA 46-Éxodo 24--25 Salmo 46 Mateo 24,45--25,13


Éxodo 24
1 A Moisés, entonces, Dios le dijo: «Sube donde Yavé, tú, Aarón, Nadab y Abihú, con setenta de los ancianos de Israel. Ellos adorarán desde lejos, 2 y Moisés se acercará solo a Yavé; ellos no se acercarán, y tampoco el pueblo subirá con ellos.»
Conclusión de la Alianza
3 Moisés bajó del monte y contó al pueblo todas estas palabras de Yavé y todas sus leyes. Contestaron de una sola voz: «Nosotros cumpliremos con todo lo que Yavé ha dicho.» 4 Y Moisés puso por escrito todas las palabras de Yavé.
4 Al despuntar el día, Moisés levantó un altar al pie del monte y, al lado del altar, doce piedras por las doce tribus de Israel. 5 Luego mandó algunos jóvenes para que ofrecieran víctimas consumidas por el fuego y sacrificaran novillos como sacrificios de comunión.
6 Moisés tomó la mitad de la sangre y la echó en vasijas; con la otra mitad roció el altar. 7 Después tomó el libro de la Alianza y lo leyó en presencia del pueblo. Respondieron: «Obedeceremos a Yavé y haremos todo lo que él pide.» 8 Entonces Moisés tomó la sangre con la que roció el pueblo, diciendo: «Esta es la sangre de la Alianza que Yavé ha hecho con ustedes, conforme a todos estos compromisos.»
9 Moisés subió con Aarón, Nadab y Abihú, y setenta de los ancianos de Israel. 10 Contemplaron al Dios de Israel. Debajo de sus pies había algo parecido a un pavimento de zafiro transparente y tan esplendoroso como el mismo cielo. 11 Dios no dejó que su poder aplastara a los que había elegido, sino que vieron a Dios; luego comieron y bebieron.
Dios da las Tablas de la ley
12 Yavé dijo a Moisés: «Sube a lo más alto del monte y detente allí. Yo te daré unas tablas de piedra con la enseñanza y los mandamientos que tengo escritos en ellas, a fin de que los enseñes al pueblo.»
13 Partió, pues, Moisés con Josué, su ayudante, y ascendió el monte de Dios. 14 Había dicho a los ancianos: «Aguarden aquí hasta que regresemos. Ahí quedan con ustedes Aarón y Jur, de manera que si se pre senta alguna dificultad recurran a ellos.»
15 Moisés, pues, subió al monte, al que cubrió en seguida una nube. 16 La Gloria de Yavé estaba bajando sobre el Sinaí, y la nube lo envolvió durante seis días. Al séptimo día, El llamó a Moisés de en medio de la nube.
17 La Gloria de Yavé estaba en la cumbre del monte y los hijos de Israel la veían semejante a un fuego ardiente; 18 Moi sés entró en la nube mientras subía al monte.
18 Moisés permaneció en el monte cuarenta días y cuarenta noches.


Éxodo 25
Segunda parte: LA MORADA EN EL DESIERTO
A. La preparación
1 Yavé habló a Moisés para decirle: 2 «Pide a los israelitas que recojan lo que me van a ofrecer; lo recibirán de toda persona a quien su corazón generoso sugiera ofrecérmelo.
3 Esto es lo que podrán recoger: oro, plata y cobre; 4 ropas de color jacinto, morado y rojo; lino fino y pelos de cabra; 5 pieles de carnero teñidas de rojo y pieles moradas; madera de acacia 6 y aceite para el lucero y aromas para el óleo de la unción y perfumes de buen olor; 7 piedras de ónice y piedras de engaste para adornar el Efod y el Pectoral. 8 Me van a hacer un santuario para que yo habite en medio de ellos, 9 y lo harán, como también todas las cosas necesarias para mi culto, según el modelo que yo te enseñaré.
El Arca
10 Harás un Arca de madera de acacia, de dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho y otro codo y medio de alto. 11 La revestirás de oro fino por dentro y por fuera y labrarás una cornisa de oro alrededor. 12 Le pondrás cuatro anillos, uno en cada ángulo del Arca, dos a un lado y dos al otro. 13 Harás también unas varas de madera de acacia y las cubrirás igualmente con oro. 14 Las pasarás por los anillos que están a los lados del Arca para llevarla. 15 Estas varas estarán siempre metidas en los anillos y no se sacarán de ellos. 16 En el Arca pondrás el Testimonio que yo te daré. 17 Le harás una cubierta, el “Lugar del Perdón”, de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho. 18 Asimismo, harás dos querubines de oro macizo, y los pondrás en las extremidades de la cubierta. 19 Pondrás un querubín a una extremidad, y el otro en la otra; formarán un solo cuerpo con la cubierta, a sus dos lados. 20 Los querubines extenderán sus alas hacia arriba y sus alas cubrirán el Lugar del Perdón. Estarán de frente el uno al otro y sus caras mirarán hacia el Lugar del Perdón. Lo pondrás sobre el Arca, 21 y pondrás dentro de ella el Testimonio que yo te daré.
22 Allí me encontraré contigo para darte mis órdenes referentes a los hijos de Israel. Te hablaré de encima del Lugar del Perdón, de en medio de los dos querubines puestos sobre el Arca del Testimonio.
La mesa y el candelabro
23 Harás también una mesa de madera de acacia, de dos codos de largo, uno de ancho y uno y medio de alto. 24 La cubrirás de oro puro y le pondrás alrededor una moldura de oro. 25 Le harás un borde de cuatro dedos de alto con una moldura de oro. 26 Formarás, también, cuatro anillos de oro y los pondrás en las cuatro esquinas de la mesa, uno para cada pata. 27 Los anillos estarán debajo de la cornisa y en ellos se colocarán las varas para el transporte de la mesa. 28 Harás estas varas de madera de acacia cubierta de oro y servirán para transportar la mesa.
29 Harás también de oro las fuentes, los vasos, los jarros y las tazas para las ofrendas líquidas. 30 Y sobre la mesa tendrás siempre puestos ante mi presencia los panes de la ofrenda.
31 Labrarás igualmente un candelabro de oro puro. Su pie y su tallo serán de oro macizo; sus capullos y flores formarán cuerpo con él. 32 Saldrán seis brazos de sus lados: tres de uno y tres del otro. 33 Cada brazo tendrá tres cálices en forma de almendro, con capullo y flor. 34 En el mismo candelabro habrá cuatro cálices en forma de flor de almendro con capullos y flores; 35 un capullo debajo de los dos primeros brazos que forman cuerpo con el candelabro; otro, debajo de los siguientes, y un tercero debajo de los dos últimos brazos: seis brazos saldrán del candelabro. 36 Los capullos y los brazos formarán un cuerpo con el candelabro: todo ello será de oro puro macizo. 37 Harás siete lámparas que colocarás encima, de manera que den luz al frente. 38 Sus despabiladeras y ceniceros serán de oro puro. 39 Se empleará un talento de oro para hacer el candelabro con todos estos utensilios.
40 Cuida, pues, de hacerlo todo conforme al modelo que te he enseñado en el monte.



