DIA 12- Génesis 18- Salmo 12-Mateo 18,1-17



Génesis 18
Yavé visita a Abraham

1 Yavé se presentó a Abraham junto a los árboles de Mambré mientras estaba sentado a la entrada de su tienda, a la hora más calurosa del día.
2 Al levantar sus ojos, Abraham vio a tres hombres que estaban parados a poca distancia. En cuanto los vio, corrió hacia ellos y se postró en tierra,
3 diciendo: «Señor mío, si me haces el favor, te ruego que no pases al lado de tu servidor sin detenerte.
4 Les haré traer un poco de agua para que se laven los pies y descansen bajo estos árboles.
5 Les haré traer un poco de pan para que recuperen sus fuerzas, antes de proseguir su viaje, pues creo que para esto pasaron ustedes por mi casa.» Ellos respondieron: «Haz como has dicho.»
6 Abraham fue rápidamente a la tienda, donde estaba Sara, y le dijo: «¡De prisa, tres medidas de harina! amásala y haz unas tortas.»
7 Luego él mismo corrió al potrero, tomó un ternero tierno y bueno y se lo entregó a un muchacho para que lo preparara inmediatamente.
8 Luego buscó requesón, leche y el ternero ya cocinado y se lo presentó a ellos. El se quedó de pie a su lado, bajo el árbol, mientras comían.
9 Entonces le preguntaron: «¿Dónde está Sara, tu esposa?» El les respondió: «Está dentro, en la tienda.» 10 El otro le dijo: «Dentro de un año volveré por aquí, y para entonces Sara, tu mujer, tendrá un hijo.»
10 Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda, a la espalda del que hablaba.
11 Abraham y Sara eran ancianos, bien entrados en años, y ella no tenía ya lo que le pasa ordinariamente a las mujeres.
12 Sara se rió, mientras pensaba: «Cuando yo estoy seca, ¿voy a tener placer, con un marido tan viejo?»
13 Pero Yavé dijo a Abraham: «¿Por qué se ha reído Sara? ¿Por qué ha dicho: Cómo voy a tener un hijo ahora que soy vieja?
14 ¿Hay acaso algo imposible para Yavé? Pues bien, volveré a visitarte dentro de un año, y para entonces Sara tendrá un hijo.»
15 Sara trató de defenderse, pues tuvo miedo, y dijo: «Yo no me he reído.» Pero él contestó: «Cierto que te has reído.»

Abraham intercede por Sodoma
16 Los hombres se levantaron y marcharon en dirección de Sodoma, mientras Abraham los acompañaba para indicarles el camino.
17 Y Yavé se preguntó: «¿Ocultaré a Abraham lo que voy a hacer,
18 cuando justamente quiero que salga de él una nación grande y poderosa, y que a través de él sean bendecidas todas las naciones de la tierra?
19 Pues lo he escogido para que ordene a sus hijos y a los de su raza después de él, que guarden el camino de Yavé y vivan según la justicia y haciendo el bien, para que Yavé cumpla con Abraham todo lo que le ha prometido.»
20 Dijo entonces Yavé: «La denuncia contra Sodoma y Gomorra es terrible, y su pecado es grande.
21 Voy a visitarlos, y comprobaré si han actuado según esas denuncias que han llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré.»
22 Los hombres partieron y se dirigieron a Sodoma, mientras Yavé se quedaba de pie delante de Abraham.
23 Se acercó entonces Abraham y le dijo: «¿Es cierto que vas a exterminar al justo junto con el malvado?
24 Tal vez haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿es cierto que vas a acabar con todos y no perdonar el lugar en atención a esos cincuenta justos?
25 ¡Tú no vas a hacer algo semejante, permitir que el bueno sea tratado igual que el malvado! ¿O es que el juez de toda la tierra no aceptará lo que es justo?»
26 Yavé le dijo: «Si encuentro en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo el lugar en atención a ellos.»
27 Abraham volvió a hablar: «Sé que a lo mejor es un atrevimiento hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza,
28 pero si faltan cinco justos para llegar a los cincuenta, ¿destruirás la ciudad por esos cinco que faltan?» Yavé respondió: «No habrá destrucción si encuentro allí cuarenta y cinco hombres justos.»
29 Abraham insistió: «Pero a lo mejor se encuentran allí sólo cuarenta justos.» Yavé contestó: «En atención a esos cuarenta, no lo haré.»
30 Abraham continuó todavía: «No se enoje mi Señor si sigo hablando, pero tal vez no se encuentren más que treinta justos.» Yavé contestó: «No lo haré si encuentro allí treinta justos.»
31 Abraham insistió: «Sé que es una osadía por mi parte hablar así a mi Señor; pero, ¿y si se encuentran allí solamente veinte justos?» Yavé contestó: «No destruiré el lugar, en atención a esos veinte.»
32 Abraham dijo: «Vaya, no se enoje mi Señor, y hablaré por última vez. Puede ser que se encuentren allí sólo diez.» Yavé dijo: «En atención a esos diez, no destruiré la ciudad.»
33 Cuando Yavé terminó de hablar con Abraham se fue, mientras Abraham volvió a su casa.



