Génesis 6,9--7,24
Noé Construye el Arca
9 Estas son las generaciones de Noé. Noeé era un hombre justo, perfecto (íntegro) entre sus contemporáneos. Noé siempre andaba con Dios.
10 Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11 Pero la tierra se había corrompido delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Dios miró a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne (toda la gente) había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Entonces Dios dijo a Noé: "He decidido poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos; por eso voy a destruirlos junto con la tierra.
14 "Hazte un arca de madera de ciprés. Harás el arca con compartimientos, y la cubrirás con brea por dentro y por fuera.
15 "De esta manera la harás: de 135 metros la longitud del arca, de 22.5 metros su anchura y de 13.5 metros su altura.
16 "Le harás una ventana que terminará a 45 centímetros del techo, y pondrás la puerta en su costado. Harás el arca de tres pisos.
17 "Entonces Yo traeré un diluvio sobre la tierra, para destruir toda carne (todo ser viviente) en que hay aliento de vida debajo del cielo. Todo lo que hay en la tierra perecerá.
18 "Pero estableceré Mi pacto contigo. Entrarás en el arca tú, y contigo tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos.
19 "Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás dos de cada especie en el arca, para preservarles la vida contigo; macho y hembra serán.
20 "De las aves según su especie, de los animales según su especie y de todo reptil de la tierra segun su especie, dos de cada especie vendrán a ti para que les preserves la vida.
21 "Y tú, toma para ti de todo alimento que se come, y almacénalo, y será alimento para ti y para ellos."
22 Así lo hizo Noé; conforme a todo lo que Dios le había mandado, así lo hizo.
Genesis 7
La entrada de Noé en el arca
7 1 Entonces el Señor dijo a Noé: "Entra en el arca, junto con toda tu familia, porque he visto que eres el único verdaderamente justo en medio de esta generación.
2 Lleva siete parejas de todas las especies de animales puros y una pareja de los impuros, los machos con sus hembras 3 también siete parejas de todas las clases de pájaros para perpetuar sus especies sobre la tierra.
4 Porque dentro de siete días haré llover durante cuarenta días y cuarenta noches, y eliminaré de la superficie de la tierra a todos los seres que hice". 5 Y Noé cumplió la orden que Dios le dio.
El comienzo del Diluvio
6 Cuando las aguas del Diluvio se precipitaron sobre la tierra, Noé tenía seiscientos años. 7 Entonces entró en el arca con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las aguas del Diluvio.
8 Y los animales puros, los impuros, los pájaros y todos los seres que se arrastran por el suelo, 9 entraron por parejas con él en el arca, como Dios se los había mandado.
10 A los siete días, las aguas del Diluvio cayeron sobre la tierra. 11 Noé tenía seiscientos años, y era el decimoséptimo día del segundo mes. ese día, desbordaron las fuentes del gran océano y se abrieron las cataratas del cielo.
12 Y una fuerte lluvia cayó sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches.
13 Ese mismo día, habían entrado en el arca Noé, sus hijos, Sem, Cam y Jafet, su mujer y las tres mujeres de sus hijos; 14 y junto con ellos, los animales de todas las especies: las fieras, el ganado, los reptiles, los pájaros y todos los demás animales con alas.
15 Todas las clases de seres que están animados por un aliento de vida entraron con Noé en el arca; y lo hicieron por parejas, 16 machos y hembras, como Dios se lo había ordenado. Entonces el Señor cerró el arca detrás de Noé.
La inundación
17 El Diluvio se precipitó sobre la tierra durante cuarenta días. A medida que las aguas iban creciendo, llevaban el arca hacia arriba, y esta se elevó por encima de la tierra.
18 Las aguas subían de nivel y crecían desmesuradamente sobre la tierra, mientras el arca flotaba en la superficie.
19 Así continuaron subiendo cada vez más, hasta que en todas partes quedaron sumergidas las montañas, incluso las más elevadas.
20 El nivel de las aguas subió más de siete metros por encima de las montañas. 21 Entonces perecieron todos los seres que se movían sobre la tierra: los pájaros, el ganado, las fieras, todos los animales que se arrastran por el suelo, y también los hombres.
22 Murió todo lo que tenía un aliento de vida en sus narices, todo lo que estaba sobre el suelo firme.
23 Así fueron eliminados todos los seres que había en la tierra, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y los pájaros del cielo. Sólo quedó Noé y los que estaban con él en el arca.
24 Y las aguas inundaron la tierra por espacio de ciento cincuenta días.
SÚPLICA DE UN ENFERMO GRAVE
1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda.
En octava. Salmo de David.
2 Señor, no me reprendas por tu enojo
ni me castigues por tu indignación.
3 Ten piedad de mí, porque me faltan las fuerzas;
sáname, porque mis huesos se estremecen.
4 Mi alma está atormentada,
y tú, Señor, ¿hasta cuándo...?
5 Vuélvete, Señor, rescata mi vida,
sálvame por tu misericordia,
6 porque en la Muerte nadie se acuerda de ti,
¿y quién podrá alabarte en el Abismo?
7 Estoy agotado de tanto gemir:
cada noche empapo mi lecho con llanto,
inundo de lágrimas mi cama.
8 Mis ojos están extenuados por el pesar
y envejecidos a causa de la opresión.
9 Apártense de mí todos los malvados,
porque el Señor ha oído mis sollozos.
10 El Señor ha escuchado mi súplica,
el Señor ha aceptado mi plegaria.
11 ¡Que caiga sobre mis enemigos
la confusión y el terror,
y en un instante retrocedan avergonzados!
Las bienaventuranzas
1 Jesús, al ver toda aquella muchedumbre, subió al monte. Se sentó y sus discípulos se reunieron a su alrededor. 2 Entonces comenzó a hablar y les enseñaba diciendo:
3 «Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
4 Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.
5 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
6 Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
7 Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia.
8 Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios.
9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.
10 Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
11 Felices ustedes, cuando por cau sa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias.
12 Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vinieron antes de ustedes.
Sal y luz
13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, por lo que se tira afuera y es pisoteada por la gente.
14 Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte?
15 Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
16 Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos.
Una ley más perfecta
17 No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer, sino para traer lo definitivo.
18 En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta que todo se realice.
19 Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.
20 Yo se lo digo: si no se proponen algo más perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los Cielos.