DIA 225--1 Macabeos 2 Eclesiastés 9 Lucas 6,1-36


1 Macabeos 2
"1.En aquellos días, Matatías, hijo de Juan, sacerdote de la familia de Jarib, abandonó Jerusalén y fue a establecerse en Modín. 2.Tenía cinco hijos: Juan, por sobrenombre Gaddis; 3.Simón, llamado Tasi; 4.Judas Macabeo; 5.Eleazar, Abarán y Jonatán Apfos. 6.Matatías vio los sacrilegios que se cometían en Judá y Jerusalén 7.y dijo: «¡Pobre de mí! ¿Acaso he nacido para ver la ruina de mi pueblo y la destrucción de la ciudad santa? ¿Voy a quedarme sentado cuando está en manos de enemigos, y su santuario en poder de extraños? 8.Su templo ha quedado como hombre desprestigiado, 9.los objetos preciosos que hacían su fama fueron llevados como botín, sus niños fueron asesinados en las plazas, y sus jóvenes pasados por la espada de los enemigos. 10.¿Qué pueblo no ha recibido algo de sus tesoros y no se ha adueñado de sus despojos? 11.Todos sus adornos han sido arrancados y, de libre que era, pasó a ser esclava. 12.Nuestro bello santuario, que era nuestro orgullo, ha sido saqueado y profanado por los paganos. 13.¿Para qué vivir más?» 14.Matatías y sus hijos rasgaron sus vestiduras y se vistieron de saco, y celebraron un gran duelo. 15.Entre tanto, los delegados del rey que obligaban a los judíos a renegar de su religión, llegaron a Modín para organizar un acto sagrado. 16.Mientras muchos israelitas fueron a ellos, Matatías y sus hijos se agruparon. 17.Los delegados del rey, dirigiéndose a Matatías, le dijeron: «Tú eres uno de los jefes de esta ciudad; eres un hombre importante y conocido, y te siguen numerosos hijos y familiares. 18.Ven, pues, a cumplir tú el primero la orden del rey, como se hizo en las demás naciones y como lo han hecho también los hombres de Judá y los que han permanecido en Jerusalén. Tú y tus hijos serán nombrados entre los Amigos del Rey y les mandará oro, plata y muchos regalos más.» 19.Matatías, a grandes voces, respondió: «Aunque todas las naciones que forman el reino abandonen la religión de sus padres y se sometan a las órdenes del rey Antíoco, 20.yo, mis hijos y mis familiares, seguiremos fieles a la Alianza de nuestros padres. 21.Líbrenos Dios de abandonar la Ley y los preceptos. 22.No obedeceremos las órdenes del rey para apartarnos de nuestra religión, ni a la derecha ni a la izquierda.» 23.Cuando terminó de decir estas palabras, un judío se adelantó a la vista de todos para ofrecer incienso sobre el altar que se había construido en Modín, según el decreto del rey. 24.Al verlo Matatías su celo se encendió, se estremeció su corazón y se dejó llevar por su justa indignación. Se abalanzó sobre el otro y lo degolló sobre el altar. 25.Al mismo tiempo, mató al delegado del rey, que obligaba al pueblo a sacrificar, y después derribó el altar. 26.Así mostró su celo por la Ley, como había hecho Finjas con Zambrí, el hijo de Salom. 27.Matatías se puso luego a gritar en la ciudad: «El que tenga celo por la Ley y sea partidario de la Alianza, que me siga.» 28.En seguida él y sus hijos huyeron a los cerros, dejando cuanto tenían en la ciudad. 29.Entonces muchos hombres que buscaban la justicia y querían ser fieles a la Ley marcharon al desierto, 30.llevando a sus hijos, mujeres y ganado, porque se les hacía la vida imposible. 31.Los funcionarios del Rey y la gobernación de la ciudad de David en Jerusalén, recibieron la información de que unos hombres habían desobedecido la orden del rey y habían ido a esconderse en cavernas del desierto. 32.Al saber esto, numerosas tropas del rey los persiguieron y les dieron alcance. Los cercaron y se prepararon para atacarlos. 33.Era el día sábado. Les hablaron así: «¡Basta ya! Salgan y obedezcan la orden del rey, si quieren salvar sus vidas.» 