Salmo 46
Dios está con nosotros.
—«Un río con sus brazos regocija a la ciudad de Dios.» A los trastornos expresados en forma figurada en la primera estrofa, el salmista opone una visión de tranquilidad, la de la Ciudad Santa, Jerusalén, la Iglesia.
2 Dios es nuestro refugio y fortaleza,
2 socorro siempre a mano en momentos de angustia.
3 Por eso, si hay temblor no temeremos,
3 o si al fondo del mar caen los montes;
4 aunque sus aguas rujan y se encrespen
4 y los montes a su ímpetu retiemblen:
4 El Señor Sabaot está con nosotros,
4 es nuestro baluarte el Dios de Jacob.
5 Un río, sus brazos regocijan
5 a la ciudad de Dios,
5 santifica las moradas del Altísimo.
6 Dios está en ella, no puede ceder,
6 Dios la socorre al despuntar la aurora.
7 Los pueblos bramaban,
7 los reinos en marcha se ponían...
7 El eleva su voz y el mundo se hunde.
8 El Señor Sabaot está con nosotros,
8 es nuestro baluarte el Dios de Jacob.
9 Vengan a ver las hazañas del Señor,
9 y los estragos que causó a la tierra.
10 Pone fin a la guerra en todo el país,
10 rompe el arco y en dos parte la lanza
10 y consume los carros en el fuego.
11 Paren y reconozcan que soy Dios,
11 muy por encima de los pueblos
11 y muy alto sobre la tierra.
12 El Señor Sabaot está con nosotros,
12 es nuestro baluarte el Dios de Jacob.



Mateo 24,45
45 Imagínense un administrador digno de confianza y capaz. Su señor lo ha puesto al frente de su familia, y es él quien les reparte el alimento a su debido tiempo. 46 Afor tunado será este servidor si, al venir su señor, lo encuentra cumpliendo su deber. 47 En verdad les digo: su señor lo pondrá al cuidado de todo lo que tiene.
48 No será así con el servidor malo que piensa: «Mi señor se ha retrasado», 49 y empieza a maltratar a sus compañeros y a comer y a beber con borrachos. 50 El patrón de ese servidor vendrá en el día que no lo espera y a la hora que menos piensa. 51 Le quitará el puesto y lo mandará donde los hipócritas. Allí será el llorar y el rechinar de dientes.


Parábola de las diez jóvenes
Mateo 25, 1-13
1 Escuchen, pues, lo que pasará entonces en el Reino de los Cielos. Diez jóvenes salieron con sus lámparas para salir al encuentro del novio. 2 Cinco de ellas eran descuidadas y las otras cinco precavidas.
3 Las descuidadas tomaron sus lámparas como estaban, sin llevar más aceite consigo. 4 Las precavidas, en cambio, junto con las lámparas, llevaron sus botellas de aceite. 5 Como el novio se demoraba en llegar, se adormecieron todas y al fin se quedaron dormidas.
6 A medianoche se oyó un grito: «¡Viene el novio, salgan a su encuentro!» 7 Todas las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. 8 Entonces las descuidadas dijeron a las precavidas: «Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.» 9 Las precavidas dijeron: «No habría bastante para ustedes y para nosotras; vayan mejor a donde lo venden, y compren para ustedes.»
10 Mientras fueron a comprar el aceite llegó el novio; las que estaban listas entraron con él a la fiesta de las bodas, y se cerró la puerta.
11 Más tarde llegaron las otras jóvenes y llamaron: «Señor, Señor, ábrenos.» 12 Pero él respondió: «En verdad se lo digo: no las conozco.»
13 Por tanto, estén despiertos, porque no saben el día ni la hora.