DIA 201--Esdras 1--3 Proverbios 24,1-16 Efesios 3



Esdras 1
Ciro autoriza a los judíos para que vuelvan a Jerusalén
1 El primer año de Ciro, rey de Persia, se cumplió la palabra de Yavé proclamada por Jere mías: Yavé despertó el espíritu de Ciro, rey de Persia. Ciro mandó proclamar, tanto de viva voz como por escrito, en su reino, lo siguiente: 2 “Así habla Ciro, rey de Persia: Yavé, el Dios de los Cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y ahora me encarga que reconstruya su templo en Jerusalén de Judá. 3 Dios esté con los que pertenecen a su pueblo y que subirán a Jerusalén de Judá para reconstruir el Templo de Yavé, Dios de Israel, el Dios que está en Jerusalén. 4 En todo lugar donde se encuentren estos sobrevivientes, que la gente del lugar les proporcione plata, oro, bienes, ganado y también ofrendas voluntarias para el Templo de Dios, que está en Jerusalén.»
5 Entonces se pusieron en camino los jefes de familia de Judá y de Benjamín, los sacerdotes y los levitas, y todos aquellos a los que Dios había abierto el espíritu para ir a reconstruir el Templo de Yavé en Jerusalén. 6 Todos los que los rodeaban les entregaron su ayuda de diversas formas: dándoles plata, oro, bienes, ganado, gran cantidad de objetos preciosos, además de las ofrendas voluntarias. 7 El rey Ciro tomó los objetos del Templo de Yavé que Nabucodonosor había traído de Jerusalén y que había puesto en el Templo de su dios. 8 Ciro, rey de Persia, los mandó retirar por intermedio del tesorero Mitrídates, quien los contó delante de Sesbasar, príncipe de Judá.
9 Esta es la lista: 30 bandejas de oro, 1.000 bandejas de plata, 29 cuchillos, 10 30 copas de oro, 410 copas de plata de mediana calidad, y 1.000 otros objetos. 11 En total había 5.400 objetos de oro y plata; Sesbasar se llevó todo eso cuando volvieron los desterrados desde Babilonia a Jerusalén.



