DIA 283--Isaías 58--59 Eclesiástico 6,23-37 Hebreos 10



Isaías 58
"Grita con fuerza y sin miedo. Levanta tu voz como trompeta y denuncia a mi pueblo sus maldades, y sus pecados a la familia de Jacob. 2.Según dicen, me andan buscando día a día y se esfuerzan por conocer mis caminos, como una nación que practica la justicia y no descuida las órdenes de su Dios. Vienen a preguntarme cuáles son sus obligaciones y desean la amistad de Dios. 3.Y se quejan: «¿Por qué ayunamos y tú no lo ves, nos humillamos y tú no lo tomas en cuenta?» Porque en los días de ayuno ustedes se dedican a sus negocios y obligan a trabajar a sus obreros. 4.Ustedes ayunan entre peleas y contiendas, y golpean con maldad. No es con esta clase de ayunos que lograrán que se escuchen sus voces allá arriba. 5.¿Cómo debe ser el ayuno que me gusta, o el día en que el hombre se humilla? ¿Acaso se trata nada más que de doblar la cabeza como un junco o de acostarse sobre sacos y ceniza? ¿A eso llamas ayuno y día agradable a Yavé? 6.¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo. 7.Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano. 8.Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente. Tu recto obrar marchará delante de ti y la Gloria de Yavé te seguirá por detrás. 9.Entonces, si llamas a Yavé, responderá. Cuando lo llames, dirá: «Aquí estoy.» Si en tu casa no hay más gente explotada, si apartas el gesto amenazante y las palabras perversas; 10.si das al hambriento lo que deseas para ti y sacias al hombre oprimido, brillará tu luz en las tinieblas, y tu obscuridad se volverá como la claridad del mediodía. 11.Yavé te confortará en cada momento, en los lugares desérticos te saciará. El rejuvenecerá tus huesos y serás como huerto regado, cual manantial de agua inagotable. 12.Volverás a edificar sobre las ruinas antiguas y reconstruirás sobre los cimientos del pasado; y todos te llamarán: El que repara sus muros, el que arregla las casas en ruinas. 13.Si te preocupas de no caminar en día sábado ni de tratar tus negocios en el día santo; si tú llamas al sábado «Delicioso», y «Venerable» al día consagrado a Yavé; si tú lo veneras, evitando los viajes, no haciendo tus negocios ni arreglando, ese día, tus asuntos, 14.entonces, te sentirás feliz con Yavé. Yo te llevaré por las cumbres de la tierra, y te mantendré con la propiedad de tu padre Jacob - la boca de Yavé te lo asegura."



Isaías 59
"No, no es que el brazo de Yavé no alcance a salvar, ni que su oído esté demasiado sordo para oír. 2.Sino que sus maldades de ustedes han cavado un abismo entre ustedes y su Dios. Sus pecados han hecho que él vuelva su cara para no atenderlos. 3.Pues las manos de ustedes están manchadas de sangre, y sus dedos, de crímenes. Sus labios pronuncian la mentira y su lengua murmura la falsedad. 4.Nadie acusa con justa razón, ni reclama con sinceridad. Toman pie de un pretexto, y andan con mentiras, conciben un mal proyecto y dan a luz la maldad. 5.Se echan sobre huevos de víboras y tejen telarañas; el que come sus huevos, muere, y si los aplastan, salen culebritas. 6.Uno no se puede vestir con sus telas, y no se vestirán con sus obras. Pues lo que hacen son obras criminales, y es sólo violencia lo que sale de sus manos. 7.Con sus pies corren al mal y se apresuran en derramar la sangre inocente. Sus proyectos son proyectos asesinos, por donde pasan, sólo dejan ruina y calamidades. 