DIA 61-Levítico 15--16 Salmo 63 Hechos 4,23-37



Levítico 15
«Impurezas» sexuales
1 Yavé habló a Moisés y a Aarón para decirles: 2 «Hablen a los hijos de Israel y díganles: Cualquier persona que padezca un derrame es impura por este derrame. 3 Y ésta es la ley de la impureza por algún derrame: sea que su cuerpo deje destilar el derrame o lo retenga, es impuro. 4 Toda cama en que duerma el que padece derrame será impura. 5 Quien toque esta cama deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y quedará impuro hasta la tarde. 6 Quien se siente en un mueble donde se haya sentado cualquiera que padezca derrame, deberá lavar sus vestidos y luego bañarse en agua, y será impuro hasta la tarde. 7 Quien toque el cuerpo del que padece derrame lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. 8 Si el que tiene derrame escupe sobre un hombre puro, éste deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y quedará impuro hasta la tarde.
9 Todo aparejo sobre el que haya montado el que padece derrame será impuro. 10 Si otra persona toca un objeto que ha estado debajo de él, quedará impura hasta la tarde; si lleva este objeto, tendrá que lavar sus vestidos y luego bañarse y será impura hasta la tarde. 11 Todo aquel a quien toque el que padece derrame, si no se lava las manos, deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y quedará impuro hasta la tarde. 12 Toda vasija de barro tocada por el que padece derrame será rota y todo utensilio de madera será lavado en agua.
13 Para ser purificada de su derrame, esta persona deberá contar siete días; después lavará sus vestidos, se bañará en agua fresca y quedará pura. 14 Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones y se presentará ante Yavé a la entrada de la Tienda de las Citas para entregarlos al sacerdote. 15 Este los ofrecerá, uno como sacrificio por el pecado, el otro como holocausto; así el sacerdote hará la expiación ante Yavé por esa persona y por su derrame.
16 El hombre que tenga derrame seminal lavará con agua todo su cuerpo y quedará impuro hasta la tarde. 17 Toda ropa y todo cuerpo sobre los cuales se haya derramado el semen serán lavados con agua y quedarán impuros hasta la tarde. 18 Cuando una mujer ha tenido relaciones sexuales con un hombre, ambos deben lavarse con agua y quedan impuros hasta la tarde.
19 La mujer que ha tenido sus reglas será impura por espacio de siete días, por ser un derrame de sangre de su cuerpo. Quien la toque será impuro hasta la tarde. 20 Todo aquello en que se acueste durante su impureza quedará impuro, lo mismo que todo aquello sobre lo que se siente. 21 Quien toque su cama deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y permanecerá impuro hasta la tarde. 22 Quien toque un asiento sobre el que se ha sentado deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y quedará impuro hasta la tarde.
23 Quien toque algo que se puso sobre el lecho o sobre el mueble donde ella se ha sentado quedará impuro hasta la tarde. 24 Si un hombre se acuesta con ella a pesar de su impureza, comparte su impureza y queda impuro siete días; toda cama en que él se acueste será impura.
25 Si una mujer tiene derrame de sangre durante muchos días, fuera del tiempo de sus reglas, o si éstas se prolongan, quedará impura durante todo este tiempo, como en los días del derrame menstrual. 26 Toda cama en que se acueste mientras dure su derrame será impura, como la cama en la que estuvo en tiempo de sus reglas, y cualquier mueble sobre el que se siente quedará impuro igual. 27 Quien los toque quedará impuro; deberá lavar sus vestidos y bañarse, y quedará impuro hasta la tarde.
28 Una vez que sane de su derrame, contará siete días, quedando después pura. 29 Al octavo día tomará para sí dos tór tolas o dos pichones y los presentará al sacerdote a la entrada de la Tienda de las Citas. 30 Este los ofrecerá, uno como sa crificio por el pecado y el otro como holocausto, y hará la expiación por ella an te Yavé, por el derrame que la hacía impura.
31 Ustedes pondrán sobre aviso a los hijos de Israel respecto de sus impurezas, no sea que mueran debido a ellas, en el caso de que contaminen mi Morada, que está en medio de ellos.
32 Esta es la ley referente al hombre que padece derrame o que es impuro debido a un derrame seminal, 33 a la mujer que ha tenido su derrame menstrual, a aquel que padece de derrame, sea varón o mujer, y a aquel que se acueste con una mujer en período de impureza.»