Esdras 2
Los que volvieron con Zorobabel

1 Estas son las personas de la provincia de Judá que regresaron del cautiverio; habían sido deportados a Babilonia por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Regresaron a Jerusalén y a Judá, cada cual a su ciudad. 2 Llegaron junto con Zorobabel, Josué, Nehemías, Seraías, Relaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejum y Baana.
2 Lista de los hombres del pueblo de Is rael: 3 los hijos de Pareós: 2.172; 4 los hijos de Sefataías: 372; 5 los hijos de Ará: 775; 6 los hijos de Pajat-Moab (hijos de Josué y Joab): 2.812; 7 los hijos de Elam: 1.254; 8 los hijos de Zatú: 945; 9 los hijos de Zacay: 760; 10 los hijos de Bani: 642; 11 los hijos de Belay: 623; 12 los hijos de Azgad: 1.222; 13 los hijos de Adonicam: 666; 14 los hijos de Bigvay: 2.056; 15 los hijos de Adín: 454; 16 los hijos de Ater (Jejizquía): 98; 17 los hijos de Besay: 323; 18 los hijos de Yora: 112; 19 los hijos de Yasum: 223; 20 los hijos de Gibar: 95; 21 los hijos de Belén: 123; 22 los hombres de Netofa: 56; 23 los hombres de Anatot: 128; 24 los hijos de Azmavet: 42; 25 los hijos de Quiriat-Yearim, Quefira y Beerot: 743; 26 los hijos de Ramá y Gueba: 621; 27 los hombres de Micmas: 122; 28 los hombres de Betel y de Ay: 223; 29 los hijos de Nebo: 52; 30 los hijos de Magbis: 156; 31 los hijos de otro Elam: 1.254; 32 los hijos de Yarim: 320; 33 los hijos de Lod, Yadid y Ono: 725; 34 los hijos de Jericó: 345; 35 los hijos de Senar: 3.630.
36 Los sacerdotes: los hijos de Jedaías (la casa de Josué): 973; 37 los hijos de Imer: 1.052; 38 los hijos de Pasejar: 1.247; 39 los hijos de Yarim: 1.017.
40 Los levitas: los hijos de Josué (Cadmiel, hijos de Hodavía): 74.
41 Los cantores: los hijos de Asaf: 128.
42 Los hijos de los porteros: los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de Talmán, los hijos de Acub, los hijos de Atita, los hijos de Sobay: en total 139.
43 Los sirvientes: los hijos de Sijá, los hijos de Asufa, los hijos de Tabaot, 44 los hijos de Querós, los hijos de Sía, los hijos de Padón, 45 los hijos de Lebana, los hijos de Agaba, los hijos de Acub, 46 los hijos de Agab, los hijos de Samlay, los hijos de Janán, 47 los hijos de Guidel, los hijos de Resin, 48 los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, 49 los hijos de Uza, los hijos de Pasea, los hijos de Besay, 50 los hijos de Asna, los hijos de los Meunitas, los hijos de los Nefasitas, 51 los hijos de Babuc, los hijos de Jacufa, los hijos de Jarur, 52 los hijos de Baslut, los hijos de Mejida, los hijos de Jarsa, 53 los hijos de Barcos, los hijos de Sisra, los hijos de Tema, 54 los hijos de Nesia, los hijos de Jatifa.
55 Los hijos de los esclavos de Salomón: los hijos de Sotay, los hijos de Ha-Soferet, los hijos de Peruda, 56 los hijos de Yaaba, los hijos de Darcón, los hijos de Guidel, 57 los hijos de Sefatías, los hijos de Jatil, los hijos de Poqueret-Ja-Sabayim, los hijos de Amí. 58 El total de sirvientes e hijos de esclavos de Salomón: 392. 59 Los sobrevivientes que venían de Tel-Mela, de Tel-Jarsa, de Querub, de Addán y de Immner no pudieron decir si sus familias y sus clanes eran de Israel: 60 los hijos de Delaías, los hijos de Tobías, los hijos de Nacoda: 652. 61 Entre los hijos de los sacerdotes, los hijos de Yobaías, los hijos de Jacós, los hijos de Barcilay —ese hombre había adoptado el nombre de Barcilay de Galaad con una de cuyas hijas se había casado—. 62 Todos esos buscaron sus listas genealógicas, pero como no las encontraron, fueron descartados del sacerdocio como impuros. 63 El gobernador les prohibió que comieran alimentos sagrados hasta que un sacerdote solucionara el problema por el Urim y el Tumim.
64 Toda la asamblea era de 42.360 personas, 65 sin contar a los esclavos y a los sirvientes en número de 7.357; también había 200 cantores entre hombres y mujeres, 66 736 caballos, 245 mulas, 67 435 camellos y 6.720 burros. 68 Algunos jefes de familia, al llegar al Templo de Yavé en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias para el Templo de Yavé, para que se lo reconstruyera en el mismo lugar. 69 Para esa obra depositaron en el tesoro, según los medios de cada cual, 61.000 piezas de oro; 5.000 piezas de plata y 100 túnicas para los sacerdotes. 70 Los sacerdotes, los levitas y una parte del pueblo se quedaron a vivir en Jerusalén; los cantores, los porteros, los sirvientes y todos los demás is raelitas se fueron a vivir a su ciudad.