8.No conocen el camino de la paz y la justicia no se encuentra en sus empresas. Todo es chueco en sus caminos, y el que allí se mete no anda tranquilo. 9.Por eso la justicia no se acerca a nosotros y no nos llega la salvación. Esperábamos la luz y sólo hay tinieblas; la claridad, y andamos a oscuras. 10.Palpamos las paredes como ciegos y caminamos con miedo, como los que no ven. Tropezamos al mediodía como si fuera de noche, y en la fuerza de la edad, ya somos como muertos. 11.Todos nosotros gruñimos como osos y gemimos como palomas. Esperábamos que nos hicieran justicia, pero nada, o que llegara nuestra salvación, pero permanece lejos de nosotros. 12.Pues a menudo te hemos sido infieles, y nuestras propias faltas nos acusan. En efecto, tenemos siempre presentes nuestros pecados y reconocemos nuestros yerros: 13.la rebelión e hipocresía para con Yavé, y la infidelidad a nuestro Dios, nuestras traiciones y revueltas y nuestros pensamientos y juicios injustos. 14.Se ha expulsado al derecho así que la justicia no pudo acercarse; la verdad ha sido maltratada en el tribunal y la rectitud ya no tuvo allí acceso. 15.La verdad ya no existe, y el que se aparta del mal es despojado. EL SEÑOR INTERVIENE Lo vio Yavé y no le gustó que no hubiera justicia. 16.Vio que no había nadie y se sorprendió de que nadie interviniera. Entonces intervino personalmente y con la fuerza de su justicia, 17.Se puso la justicia como coraza y se colocó en su cabeza su casco que es la salvación. Se vistió con la venganza como si fuese túnica y se arropó con el celo como un chal. 18.A cada uno le va a dar su merecido: enojo para sus adversarios y castigo para sus enemigos. 19.Los del Occidente han conocido su Nombre, y los del Oriente, su Gloria, pues llega como un torrente encajonado, empujado por un soplo de Yavé. 20.Para Sión, en cambio, y para todos los habitantes de Jacob que hayan vuelto de sus pecados, vendrá como Redentor. 21.Por lo que a mí me toca, dice Yavé, ésta será la alianza que hago con ellos: Mi espíritu, que ha venido sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no se alejarán de tu boca ni de la boca de tus hijos o de tus nietos, desde ahora en adelante y para siempre, afirma Yavé."



Eclesiástico 6,23-37
"Escucha, hijo, acoje mi criterio, y mi consejo no rechaces. 24.Mete tus pies en sus anillas, y en su collar tu cuello. 25.Encorva tu espalda y cárgala, no te rebeles contra sus cadenas. 26.Con toda tu alma acércate de ella, y con toda tu fuerza guarda sus caminos. 27.Rastréala, búscala, y se te dará a conocer, cuando la hayas asido, no la sueltes. 28.Porque al fin hallarás en ella el descanso, y ella se te trocará en contento. 29.Te serán sus anillas protección poderosa, y sus collares ornamento glorioso. 30.Pues adorno de oro es su yugo, y sus cadenas cordones de jacinto. 31.Como vestidura de gloria te la vestirás, te la ceñirás cual corona de júbilo. 32.Si quieres, hijo, serás adoctrinado, si te aplicas bien, entenderás de todo. 33.Si te gusta escuchar, aprenderás, si inclinas tu oído, serás sabio. 34.Acude a la reunión de los ancianos; ¿que hay un sabio?, júntate a él. 35.Anhela escuchar todo discurso que venga de Dios, que no se te escapen los proverbios agudos. 36.Si ves un hombre prudente, madruga a seguirle, que gaste tu pie el umbral de su puerta. 37.Medita en los preceptos del Señor, aplícate sin cesar a sus mandamientos. El mismo afirmará tu corazón, y se te dará la sabiduría que deseas."