Levítico 16
El gran día del perdón


1 Yavé habló a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, los que murieron al acercarse a Yavé. 2 Le dijo: «Di a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el Santuario que está detrás del velo, ni se presente ante el lugar del Perdón que está encima del Arca, no sea que muera, pues es allí donde yo me manifiesto en medio de la nube, encima del Lugar del Perdón.
3 Para que pueda entrar en el Santuario, Aarón deberá procurarse un novillo para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto. 4 Se vestirá la túnica sagrada de lino, se cubrirá con calzones de lino, se ceñirá una faja de lino y se pondrá un turbante de lino. Estas son las vestiduras sagradas que vestirá después de haberse lavado con agua.
5 Recibirá de la comunidad de los hijos de Israel dos machos cabríos para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto. 6 Al ofrecer su novillo por el pecado, hará la expiación por sí mismo y por los de su familia. 7 Luego tomará los dos machos cabríos y los presentará ante Yavé a la entrada de la Tienda de las Citas. 8 Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos, uno para Yavé y otro para Azazel. 9 Presentará el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para Yavé y lo ofrecerá como sacrificio por el pecado. 10 El macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para Azazel, será llevado vivo delante de Yavé, harán sobre él el rito de expiación y depués lo mandarán al desierto, a Azazel.
11 Aarón presentará el novillo que trajo para el sacrificio por el pecado, haciendo la expiación por sí mismo y por los de su casa. Luego lo sacrificará. 12 Tomará del altar que está ante Yavé un incensario lleno de brasas y dos puñados de incienso aromático en polvo 13 y lo llevará todo detrás del velo. Pondrá el incienso sobre el fuego delante de Yavé de manera que la nube del incienso envuelva el Lugar del Perdón que está encima del Arca, no sea que muera. 14 Luego, tomando la sangre del novillo, rociará con su dedo la parte delantera del Lugar del Perdón. Hará siete aspersiones de sangre con su dedo delante del lugar del Perdón.
15 Después sacrificará el macho cabrío que fue reservado para el sacrificio por el pecado del pueblo, y llevará su sangre detrás del velo. Haciendo con su sangre lo mismo que hizo con la sangre del novillo, rociará el Lugar del Perdón en su parte anterior. 16 Así hará la expiación por el Santuario, debido a las impurezas de los hijos de Israel, a sus faltas y a todos sus pecados. Así hará por la Tienda de las Citas, que mora con ellos en medio de sus impurezas.
17 No habrá nadie en la Tienda de las Citas cuando Aarón entre en el Santuario para hacer la expiación, hasta que salga. Después de hacer la expiación por sí, por los de su familia y por toda la comunidad de Israel, 18 saldrá hacia el altar que está ante Yavé y hará sobre él la expiación. Tomará sangre del novillo y del macho cabrío que esparcirá en su derredor después de untar los cuernos del altar. 19 Hará con su dedo siete aspersiones de sangre sobre el altar, y así lo purificará de las impurezas de los hijos de Israel y lo santificará.
20 Acabada la expiación del Santuario, de la Tienda de las Citas y del altar, Aarón presentará el macho cabrío vivo. 21 Im poniendo ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, hará confesión sobre él de todos los pecados de los hijos de Israel, tanto de sus maldades como de sus faltas. Y después de cargarlas sobre la cabeza del macho cabrío, lo enviará al desierto por medio de un ayudante. 22 Así el macho cabrío llevará sobre sí todas las maldades de ellos hacia un lugar árido, y el que lo lleve lo soltará en el desierto.
23 Luego entrará Aarón en la Tienda de las Citas y, despojándose de las vestiduras de lino con que se había vestido al entrar en el Santuario, las dejará allí. 24 Entonces lavará su cuerpo con agua en un lugar sagrado y se pondrá sus vestiduras. Y saldrá para ofrecer su holocausto y el holocausto del pueblo; luego hará la expiación por sí mismo y por el pueblo 25 y quemará sobre el altar el sebo de la víctima por el pecado.
26 El hombre encargado de soltar el macho cabrío para Azazel se bañará y lavará sus vestidos en agua; después volverá al campamento. 27 En cuanto al novillo del sacrificio por el pecado y el macho cabrío inmolado por el pecado, cuya sangre fue introducida en el Santuario para hacer la expiación, serán sacados fuera del campamento y quemarán con fuego sus pieles, su carne y sus excrementos. 28 El que los queme deberá lavar sus vestidos y bañarse; entonces volverá al campamento.
29 Este será para ustedes un rito perpetuo. En el mes séptimo, el día décimo, ustedes ayunarán y no harán trabajo alguno, tanto el israelita como el forastero que viva con ustedes. 30 En este día se hará expiación por ustedes; así serán purificados y quedarán limpios de todos sus pecados ante Yavé. 31 Será para ustedes un Gran sábado en el que ayunarán. Esta es una ley perpetua.
32 El sacerdote al que hayan ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre, hará la expiación. Se vestirá con las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas, y hará el rito de expiación por el Santuario Sagrado, por la Tienda de las Citas y el altar. 33 Lo hará también por los sacerdotes y por toda la comunidad del pueblo. 34 Esta será para ustedes una ley perpetua. Una vez al año harán el rito de expiación por todos los pecados de los Israelitas.»
34 Y lo hicieron como Yavé había mandado a Moisés.