34.Ellos respondieron: «No saldremos y no obedeceremos la orden del rey de violar el día sábado.» 35.Los atacaron inmediatamente, y ellos no se defendieron. 36.Ni siquiera les tiraron piedras, ni intentaron cerrarles la entrada de su refugio. 37.«Moriremos -decían-, pero el cielo y la tierra recordarán que fuimos asesinados.» La gente del rey los atacó aquel sábado y murieron todos: 38.hombres, mujeres y niños. Más de mil personas en total, además del ganado. 39.Matatías y sus amigos, al saber lo ocurrido, celebraron el duelo. 40.Sin embargo, se dijeron: «No podemos hacer como nuestros hermanos, sino que debemos luchar contra los paganos para defender nuestra vida y nuestras costumbres. De otra manera, pronto nos habrán exterminado.» 41.Aquel día resolvieron defenderse contra quien los atacara en día sábado, y no dejar que los asesinaran, como había pasado con sus hermanos en aquellos refugios. 42.Por entonces se unió a ellos un grupo de los Asideos (piadosos), israelitas valientes, entregados de corazón a la Ley. 43.Se les unieron también todos aquellos que huían de la opresión, y, con esto, se fueron fortaleciendo. 44.Lograron formar un ejército y comenzaron a hacer justicia de los pecadores y renegados. Estos tuvieron que huir a países extranjeros para salvarse. 45.Matatías y sus amigos hacían expediciones: destruían los altares, 46.imponían el rito de la circuncisión a los que encontraban incircuncisos 47.y perseguían a todos los desvergonzados. La empresa prosperó en sus manos. 48.Defendieron la Ley contra los extranjeros y sus reyes y se impusieron a los renegados. 49.Cuando se acercó su muerte, Matatías dijo a sus hijos: «Ahora mandan los insolentes y los violentos; es un tiempo de crisis en que Dios descarga su enojo. 50.Por eso, hijos míos, tengan celo por la Ley y arriesguen su vida para defender la Alianza de nuestros padres. 51.Acuérdense de las hazañas que nuestros padres cumplieron en su tiempo, y alcancen también ustedes la gloria y la fama que no perecen. 52.Acuérdense de Abraham, que se mostró fiel en la hora de la prueba y, por eso, Dios lo consideró justo. 53.José, en el tiempo de su desgracia, observó el mandamiento de Dios y pasó a ser el señor de Egipto. 54.Finjas, nuestro padre, por su gran celo, recibió el sacerdocio para él y sus hijos para siempre. 55.Josué llegó a ser jefe de Israel porque había sido cumplidor. 56.Caleb obtuvo su herencia en esta tierra porque había proclamado la verdad frente al pueblo reunido. 57.A David, por su piedad, le fue concedido el trono de un reino que no tendrá fin. 58.Elías, por su ardiente celo por la Ley, fue arrebatado hasta el cielo. 59.Ananías, Azarías y Misael fueron salvados de las llamas por haber tenido fe. 60.Daniel, por su rectitud, fue liberado de la boca de los leones. 61.Recorran, pues, todos los siglos y verán que quienes confían en Dios jamás serán defraudados. 62.No se acobarden ante las amenazas de un hombre impío, porque su gloria terminará en estiércol y en gusanos. 63.Hoy es ensalzado y mañana desaparecerá; habrá vuelto al polvo de donde vino y no quedará nada de sus proyectos. 64.Ustedes, hijos míos, cobren ánimo, y manténganse firmes en la Ley, que de ella recibirán la gloria. 65.Yo sé que entre ustedes Simón es hombre prudente; escúchenlo y él hará las veces de padre. 66.Judas Macabeo ha sido valiente desde su juventud; que él sea jefe del ejército y dirija la guerra contra los extranjeros. 67.Ahora, reúnan a todos aquellos que cumplan la Ley y defiendan a nuestro pueblo. 68.Tómense desquite de los paganos y cumplan el mandato de la Ley.» 69.Matatías los bendijo y fue a reunirse con sus padres. 70.Murió en el año ciento cuarenta y seis y lo enterraron en el sepulcro de sus padres, en Modín; todo Israel hizo por él grandes lamentos."



