DIA 260-SANTA BIBLIA EN UN AÑO TEXTO Y AUDIO



260 - DÍAS LA SANTA BIBLIA
TEXTO Y AUDIO



El Antiguo Testamento
  ISAIAS C. 16
Capítulo 16
Pedido de asilo de los moabitas a Judá
1 Envíen un cordero de parte del soberano del país, desde la Roca, por el desierto, a la montaña de la hija de Sión.
2 Como un pájaro espantado, como nidada dispersa, así estarán las hijas de Moab en los vados del Amón.
3 Presenta un plan, toma una decisión. Extiende tu sombra como la noche en pleno mediodía, oculta a los desterrados, no delates al prófugo.
4 Que encuentren en ti un asilo los desterrados de Moab, sé tú su escondite frente al devastador. Porque cuando cese la extorsión. se acabe la devastación y se vaya del país el que lo pisotea,
5 el trono será afianzado en la fidelidad y sobre él se sentará con lealtad, en la carpa de David, un juez celoso del derecho y dispuesto a hacer justicia.

Lamentación por Moab
6 Nos hemos enterado del orgullo de Moab, el muy orgulloso; ¡de su arrogancia, su orgullo, su arrebato, su charlatanería inconsistente!
7 Por eso, Moab gime por sí mismo, todos están gimiendo. ¡Por las tortas de uva de Quir Jaréset, ellos suspiran, enteramente abatidos!
8 Porque languidecen los fértiles campos de Jesbón, la viña de Sibmá, cuyas cepas escogidas dejaban volteados a los señores de las naciones: ellas llegaban hasta Iazer, se perdían en el desierto; sus sarmientos se extendían hasta más allá del mar.
9 Por eso, uno mi llanto al de Iazer por la viña de Sibmá; yo te riego con mis lágrimas a ti, Jesbón, y a Elealé, porque sobre tu siega y tu cosecha enmudecieron los cantos de la vendimia.
10 El gozo y la alegría se han retirado de los vergeles ya no hay en las viñas ni gritos ni aclamaciones; nadie pisa el vino en los lagares, han cesado los cantos de la vendimia.
11 Por eso, mis entrañas vibran como una lira por Moab, y mi corazón, por Quir Jaréset.
12 Por más que Moab se presente y se fatigue en los lugares altos. Por más que vaya a su santuario a orar, no le valdrá de nada.
13 Esta es la palabra que el Señor pronunció hace tiempo sobre Moab.
14 Y ahora, así habla el Señor: «Dentro de tres años, computados como los años de un mercenario, la gloria de Moab será envilecida, a pesar de su inmensa muchedumbre: no quedará más que un poco, muy poco, casi nada».


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Antiguo Testamento
  ISAIAS C. 17

Capítulo 17
Oráculo sobre Damasco y Efraím
1 Oráculo sobre Damasco, ¡Miren! damasco ya no será una ciudad, se ha convertido en un montón de ruinas,
2 Sus poblaciones, abandonadas para siempre, serán para los rebaños: allí pacerán sin que nadie los moleste.
3 Efraím perderá su plaza fuerte y Damasco; la realeza. El resto de Aram tendrá la misma suerte que la gloria de los hijos de Israel –oráculo del Señor de los ejércitos–.
4 Aquel día, disminuirá a la gloria de Jacob y enflaquecerá la gordura de su cuerpo.
5 Será como cuando el segador recoge la mies y su brazo siega las espigas, como cuando se desgranan las espigas en el valle de Refaím
6 y sólo queda un residuo; o como cuando se golpea un olivo: quedan dos o tres aceitunas en lo alto de la copa, cuatro o cinco en las ramas del árbol frutal –oráculo del Señor, Dios de Israel–.

El fin de la idolatría
7 Aquel día, el hombre volverá la mirada hacia su Creador, y sus ojos mirarán al Santo de Israel.
8 Ya no volverá la mirada hacia los altares que son obra de sus manso, ni mirará hacia los postes sagrados y los altares de incienso que fabricaron sus dedos.