Salmo 12
Contra el mundo mentiroso.
Mentiras, propaganda, falsos profetas de la vida fácil: todo esto disimula las injusticias de todos los días. En cambio, la Palabra de Dios es sincera y juzgará a todos. En la Palabra de Dios hecha carne, es decir, en Cristo, no hay un «sí» y un «no» al mismo tiempo: todas las promesas de Dios han pasado a ser en Él un «sí»

2 Interviene, Señor, porque ya no hay hombres buenos ni se encuentran ya hombres leales.
3 Cada cual engaña a su prójimo, se dicen buenas palabras, pero con doblez.
4 Que el Señor arranque los labios mentirosos y la lengua que dice grandes frases.
5 Pues dicen: «Con palabras todo lo conseguiremos; si sabemos hablar, ¿quién nos va a dominar?»
6 «Los pobres son despojados, gimen los humildes, ahora me levanto —dice el Señor— y prestaré socorro al que es despreciado.»
7 Las palabras del Señor son palabras seguras, son como plata pura siete veces purificada en el crisol.
8 Tú, Señor, cuidarás de nosotros; protégenos por siempre de esta generación.
9 Por doquier se andan paseando los malvados y cunde el vicio entre los hijos de Adán.


Mateo 18,1-17
La Ley nueva de la Iglesia
– La ley fundamental de la comunidad de los discÍpulos: el respeto a los pequeños, la búsqueda de los descarriados, el perdón entre hermanos.
– Jesús parte hacia Judea para enfrentar a las autoridades del judaÍsmo. Las condiciones para entrar al Reino.

¿Quién es el más grande? Los escándalos
1 En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?»
2 Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos
3 y declaró: «En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos.
4 El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos.
5 Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe.
6 Al que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar.
7 ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Tiene que haber escándalos, pero, ¡ay del que causa el escándalo!
8 Si tu mano o tu pie te está haciendo caer, córtatelo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar en la vida sin una mano o sin un pie que ser echado al fuego eterno con las dos manos y los dos pies.
9 Y si tu ojo te está haciendo caer, arráncalo y tíralo lejos. Pues es mejor para ti entrar tuerto en la vida que ser arrojado con los dos ojos al fuego del infierno.
10 Cuídense, no desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues yo se lo digo: sus ángeles en el Cielo contemplan sin cesar la cara de mi Padre del Cielo. ( 11 )
12 ¿Qué pasará, según ustedes, si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se extravía? ¿No dejará las noventa y nueve en los cerros para ir a buscar la extraviada?
13 Y si logra encontrarla, yo les digo que ésta le dará más alegría que las noventa y nueve que no se extraviaron.
14 Pasa lo mismo donde el Padre de ustedes, el Padre del Cielo: allá no quieren que se pierda ni tan sólo uno de estos pequeñitos.

Cómo conviven los hermanos en la fe
15 Si tu hermano ha pecado, vete a hablar con él a solas para reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu hermano.
16 Si no te escucha, toma contigo una o dos personas más, de modo que el caso se decida por la palabra de dos o tres testigos.
17 Si se niega a escucharlos, informa a la asamblea. Si tampoco escucha a la iglesia, considéralo como un pagano o un publicano.