Hebreos 10
"1.La religión de la Ley tiene una sombra de los bienes por venir, pero no la verdadera figura de las cosas. Por eso no puede llevar a la perfección mediante los sacrificios a los que vuelven a ofrecerlos año tras año. 2.De otro modo quedarían puros de una vez gracias a su culto; ya no se sentirían culpables de ningún pecado y dejarían de ofrecer sus sacrificios. 3.Pero no, cada año estos sacrificios recuerdan sus pecados; 4.es que la sangre de los toros y de los chivos no tiene valor para quitar los pecados. 5.Por eso, al entrar Cristo en el mundo dice: Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, sino que me formaste un cuerpo. 6.No te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado, 7.entonces dije: Aquí estoy yo, oh Dios, como en un capítulo del libro está escrito de mí, para hacer tu voluntad. 8.Comienza por decir: No quisiste sacrificios ni ofrendas, ni te agradaron holocaustos o sacrificios por el pecado. Y sin embargo esto es lo que pedía la Ley. 9.Entonces sigue: Aquí estoy yo para hacer tu voluntad. Con esto anula el primer orden de las cosas para establecer el segundo. 10.Esta voluntad de Dios, de que habla, es que seamos santificados por la ofrenda única del cuerpo de Cristo Jesús. 11.Los sacerdotes están de servicio diariamente para cumplir su oficio, ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca tienen el poder de quitar los pecados. 12.Cristo, por el contrario, ofreció por los pecados un único y definitivo sacrificio y se sentó a la derecha de Dios, 13.esperando solamente que Dios ponga a sus enemigos debajo de sus pies. 14.Su única ofrenda lleva a la perfección definitiva a los que santifica. 15.Nos lo declara el Espíritu Santo. Después de decir: 16.Esta es la alianza que pactaré con ellos en los tiempos que han de venir, el Señor añade: Pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su mente. 17.No volveré a acordarme de sus errores ni de sus pecados. 18.Pues bien, si los pecados han sido perdonados, ya no hay sacrificios por el pecado. 19.Así, pues, hermanos, no podemos dudar de que entraremos en el Santuario, en virtud de la sangre de Jesús; 20.él nos abrió ese camino nuevo y vivo a través de la cortina, es decir, su carne. 21.Teniendo un sacerdote excepcional a cargo de la casa de Dios, 22.acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, limpios interiormente de todo lo que mancha la conciencia, y con el cuerpo lavado con agua pura. 23.Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. 24.Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien. 25.No abandonen las asambleas, como algunos acostumbran hacer, sino más bien anímense unos a otros, tanto más cuanto ven que se acerca el día. 26.Si pecamos voluntariamente después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, no puede haber ya sacrificio por el pecado; 27.solamente queda la perspectiva tremenda del juicio y del fuego que devorará a los rebeldes. 28.No hay misericordia para el que desprecia la Ley de Moisés: es condenado a muerte por el testimonio de dos o tres personas. 29.¿Qué pasará entonces con el que pisoteó al Hijo de Dios? ¿Qué castigo merecerá, según ustedes, el que ha profanado la sangre de la alianza con la cual fue santificado y ha insultado al Espíritu, don de Dios? 30.Conocemos al que dijo: A mí me corresponde la venganza, daré a cada cual su merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo. 31.Es espantoso caer en las manos del Dios vivo. 32.Recuerden aquellos primeros tiempos, poco después de haber sido iluminados, en que tuvieron que soportar un duro y doloroso combate. 33.Fueron expuestos públicamente a humillaciones y pruebas, tuvieron que participar del sufrimiento de otros que fueron tratados de esta manera. 34.Sufrieron con los que iban a la cárcel, les quitaron sus bienes, y lo aceptaron gozosos, sabiendo que les esperaba una riqueza mejor y más duradera. 35.Por eso no pierdan ahora su resolución, que tendrá una recompensa grande. 36.Es necesario que sean constantes en hacer la voluntad de Dios, para que consigan su promesa. 37.Acuérdense: dentro de poco, muy poquito tiempo, el que ha de venir llegará; no tardará. 38.Mi justo, si cree, vivirá; pero si desconfía, ya no lo miraré con amor. 39.Nosotros no somos de los que se retiran y pierden, sino que somos hombres de fe que salvan sus almas."