Esdras 3
Reconstrucción del altar

1 Los israelitas ya estaban en sus ciudades, cuando, al llegar el séptimo mes, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén. 2 Josué, hijo de Yosadac, y sus hermanos sacerdotes, Zorobabel, hijo de Sealtiel y sus hermanos, se juntaron para reconstruir el altar del Dios de Israel y ofrecer en él holocaustos, tal como está escrito en la ley de Moisés, el hombre de Dios. 3 A pesar del miedo a los paganos, se reconstruyó el altar en el mismo lugar y se ofrecieron en él holocaustos en honor de Yavé: el holocausto de la mañana y el de la tarde. 4 Se celebró la fiesta de los Tabernáculos, tal como está escrito, con el número de holocaustos determinados para cada día. 5 Luego, además del holocausto perpetuo, se ofrecieron los que estaban previstos para los sábados, las lunas nuevas y todas las fiestas en honor de Yavé; se ofrecieron también los holocaustos que cada uno, con toda libertad, quería ofrecer a Yavé. 6 Se comenzó a ofrecer holocaustos a Yavé el primer día del séptimo mes, cuando aún no se habían puesto los cimientos del santuario de Yavé.
7 Dieron dinero a los que trabajaban la piedra y a los carpinteros; víveres, bebidas y aceite a la gente de Sidón y de Tiro para que trajesen madera de cedro. De bían transportarla por mar desde el Líbano hasta Yafo, según la autorización dada por Ciro, rey de Persia.
8 Al segundo año de su llegada al Templo de Dios en Jerusalén, el segundo mes, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Yosadac, sus demás hermanos, los sacerdotes, los levitas y todos los que habían regresado del cautiverio a Jerusalén, comenzaron la obra. Encargaron a los levitas de veinte años para arriba que dirigieran la obra del Templo de Yavé. 9 Josué, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, los hijos de Yodabías, se hicieron todos cargo de la dirección de los que trabajaban en el Templo de Dios.
10 Cuando los obreros pusieron los cimientos del Templo de Yavé, se presentaron los sacerdotes revestidos de túnicas con sus trompetas, los levitas hijos de Azaf con sus címbalos, para celebrar a Yavé, tal como lo había ordenado David, rey de Israel. 11 Entonaron este canto para alabar y celebrar a Yavé: «¡Porque es bueno, porque eterno es su amor para con Israel!» Todo el pueblo lanzaba grandes aclamaciones, y daba gracias a Yavé porque se habían puesto los cimientos del Templo de Yavé. 12 Muchas personas de edad, sacerdotes y levitas, jefes de familia que habían conocido el primer templo, lloraban abundantemente mientras se ponían ante su vista los cimientos, pero muchos otros dejaban escapar sus alegres exclamaciones. 13 No se podía distinguir entre el ruido de las aclamaciones alegres y el del llanto del pueblo; eran tales las aclamaciones que se podían oír desde lejos.



Proverbios 24,1-16
1 No envidies a los malvados, no busques su compañía, 2 porque sólo piensan en la violencia y no hablan más que de sus fechorías.
3 Gracias a la sabiduría se construye una casa, merced a la experiencia se la consolida; 4 por medio del saber sus cuartos se llenan de muchas cosas preciosas y agradables.
5 El hombre sabio supera al poderoso, el hombre de experiencia vale más que el forzudo; 6 calcula bien cuando hagas la guerra, porque la victoria depende de lo que muchos han sabido pensar.
7 La sabiduría no está al alcance del tonto: ¡que se calle en la asamblea!
8 Al que trama la maldad, lo llaman hacedor de intrigas; 9 el tonto, por su parte, se dedica a cometer el pecado, y el burlón, a hacerse odiar por todos.
10 Si te desanimas cuando algo anda mal, tu fuerza no es gran cosa.
11 ¡Libra a los sentenciados a muerte, salva a los que son arrastrados al suplicio! 12 Tu dirás después: «¡No lo sabíamos!» Pero el que pesa los corazones ve claro, el que te observa lo sabrá; y recompensará a cada uno según sus obras.
13 Come miel, hijo mío, porque es bueno; la miel es suave al paladar. 14 También la sabiduría te hará bien: si la adquieres, verás sus frutos, y tu esperanza no será defraudada.
15 ¡Malvado, déjate de tramar algo malo en contra de la casa del justo; no vayas a perturbar su descanso! 16 Si el justo cayó siete veces, se levantará otras tantas, mientras que los malvados caerán para seguir en su desgracia.
17 No te regocijes porque cae tu enemigo, que tu corazón no se alegre porque tropezó; 18 Yavé podría molestarse y revertir su cólera sobre ti.
19 No te preocupes por los que hacen el mal, no envidies a los impíos, 20 porque el mal no tiene porvenir y la lámpara de los impíos se apagará.
21 ¡Hijo mío, teme a Yavé y al rey, no frecuentes a los revoltosos! 22 Porque ambos pueden golpear de improviso y ¿quién sabe cómo castigarán?
23 Esto también viene de los sabios.
23 No es bueno ser parcial en los juicios. 24 El que dice a un malvado: «¡Tienes razón!» será maldito por el pueblo, las naciones lo detestarán. 25 Los que saben sancionar se encontrarán a gusto, serán colmados de bendiciones.
26 Una respuesta justa vale todas las señales de afecto.
27 Comienza por tu trabajo de afuera, preocúpate en primer lugar de tus campos; después de eso podrás agrandar tu casa.
28 No atestigües a la ligera contra tu prójimo, ¿querrías pues mentir?
29 No digas: «¡Le haré lo que me hizo!»
30 Pasé al lado del campo del flojo, caminé alrededor de la viña de un tonto: 31 ¡ortigas por todas partes, el suelo cubierto de zarzas, el muro de piedras caído!
32 Después de haberlo visto, reflexioné y saqué la lección: 33 se hace una corta siesta, se alarga el rato para cruzarse de brazos; 34 ¡pero la pobreza se aproxima a ti como un merodeador, la miseria cae sobre ti como un hombre armado!