Eclesiastés 9
"1.Pues bien, a todo eso he aplicado mi corazón y todo lo he explorado, y he visto que los justos y los sabios y sus obras están en manos de Dios. Y ni de amor ni de odio saben los hombres nada: todo les resulta 2.absurdo. Como el que haya un destino común para todos, para el justo y para el malvado, el puro y el manchado, el que hace sacrificios y el que no los hace, así el bueno como el pecador, el que jura como el que se recata de jurar. 3.Eso es lo peor de todo cuanto pasa bajo el sol: que haya un destino común para todos, y así el corazón de los humanos está lleno de maldad y hay locura en sus corazones mientras viven, y su final ¡con los muertos! 4.Pues mientras uno sigue unido a todos los vivientes hay algo seguro, pues vale más perro vivo que león muerto. 5.Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, y no hay ya paga para ellos, pues se perdió su memoria. 6.Tanto su amor, como su odio, como sus celos, ha tiempo que pereció, y no tomarán parte nunca jamás en todo lo que pasa bajo el sol. 7.Anda, come con alegría tu pan y bebe de buen grado tu vino, que Dios está ya contento con tus obras. 8.En toda sazón sean tus ropas blancas y no falte ungüento sobre tu cabeza. 9.Vive la vida con la mujer que amas, todo el espacio de tu vana existencia que se te ha dado bajo el sol, ya que tal es tu parte en la vida y en las fatigas con que te afanas bajo el sol. 10.Cualquier cosa que esté a tu alcance el hacerla, hazla según tus fuerzas, porque no existirá obra ni razones ni ciencia ni sabiduría en el seol a donde te encaminas. 11.Vi además que bajo el sol no siempre es de los ligeros el correr ni de los esforzados la pelea; como también hay sabios sin pan, como también discretos sin hacienda, como también hay doctos que no gustan, pues a todos les llega algún mal momento. 12.Porque, además, el hombre ignora su momento: como peces apresados en la red, como pájaros presos en el cepo, así son tratados los humanos por el infortunio cuando les cae encima de improviso. 13.También he visto otro acierto bajo el sol, y grande, a juicio mío: 14.Una ciudad chiquita, con pocos hombres en ella. Llega un gran rey y le pone cerco, levantando frente a ella empalizadas potentes. 15.Encontrábase allí un hombre pobre y sabio. El pudo haber librado la ciudad gracias a su sabiduría, ¡pero nadie paró mientes en aquel pobre! 16.Y yo me digo: Más vale sabiduría que fuerza; pero la sabiduría del pobre se desprecia y sus palabras no se escuchan. 17.Mejor se oyen las palabras sosegadas de los sabios que los gritos del soberano de los necios. 18.Más vale sabiduría que armas de combate, pero un solo yerro echa a perder mucho bueno."