Salmo 63
De ti tiene sed mi alma.

—Contraste entre la vida diaria que a menudo sólo seca el alma, y la experiencia que se tiene de Dios en la soledad.
2 Oh Dios, tú eres mi Dios, a ti te busco,
2 mi alma tiene sed de ti;
2 en pos de ti mi carne languidece
2 cual tierra seca, sedienta, sin agua.
3 Por eso vine a verte en el santuario
3 para admirar tu gloria y tu poder.
4 Pues tu amor es mejor que la vida,
4 mis labios tu gloria cantarán.
5 Quiero bendecirte mientras viva
5 y con las manos en alto invocar tu Nombre.
6 Mi alma está repleta, saciada y blanda,
6 y te alaba mi boca con labios jubilosos.
7 Cuando estoy en mi cama pienso en ti,
7 y durante la noche en ti medito,
8 pues tú fuiste un refugio para mí
8 y salto de gozo a la sombra de tus alas.
9 Mi alma se estrecha a ti con fuerte abrazo
9 y tu diestra me toma de la mano.
10 Los que en vano quieren perderme
10 irán a parar debajo de tierra.
11 Serán muertos al filo de la espada,
11 servirán de festín a los chacales.
12 El rey se sentirá feliz en Dios,
12 y cuantos juran por él se gloriarán:
12 «Por fin se acalló a los mentirosos».



Hechos 4,23-37
La oración de la comunidad

23 Apenas quedaron libres, Pedro y Juan fueron a los suyos y les contaron todo lo que les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los ancianos.
24 Los escucharon, y después todos a una elevaron su voz a Dios, diciendo: «Señor, tú hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. 25 Tú, por el Espíritu Santo, pusiste en boca de tu siervo David estas palabras: ¿Por qué se agitan las naciones y los pueblos traman planes vanos? 26 Se han aliado los reyes de la tierra y los príncipes se han unido contra el Señor y contra su Mesías.
27 Es verdad que en esta ciudad hubo una conspiración de Herodes con Poncio Pilato, los paganos y el pueblo de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste. 28 Así ellos consiguieron lo que tú habías decidido de antemano y llevabas a efecto. 29 Y ahora, Señor, fíjate en sus amenazas; concede a tus siervos anunciar tu Palabra con toda valentía, 30 mientras tú manifiestas tu poder y multiplicas tus intervenciones, realizando curaciones, señales y prodigios por el Nombre de tu santo siervo Jesús.»
31 Terminada la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a anunciar con seguridad la Palabra de Dios.
Los creyentes intentan poner en común todos los bienes
:B:32 La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común. 33 Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder, y aquél era para todos un tiempo de gracia sin igual.
34 Entre ellos ninguno sufría necesidad, pues los que poseían campos o casas los vendían, traían el dinero 35 y lo depositaban a los pies de los apóstoles, que lo repartían según las necesidades de cada uno. 36 Así lo hizo José, un levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que quiere decir: “El que conforta”). 37 Éste vendió un campo de su propiedad, trajo el dinero de la venta y lo puso a los pies de los apóstoles.