DIA 284--Isaías 60--61 Eclesiástico 7,1-17 Hebreos 11


Isaías 60
"1.Levántate y brilla, que ha llegado tu luz y la Gloria de Yavé amaneció sobre ti. 2.Mientras las tinieblas cubrían la tierra y los pueblos estaban en la noche, sobre ti se levantó Yavé, y sobre ti apareció su Gloria. 3.Los pueblos se dirigen hacia tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora. 4.Levanta los ojos a tu alrededor y contempla: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos y tus hijas son traídas en brazos. 5.Tú entonces, al verlo, te pondrás radiante, palpitará tu corazón muy emocionado; traerán a ti tesoros del otro lado del mar y llegarán a ti las riquezas de las naciones. 6.Te inundará una multitud de camellos: llegarán los de Madián y Efá. Los de Sabá vendrán todos trayendo oro e incienso, y proclamando las alabanzas de Yavé. 7.Todos los rebaños de Cedar se reunirán junto a ti, y los carneros de Nebayot serán tuyos para ser ofrecidos en mi altar, pues quiero dar esplendor al templo de mi Gloria. 8.Oh, ¿quiénes son ésos, una nube de palomas que vuelan a su palomar? 9.Pero si las islas ahora creen en mí! mira cómo los barcos de Tarsis acuden, trayendo de lejos a tus hijos, con su plata y su oro, a causa del Nombre de Yavé, tu Dios, del Santo de Israel que te ha glorificado. 10.Los extranjeros reedificarán tus muros y sus reyes te pagarán los gastos. Pues si bien cuando estuve enojado te pegué, llevado por mi buen corazón, me compadecí de ti. 11.Tus puertas estarán siempre abiertas, no se cerrarán ni de día ni de noche, para recibir las riquezas de las naciones que te traerán sus mismos reyes. 12.El país o el reino que no quiera obedecerte, perecerá, y las naciones serán destruidas totalmente. 13.A ti llegará lo mejor del Líbano, con el ciprés, el olmo y el alerce, para adornar mi Lugar Santo y honrar la Casa donde yo resido. 14.Vendrán a verte y se inclinarán ante ti los hijos de los que te humillaban, y se echarán a tus pies los que te despreciaban. Te llamarán: «Ciudad de Yavé», «Sión del Santo de Israel». 15.Ya que tú fuiste la abandonada, la odiada y desamparada, en adelante yo haré que te sientas orgullosa, y te daré alegría para siempre. 16.Te alimentarás con la leche de las naciones y serás amamantada con la riqueza de los reyes. Y conocerás, entonces, que yo, Yavé, soy tu Redentor, y que el Campeón de Jacob es tu Salvador. 17.En vez de bronce, traeré oro; en vez de hierro, plata; en vez de madera, bronce, y en vez de piedra, hierro. Como gobernantes te pondré la paz, y en vez de opresión, la justicia. 18.Ya no se hablará de violencia en tu país ni de saqueo o calamidades dentro de tus fronteras. A tus murallas les pondrás por nombre «Salvación», y a tus puertas, «Alabanza». 19.Ya no tendrás necesidad del sol para que alumbre tu día, ni de la luna para la noche. Porque Yavé será tu luz eterna, y tu Dios, tu esplendor. 20.Tu sol no se pondrá jamás, y tu luna no desaparecerá más, porque Yavé será tu luz perpetua y se habrán acabado tus días de luto. 21.No habrá sino buenos en tu pueblo y siempre poseerán mi tierra. Serán el brote nuevo que Yavé hizo crecer y la obra que mis manos hicieron en honor mío. 22.El más chico de tus habitantes se multiplicará en mil y el más insignificante se convertirá en una gran nación.Yo, Yavé, lo haré en un momento, cuando sea la hora."



Isaías 61
"¡El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí! sepan que Yavé me ha ungido. Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes, para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación, y a los presos su vuelta a la luz. 2.Para publicar un año feliz lleno de los favores de Yavé, y el día del desquite de nuestro Dios. Me envió para consolar a los que lloran 3.y darles (a todos los afligidos de Sión) una corona en vez de ceniza, el aceite de los días alegres, en lugar de ropa de luto, cantos de felicidad, en vez de pesimismo. Les pondrán el sobrenombre de «Encinas de Justicia», «los que Yavé plantó para su gloria.» 4.Reconstruirán las viejas ruinas, levantarán de nuevo los edificios caídos del pasado, restaurarán las ciudades en ruinas, las construcciones que permanecen por siglos destruidas. 5.Vendrán extranjeros a cuidar de sus rebaños y a trabajar en sus campos y en sus viñas. 6.Y ustedes serán llamados «sacerdotes de Yavé» y los nombrarán «ministros de nuestro Dios». Ustedes vivirán a expensas de las naciones y se aprovecharán de su lujo. 7.Por haber sido tan grande su humillación y no haberles tocado más que insultos, su suerte se restablecerá. Recibirán en el país de ellos el doble de todo y nunca se terminará su felicidad. 8.Pues como yo, Yavé, amo la justicia y odio el robo y el crimen, les entregaré sin falta su recompensa y haré con ellos un contrato que durará siempre. 9.Sus hijos se harán famosos entre las naciones y sus nietos, en medio de los pueblos. Todos los que los vean reconocerán que son una raza bendecida de Yavé. 10.Salto de alegría delante de Yavé, y mi alma se alegra en mi Dios, pues él me puso ropas de salvación y me abrigó con el chal de la justicia, como el novio se coloca su corona, o como la esposa se arregla con sus joyas. 11.Pues así como brotan de la tierra las semillas o como aparecen las plantitas en el jardín, así el Señor Yavé hará brotar la justicia y la alabanza a la vista de todas las naciones."



Eclesiástico 7,1-17
"1.No hagas mal, y el mal no te dominará, 2.sepárate del injusto, y él se alejará de ti. 3.No siempres, hijo, en surcos de injusticia, no sea que coseches siete veces más. 4.No pidas al Señor la preeminencia, ni al rey silla de gloria. 5.No te hagas el justo delante del Señor, ante el rey no te las des de sabio. 6.No te empeñes en llegar a ser juez, no sea que no puedas extirpar la injusticia, o te dejes influir del poderoso, y pongas un tropiezo en tu entereza. 7.No peques contra la asamblea de la ciudad, ni te rebajes a ti mismo ante el pueblo. 8.En el pecado no te enredes dos veces, pues ni una sola quedarás impune. 9.No digas: «Pondrá él sus ojos en la abundancia de mis dones, cuando se los presente al Dios Altísimo, los aceptará.» 10.No seas en tu plegaria pusilánime, y hacer limosna no descuides. 11.No te burles del hombre que vive en aflicción, porque el que humilla, también exalta. 12.No trames mentira contra tu hermano ni hagas otro tanto con tu amigo. 13.Propónte no decir mentira alguna, que persistir en ello no lleva a nada bueno. 14.No seas hablador en la reunión de los ancianos, en tu plegaria no repitas palabras. 15.No rehúyas el trabajo penoso, ni la labor del campo que creó el Altísimo. 16.No te incluyas en el grupo de los pecadores, recuerda que la Cólera no se hará esperar. 17.Humilla hondamente tu alma, que el castigo del impío es fuego y gusanos. 18.No cambies un amigo por dinero, ni un hermano de veras por el oro de Ofir. 19.No faltes a la mujer sabia y buena, que su gracia vale más que el oro. 20.No maltrates al criado que trabaja fielmente, ni al jornalero que pone su empeño. 21.Al criado prudente ame tu alma, y no le prives de la libertad. 22.¿Tienes rebaños? Pásales revista; y si te dan ganancia, consérvalos. 23.¿Tienes hijos? Adoctrínalos, doblega su cerviz desde su juventud. 24.¿Tienes hijas? Cuídate de ellas, y no pongas ante ellas cara muy risueña. 25.Casa a tu hija y habrás hecho una gran cosa, pero dásela a un hombre prudente. 26.¿Tienes una mujer que te gusta? No la despidas, pero si la aborreces, no te confíes a ella. 27.Con todo tu corazón honra a tu padre, y no olvides los dolores de tu madre. 28.Recuerda que por ellos has nacido, ¿cómo les pagarás lo que contigo han hecho? 29.Con toda tu alma reverencia al Señor, y venera a sus sacerdotes. 30.Con todas tus fuerzas ama al que te hizo, y a sus ministros no abandones. 31.Teme al Señor y honra el sacerdote, dale su porción como te está prescrito: primicias, sacrificios de reparación, pierna de las ofrendas, oblación de santidad y primicias de las cosas sagradas. 32.También al pobre tiéndele tu mano, para que tu bendición sea perfecta. 33.La gracia de tu dádiva llegue a todo viviente, ni siquiera a los muertos les rehúses tu gracia. 34.No te rezagues ante los que lloran, y con los afligidos muéstrate afligido. 35.No descuides visitar al enfermo, que por obras de éstas ganarás amor. 36.En todas tus acciones ten presente tu fin, y jamás cometerás pecado."



