DIA 3--Génesis 3 Salmo 3 Mateo 2


Génesis 3
La tentación y el pecado del hombre
1 La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: "¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?".
2 La mujer le respondió: "Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín.
3 Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: ‘No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte’".
4 La serpiente dijo a la mujer: "No, no morirán.
5 Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal".
6 Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió.
7 Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera.
8 Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín.
9 Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?".
10 "Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí".
11 Él replicó: "¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?".
12 El hombre respondió: "La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él".
13 El Señor Dios dijo a la mujer: "¿Cómo hiciste semejante cosa?". La mujer respondió: "La serpiente me sedujo y comí".

La maldición de la serpiente
14 Y el Señor Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida.
15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón".

El castigo de la mujer
16 Y el Señor Dios dijo a la mujer: "Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor. Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará".

El castigo del hombre
17 Y dijo al hombre: "Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí, maldito sea el suelo por tu culpa. Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida.
18 Él te producirá cardos y espinas y comerás la hierba del campo. 19 Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!".
20 El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.
21 El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió.
22 Después el Señor Dios dijo: "El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre".
23 Entonces expulsó al hombre del jardín de Edén, para que trabajara la tierra de la que había sido sacado.
24 Y después de expulsar al hombre, puso al oriente del jardín de Edén a los querubines y la llama de la espada zigzagueante, para custodiar el acceso al árbol de la vida.


Salmo 3
LA CONFIANZA EN DIOS, GARANTÍA DE SEGURIDAD

1 Salmo de David. Cuando huía de su hijo Absalón.

2 Señor, ¡qué numerosos son mis adversarios,
cuántos los que se levantan contra mí!

3 ¡Cuántos son los que dicen de mí:
"Dios ya no quiere salvarlo"! Pausa
4 Pero tú eres mi escudo protector y mi gloria,
tú mantienes erguida mi cabeza.

5 Invoco al Señor en alta voz
y él me responde desde su santa Montaña.

6 Yo me acuesto y me duermo,
y me despierto tranquilo
porque el Señor me sostiene.

7 No temo a la multitud innumerable,
apostada contra mí por todas partes.

8 ¡Levántate, Señor!
¡Sálvame, Dios mío!
Tú golpeas en la mejilla a mis enemigos
y rompes los dientes de los malvados.

9 ¡En ti, Señor, está la salvación,
y tu bendición sobre tu pueblo!

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Mateo, 2
1.Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén,
2.diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»
3.En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.
4.Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo.
5.Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta:
6.Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.»
7.Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. 8.Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.»
9.Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.
10.Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.
11.Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.
12.Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.
13.Después que ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»
14.El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto;
15.y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
16.Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. 17.Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
18.Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
19.Muerto Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:
20.«Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y ponte en camino de la tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.»
21.El se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel.
22.Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea,
23.y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: Será llamado Nazoreo."