Efesios 3
La herencia de Dios es para todos los hombres

1 Por eso yo, Pablo, el prisionero de Cristo por ustedes, los no-judíos... 2 Seguramente han sabido de las gracias que Dios me concedió para bien de ustedes. 3 Por una revelación se me dio a conocer su proyecto misterioso, tal como acabo de exponérselo en pocas palabras. 4 Según esto pueden apreciar el conocimiento que tengo del misterio de Cristo.
5 Este misterio no se dio a conocer a los hombres en tiempos pasados, pero ahora acaba de ser revelado mediante los dones espirituales de los santos apóstoles y profetas: 6 que en Cristo Jesús los pueblos paganos son herederos, forman un mismo cuerpo y comparten la promesa.
6 Esta es la Buena Nueva 7 de la que he llegado a ser ministro sin mérito alguno mío, pues Dios, actuando en mí con poder, me concedió esta gracia. 8 A mí, el menor de todos los creyentes, se me concedió esta gracia de anunciar a los pueblos paganos la incalculable riqueza de Cristo 9 y de esclarecer en qué forma se va realizando el proyecto secreto escondido desde siempre en Dios, Creador del universo.
10 En adelante los poderes y autoridades del mundo de arriba podrán descubrir, mirando a la Iglesia, la multiforme sabiduría de Dios, 11 conforme al plan que Dios trazó desde el principio en Cristo Jesús, nuestro Señor. 12 En él ahora nos acercamos a Dios con plena confianza, con la fe que de él hemos recibido.
13 Por eso, yo les ruego que no se desanimen al ver las pruebas que soporto por ustedes. Más bien han de sentirse orgullosos de ellas.
:B:14 Pensando en todo esto, doblo las rodillas en presencia del Padre, 15 al que se refiere toda “patria” o familia en el cielo o en la tierra.
16 Que él se digne, según la riqueza de su gloria, fortalecer en ustedes, por su Espíritu, al hombre interior.
17 Que Cristo habite en sus corazones por la fe, que estén arraigados y edificados en el amor.
18 Que sean capaces de comprender, con todos los creyentes, la anchura y altura y profundidad... 19 y que conozcan este amor de Cristo que supera todo conocimiento.
19 En fin, que queden colmados hasta recibir toda la plenitud de Dios.
20 A Dios, cuya fuerza actúa en nosotros y que puede realizar mucho más de lo que pedimos o imaginamos, 21 a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén.