DIA 297--Jeremías 22,1--23,8 Eclesiástico 14,15-27 Juan 4,1-26



Jeremías 22
" 1.Yavé me dijo: «Baja al palacio del rey de Judá, y allí entregarás esta palabra: 2.Escucha la palabra de Yavé, rey de Judá que reinas sentado en el trono de David. Así te dice Yavé a ti y a tus servidores y a todo tu pueblo que entra por estas puertas: 3.Practiquen la justicia y hagan el bien, libren de la mano del opresor al que fue despojado; no maltraten al forastero ni al huérfano ni a la viuda; no les hagan violencia, ni derramen sangre inocente en este lugar. 4.Si cumplen esto, entonces los reyes sucesores de David seguirán entrando por estas puertas, pasarán con sus carros y sus caballos, con su gente y con su pueblo. 5.Pero si no escuchan estas palabras, les juro por mí mismo -Yavé es quien habla-, este palacio será destruido.» 6.Pues así se expresa Yavé respecto a este palacio de Judá: Me gustaría verte ensalzado como el país de Galaad, como una cumbre del Líbano, mas te voy a dejar hecho un desierto o una ciudad sin habitantes. 7.Estoy preparando a los que te van a asaltar con hacha en mano, echarán abajo tus cedros más hermosos para tirarlos al fuego. 8.Y cuando la gente de cualquiera nación pase frente a esta ciudad se preguntarán unos a otros: «¿Por qué Yavé habrá tratado así a esta gran ciudad?», 9.les contestarán: «Es porque faltaron a su palabra con Yavé, su Dios, y se arrodillaron delante de otros dioses para servirles.» 10.No lloren al que murió ni estén apenados por él. Lloren, más bien, por el que se va, pues no volverá más ni jamás verá su país natal. 11.Esto es lo que ha decidido Yavé sobre Salum, hijo de Josías, rey de Judá, que sucedió en el trono a su padre, y que ha salido de aquí: 12.Nunca más volverá, sino que morirá en el lugar adonde lo llevaron prisionero, y jamás verá este país. 13.¡Pobre de aquel que edifica su casa con abusos, y levanta sus pisos sobre la injusticia! ¡Pobre de aquel que se aprovecha de su prójimo y lo hace trabajar sin pagarle su salario! 14.Tú piensas: «Me voy a construir un palacio suntuoso, con pisos espaciosos; luego abriré ventanas y las cubriré con madera de cedro, toda pintada de rojo.» 15.¿Acaso hace falta el cedro para que seas rey? ¿Le faltó acaso a tu padre comida o bebida? Sin embargo, se preocupaba de la justicia y todo le salía bien. 16.Juzgaba la causa del desamparado y del pobre. Yavé te pregunta: «¿Conocerme no es actuar en esa forma?» 17.Pero nada ves o conoces sino tu propio interés; y esto, derramando sangre, y manteniendo la opresión y la violencia.» 18.Esta es la suerte que, por orden de Yavé, correrá Joaquim, hijo de Josías, rey de Judá. Nadie dirá sollozando por él: «¡Ay de mi hermano, ay de mi hermana!» Nadie dirá sollozando por él: «¡Ay, Señor! ¡Ay, su Majestad!» 19.Será enterrado como un burro, lo arrastrarán y lo tirarán fuera de las puertas de Jerusalén. 20.Sube a los cerros del Líbano y grita; levanta tu voz desde los cerros de Basán y de lo alto del Abarim, porque todos tus amantes han sido aplastados. 21.Te hablé cuando te sonreía la fortuna y dijiste: «No tengo ganas de oír.» Te has acostumbrado desde tu juventud a no escuchar mi voz. 22.El viento dispersará a todos tus pastores, y tus amantes partirán al destierro. Entonces quedarás avergonzada y decepcionada de todos esos amantes. 23.Tú, que hiciste tu casa en el Líbano, que anidabas entre los cedros, ¡cómo te irás a quejar cuando sientas dolores y angustias como de una mujer que da a luz! 24.¡Por mi vida, dice Yavé, aunque Jeconías, hijo de Joaquim, rey de Judá, fuese un anillo en mi mano derecha, lo arrancaría de allí! 25.Te entregaré a los caldeos, que te buscan y que te atemorizan ( ), 26.y te echaré a ti y a tu madre, que te engendró, a otro país donde ustedes no nacieron, pero donde van a morir. 27.Y a esta tierra, a la que tanto desean volver, no volverán jamás. 28.Este tal Jeconías, ¿es, acaso, un trasto viejo e inservible que ya nadie quiere? ¿Por qué han sido expulsados él y su familia y echados a un país que no conocían? 29.¡Tierra, tierra, tierra!, escucha esta palabra de Yavé: 30.Inscriban en el registro a este hombre así: «Sin hijos, un fracasado en su vida.» Pues nadie de su sangre logrará restablecerse sobre el trono de David para reinar en Judá."