Lucas 6,1-36
"1.Un sábado, Jesús atravesaba unos sembrados, y sus discípulos cortaban espigas, las desgranaban en las manos y se comían el grano. 2.Algunos fariseos les dijeron: «¿Por qué hacen lo que no está permitido hacer en día sábado?» 3.Jesús les respondió: «¿Ustedes no han leído lo que hizo David, y con él sus hombres, un día que tuvieron hambre? 4.Pues entró en la Casa de Dios, tomó los panes de la ofrenda, los comió y les dio también a sus hombres, a pesar de que sólo estaba permitido a los sacerdotes comer de ese pan.» 5.Y Jesús añadió: «El Hijo del Hombre es Señor y tiene autoridad sobre el sábado.» 6.Otro sábado Jesús había entrado en la sinagoga y enseñaba. Había allí un hombre que tenía paralizada la mano derecha. 7.Los maestros de la Ley y los fariseos espiaban a Jesús para ver si hacía una curación en día sábado, y encontrar así motivo para acusarlo. 8.Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y ponte ahí en medio.» El se levantó y permaneció de pie. 9.Entonces Jesús les dijo: «A ustedes les pregunto: ¿Qué permite hacer la Ley en día sábado: hacer el bien o hacer daño, salvar una vida o destruirla?» 10.Paseando entonces su mirada sobre todos ellos, dijo al hombre: «Extiende tu mano.» Lo hizo, y su mano quedó sana. 11.Pero ellos se llenaron de rabia y comenzaron a discutir entre sí qué podrían hacer contra Jesús. 12.En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. 13.Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles: 14.Simón, al que le dio el nombre de Pedro, y su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, 15.Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, 16.Judas, hermano de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. 17.Jesús bajó con ellos y se detuvo en un lugar llano. Había allí un grupo impresionante de discípulos suyos y una cantidad de gente procedente de toda Judea y de Jerusalén, y también de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades; 18.también los atormentados por espíritus malos recibían curación. 19.Por eso cada cual trataba de tocarlo, porque de él salía una fuerza que los sanaba a todos. 20.El, entonces, levantó los ojos hacia sus discípulos y les dijo: 21.«Felices ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Felices ustedes, los que lloran, porque reirán. 22.Felices ustedes, si los hombres los odian, los expulsan, los insultan y los consideran unos delincuentes a causa del Hijo del Hombre. 23.Alégrense en ese momento y llénense de gozo, porque les espera una recompensa grande en el cielo. Recuerden que de esa manera trataron también a los profetas en tiempos de sus padres. 24.Pero ¡pobres de ustedes, los ricos, porque tienen ya su consuelo! 25.¡Pobres de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre! ¡Pobres de ustedes, los que ahora ríen, porque van a llorar de pena! 26.¡Pobres de ustedes, cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados! 27.Yo les digo a ustedes que me escuchan: amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, 28.bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. 29.Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. 30.Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames. 31.Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes. 32.Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Hasta los malos aman a los que los aman. 33.Y si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué gracia tiene? También los pecadores obran así. 34.Y si prestan algo a los que les pueden retribuir, ¿qué gracia tiene? También los pecadores prestan a pecadores para que estos correspondan con algo. 35.Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande, y serán hijos del Altísimo, que es bueno con los ingratos y los pecadores. 36.Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes. 37.No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. 38.Den, y se les dará; se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante. Porque con la medida que ustedes midan, serán medidos ustedes.» 39.Jesús les puso también esta comparación: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? Ciertamente caerán ambos en algún hoyo. 40.El discípulo no está por encima de su maestro, pero si se deja formar, se parecerá a su maestro. 41.¿Y por qué te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo, si no eres consciente de la viga que tienes en el tuyo? 42.¿Cómo puedes decir a tu hermano: ''Hermano, deja que te saque la pelusa que tienes en el ojo'', si tú no ves la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo para que veas con claridad, y entonces sacarás la pelusa del ojo de tu hermano. 43.No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni tampoco árbol malo que dé frutos buenos. 44.Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de los espinos ni se sacan uvas de las zarzas. 45.Así, el hombre bueno saca cosas buenas del tesoro que tiene en su corazón, mientras que el malo, de su fondo malo saca cosas malas. La boca habla de lo que está lleno el corazón. 46.¿Por qué me llaman: ¡Señor! ¡Señor!, y no hacen lo que digo? 47.Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí y escucha mis palabras y las practica. 48.Se parece a un hombre que construyó una casa; cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Vino una inundación y la corriente se precipitó sobre la casa, pero no pudo removerla porque estaba bien construida. 49.Por el contrario, el que escucha, pero no pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. La corriente se precipitó sobre ella y en seguida se desmoronó, siendo grande el desastre de aquella casa."