Hebreos 11
"1.La fe es como aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que no se pueden ver. 2.Esto mismo es lo que recordamos en nuestros antepasados. 3.Por la fe creemos que las etapas de la creación fueron dispuestas por la palabra de Dios y entendemos que el mundo visible tiene su origen en lo que no se palpa. 4.Por la fe de Abel, su sacrificio fue mejor que el de su hermano Caín. Por eso fue considerado justo, como Dios lo dio a entender aprobando sus ofrendas. Y aun después de muerto, por su fe sigue clamando. 5.Por su fe también Henoc fue trasladado al cielo en vez de morir, y los hombres no volvieron a verlo, porque Dios se lo había llevado. Antes de que fuera arrebatado al cielo, se nos dice que había agradado a Dios; 6.pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan. 7.Por la fe Noé escuchó el anuncio de acontecimientos que no se podían anticipar; y construyó el arca en que iba a salvarse con su familia. La fe de Noé condenaba a sus contemporáneos, y por ella alcanzó la verdadera rectitud, fruto de la fe. 8.Por la fe Abrahán, llamado por Dios, obedeció la orden de salir para un país que recibiría en herencia, y partió sin saber adónde iba. 9.La fe hizo que se quedara en la tierra prometida, que todavía no era suya. Allí vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, a los que beneficiaba la misma promesa. 10.Pues esperaban la ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11.Por la fe pudo tener un hijo a pesar de su avanzada edad y de que Sara era también estéril, pues tuvo confianza en el que se lo prometía. 12.Por eso de este hombre únicamente, ya casi impotente, nacieron descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo, e innumerables como los granos de arena de las orillas del mar. 13.Todos murieron como creyentes. No habían conseguido lo prometido, pero lo habían visto de lejos y contemplado con gusto, reconociendo que eran extraños y peregrinos en la tierra. 14.Los que así hablan, hacen ver claramente que van en busca de una patria; 15.pues si hubieran añorado la tierra de la que habían salido, tenían la oportunidad de volver a ella. 16.Pero no, aspiraban a una patria mejor, es decir, a la del cielo. Por eso Dios no se avergüenza de ellos ni de llamarse su Dios, pues él les preparó la ciudad. 17.Por la fe Abrahán fue a sacrificar a Isaac cuando Dios quiso ponerlo a prueba; estaba ofreciendo al hijo único que debía heredar la promesa, 18.y Dios le había dicho: Por Isaac tendrás descendientes que llevarán tu nombre. 19.Abrahán pensó seguramente: Dios es capaz de resucitar a los muertos. Por eso recobró a su hijo, lo que tiene un sentido para nosotros. 20.Por la fe también Isaac dio a Jacob y a Esaú las bendiciones que decidían el porvenir. 21.Por la fe Jacob, moribundo, dio bendiciones diferentes a los hijos de José y se inclinó apoyándose en su bastón. 22.Por la fe José, próximo a su fin, recordó que los hijos de Israel saldrían de Egipto y dio órdenes referentes a sus propios restos. 23.Por la fe los padres del recién nacido Moisés lo escondieron durante tres meses, pues vieron que el niño era muy hermoso, y no temieron el decreto del rey. 24.Por la fe Moisés, ya crecido, se negó a ser llamado hijo de una hija del faraón, 25.y quiso compartir, no el goce pasajero del pecado, sino los malos tratos del pueblo de Dios. 26.Se fijó en que Dios retribuiría a cada uno, y consideró que ser humillado con Cristo tenía más valor que todas las riquezas de Egipto. 27.Por la fe abandonó Egipto sin temor al enojo del rey, porque se fijaba en otro enojo, pero invisible. 28.Por la fe celebró la Pascua y rociaron con sangre las puertas para que el exterminador no diera muerte a sus hijos primogénitos. 29.Por la fe atravesaron el mar Rojo como si fuera tierra seca, mientras que los egipcios trataron de pasarlo y se ahogaron. 30.Por la fe cayeron los muros de Jericó, después de dar la vuelta a su alrededor durante siete días. 31.Por su fe la prostituta Rahab dio buena acogida a los espías y escapó a la muerte de los incrédulos. 32.¿Qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, lo mismo que de Samuel y de los profetas. 33.Ellos, gracias a la fe, sometieron a otras naciones, impusieron la justicia, vieron realizarse promesas de Dios, cerraron bocas de leones, 34.apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sanaron de enfermedades, se mostraron valientes en la guerra y rechazaron a los invasores extranjeros. 35.Hubo mujeres que recobraron resucitados a sus muertos; pero también hubo otros que, en vista de una resurrección mejor, se negaron a hacer el gesto que les habría salvado la vida: me refiero a los torturados. 36.Otros sufrieron la prueba de las cadenas y de la cárcel. 37.Fueron apedreados, torturados, aserrados, murieron a espada, anduvieron errantes de una parte para otra, sin otro vestido que pieles de corderos y de cabras, faltos de todo, oprimidos, maltratados. 38.Esos hombres, de los cuales no era digno el mundo, tenían que vagar por los desiertos y las montañas, y refugiarse en cuevas y escondites. 39.Todos éstos merecieron que se recordara su fe, pero no por eso consiguieron el objeto de la promesa. 40.Es que Dios veía más lejos y pensaba en nosotros, y no debían llegar al término antes que nosotros."