Jeremías 23,1-8
" 1.«¡Ay de esos pastores que pierden y dispersan las ovejas de mis praderas!» 2.Así habla Yavé, el Dios de Israel, contra los pastores que pastorean a mi pueblo: «Ustedes han dispersado mis ovejas y las han echado en vez de preocuparse de ellas. Pero ahora me voy a preocupar de ustedes por todo el mal que cometieron -palabra de Yavé. 3.Voy a reunir el resto de mis ovejas, llamándolas de todos los países adonde las haya dispersado. Las haré volver a sus pastos, donde se criarán y se multiplicarán. 4.Yo pondré al frente de ellas pastores que las cuiden, y nunca más temerán o serán asustadas. Ya ninguna se perderá.» 5.Así dice Yavé: «Llega el día en que yo haré surgir un hijo de David que se portará como rey justo y prudente. 6.El gobernará este país según la justicia y el derecho. En aquel tiempo Judá gozará de paz, e Israel permanecerá seguro. Y éste es el nombre que le darán: Yavé-nuestra-justicia. 7.Llegará también el tiempo, dice Yavé, en que ya no se dirá más: «Viva Yavé, que ha sacado a los hijos de Israel de la tierra de Egipto», 8.sino: «Viva Yavé, que sacó y trajo a la raza de Israel del país del norte y de todos los países donde los había desparramado, para que habiten de nuevo en su propia tierra.»"




Eclesiástico 14,15-27

" 15.¿No dejarás a otro el fruto de tus trabajos y el de tus fatigas, para que a suertes se reparta? 16.Da y recibe, y recrea tu alma, que en el seol no se puede esperar buena vida. 17.Toda carne como un vestido envejece, pues ley eterna es: hay que morir. 18.Lo mismo que las hojas sobre árbol tupido, que unas caen y otras brotan, así la generación de carne y sangre: una muere y otra nace. 19.Toda obra corruptible desaparece, y su autor se irá con ella. 20.Feliz el hombre que se ejercita en la sabiduría, y que en su inteligencia reflexiona, 21.que medita sus caminos en su corazón, y sus secretos considera. 22.Sale en su busca como el que sigue el rastro, y en sus caminos se pone al acecho. 23.Se asoma a sus ventanas, y a sus puertas escucha. 24.Acampa muy cerca de su casa, y clava la clavija en sus muros. 25.Monta su tienda junto a ella, y se alberga en su albergue dichoso. 26.Pone sus hijos a su abrigo, y bajo sus ramas se cobija. 27.Por ella es protegido del calor, y en su gloria se alberga."




Juan 4,1-26
" 1.Cuando Jesús se enteró de que había llegado a oídos de los fariseos que él hacía más discípulos y bautizaba más que Juan - 2.aunque no era Jesús mismo el que bautizaba, sino sus discípulos -, 3.abandonó Judea y volvió a Galilea. 4.Tenía que pasar por Samaria. 5.Llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. 6.Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. 7.Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: «Dame de beber.» 8.Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: 9.«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10.Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.» 11.Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12.¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» 13.Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; 14.pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.» 15.Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.» 16.El le dice: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá.» 17.Respondió la mujer: «No tengo marido.» Jesús le dice: «Bien has dicho que no tienes marido, 18.porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad.» 19.Le dice la mujer: «Señor, veo que eres un profeta. 20.Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.» 21.Jesús le dice: «Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22.Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23.Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24.Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.» 25.Le dice la mujer: «Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo.» 26.Jesús le dice: «Yo soy, el que te está hablando.»