Contra los jardines de Adonis
9 Aquel día, tus ciudades de refugio serán abandonadas como las de los jivitas y los amorreos delante de los hijos de Israel, y habrá una desolación.
10 Porque tú has olvidado al Dios de tu salvación y no te has acordado de la Roca de tu refugio. Por eso plantas plantaciones deliciosas e injertas gajos extranjeros.
11 El mismo día que plantas, los ves crecer, y a la mañana siguiente, ves germinar tu semilla. Pero la cosecha se pierde en un día funesto, y el dolor es incurable.

La invasión de los pueblos
12 ¡Ah, ese rugido de pueblos numerosos, que rugen como rugen los mares! ¡Ese bramido de naciones, que braman como las aguas encrespadas.
13 El los amenaza, y huyen bien lejos, empujados como paja por el viento de las montañas, como la flor del cardo por el vendaval.
14 ¡Al atardecer, sobreviene el espanto, antes del amanecer, ya no existen más! Esta es la parte de los que nos despojan y la suerte de los que nos saquean.


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El Nuevo Testamento
 SEGUNDA CARTA A
 LOS CORINTIOS C. 7

Capítulo 7
1 Ya que poseemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que mancha el cuerpo o el espíritu, llevando a término la obra de nuestra santificación en el temor de Dios.
2 Háganme un lugar en sus corazones. Nosotros no hemos perjudicado ni arruinado ni explotado a nadie.
3 No digo esto para condenarlos: como ya les dije, ustedes están en mi corazón, unidos en la vida y en la muerte.
4 Yo siempre les hablo con toda franqueza y tengo sobrados motivos para gloriarme de ustedes. Esto me llena de consuelo y me da una inmensa alegría en medio de todas las tribulaciones.
5 Cuando llegamos a Macedonia, no tuvimos descanso. De todas partes nos acosaban las tribulaciones: luchas por fuera y temores por dentro.
6 Pero Dios, que consuela a los afligidos, nos consoló con la llegada de Tito,
7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que ustedes le prodigaron. El nos habló del profundo afecto, del dolor y de la preocupación que ustedes sienten por mí, con lo cual me alegré más todavía.
8 Porque, si bien es verdad que los entristecí con mi carta, no me lamento de haberlo hecho. Si antes lo lamenté –al saber que aquella carta, aunque sólo fuera momentáneamente, los entristeció–
9 ahora me regocijo, no porque ustedes se hayan puesto tristes, sino porque esa tristeza fue motivo de arrepentimiento. Ustedes, en efecto, han experimentado la tristeza que proviene de Dios, de manera que nosotros no les hemos hecho ningún daño.
10 Esa tristeza produce un arrepentimiento que lleva a la salvación y no se debe lamentar; en cambio, la tristeza del mundo produce la muerte.
11 Fíjense bien lo que ha producido en ustedes la tristeza que proviene de Dios. ¡Cuánta solicitud! ¿Qué digo? ¡Cuántas excusas! ¡Qué indignación! ¡Qué temor! ¡Cuántos deseos ardientes! ¡Qué preocupación! ¡Qué castigo ejemplar! De todas las maneras posibles, ustedes han demostrado que son inocentes en este asunto.
12 En realidad, yo no les escribí a causa del ofensor, ni siquiera a causa del ofendido, sino para que se ponga de manifiesto, delante de Dios, la solicitud que ustedes tienen por nosotros.
13 Esto nos ha servido de consuelo; y a este consuelo personal, se agregó una alegría mucho mayor todavía: la de ver el gozo de Tito, después que fue tranquilizado por ustedes.
14 Y si delante de él me glorié un poco de ustedes, no me avergüenzo de ello. Todo lo contrario, de la misma manera que siempre les he dicho la verdad, también en esta ocasión se comprobó que era legítimo el orgullo que sentí por ustedes delante de Tito.
15 Y el afecto que él les tiene se acrecienta cuando recuerda la obediencia, el respeto y la reverencia con que lo recibieron.
16 Por eso me alegro de poder confiar plenamente en ustedes.


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