Arpaksad
Según la Biblia, Arpaksad (hebreo רְפַּכְשַׁד / אַרְפַּכְשָׁד ‘sanador’ o ‘liberador’, pronunciado Arpakhshad) fue uno de los cinco hijos de Sem, el hijo de Noé (Gén. 10:22,24; 11:10-13 y 1 Cr. 1:17-1). Nació dos años después del diluvio, cuando su padre Sem tenía cien años. Sus hermanos fueron Elam, Asur, Lud y Aram, todos ellos epónimos de los pueblos mesopotámicos y sirios vecinos de Israel.
En el texto hebreo (Masorético) se lo considera padre de Sala y ancestro del patriarca Abraham. La versión griega (Septuaginta) llama Cainán a su hijo y menciona a Sala como su nieto. En este sentido el evangelio de Lucas, en el Nuevo Testamento, lo menciona como ancestro de Jesús.
El Libro de los Jubileos (capítulos 8 y 9) menciona a Sedequetelebab como madre del patriarca y a Rasuhaya, hija de Susan hijo (o hija en otras versiones) de Elam, como su esposa.
Sala, Salah o Shelah1
Sala, Salah o Shelah1 es un personaje menor del Antiguo Testamento y la Torá, aunque también es mencionado en el Nuevo Testamento.
En hebreo שֶׁלַח (She'laj) en arameo ܫܳܠܳܚ (Shalah),; y en griego, Σαλά (Sala'); se lo traduce como «brote» o «brotar»,
En la Biblia Según el Génesis y I Crónicas; es nieto de Arfaxad, un hijo de Cainán; y tuvo un hijo, Heber. De acuerdo al mismo libro, su padre fue Cainán y habría muerto a la edad de 433 años, teniendo 30 cuando tuvo a su hijo. Realizando los correspondientes cálculos, el nacimiento de Sala habría sido 1693 años luego de la creación y 37 después del diluvio universal. Aunque hay discrepancias en las fechas mencionadas en la Septuaginta, el Tanaj samaritano y el texto masorético; que son lo suficientemente diferentes como para suponer que no se debe a errores de copiado, sino que son alteraciones intencionales de parte de los traductores de los textos. Según Lucas el Evangelista, forma parte de la genealogía de Jesús.
Heber
Heber es un personaje menor del Antiguo Testamento y la Torá, aunque también es mencionado en el Nuevo Testamento y el Corán. Existen hipótesis de que el nombre proviene de regiones y pueblos en el Oriente Próximo. Según los textos bíblicos Heber es un descendiente de Noé y, de acuerdo, a la tradición judía se encontraba presente en la construcción de la Torre de Babel.
Etimología
En arameo es citado como ܥܳܒ݂ܳܪ ('aB,aR); lo que puede traducirse como ‘cruzar’, ‘transgredir’, ‘alejarse de’ o ‘pasar por encima de’.2En hebreo es עֵבֶר (ay'-ber), que puede entenderse como ‘la región de más allá’.3En griego Ἐβέρ (eb-er') tiene el mismo significado.
Una hipótesis establece que Eber era el nombre de una región cuya principal característica era que se encontraba habitada por pueblos de habla hebrea. En el Libro de los Números se menciona a Heber como una zona cercana a Asiria, pero externa a ella. De los nueve descendientes de Sem mencionados en el Libro del Génesis, al menos dos, Serug y Arfaxad, son idénticos a los nombres de alguna región de Oriente Próximo. El primero hace referencia a Saruj, el lugar donde vivía el héroe Abu Zaid, del poema épico Maqama escrito por Al-Hariri de Basora. Mientras el segundo sería Arrapachitis, ciudad del norte del Gran Zab perteneciente al Imperio asirio. Aunque para el profesor Rawlinson, la relación de esta última es cuanto menos dudosa, afirma que la genealogía de los descendientes de Sem es una analogía de la relación existente entre los diversos pueblos semitas. De la misma manera, para Andrew Fausset, Eber representaría a los semitas occidentales.
También existe una región llamada «Eber ha-Nahar» que es mencionada en el libro I Reyes como ubicada en los límites del reino de Salomón.9El equivalente babilónico es Ebir Nari, el cual aparece en una inscripción en Assur-bel-kala fechada en el siglo xii a. C.
La postura tradicional, en cambio, propone que Eber es un epónimo de ‘hebreo’ en el sentido del pueblo, sin conexión con el territorio. Sería una declaración de afinidades culturales.
En la Biblia Según el Libro del Génesis y el Primer Libro de Crónicas era tataranieto de Sem (un hijo de Noé), y tuvo dos hijos, Peleg y Joctán. De acuerdo al mismo libro, su padre fue Sala y habría muerto a la edad de 464 años, cuando Jacob tenía veinte. Realizando los correspondientes cálculos, el nacimiento de Eber habría sido 1723 años luego de la creación y 67 después del diluvio universal.15 El calendario hebreo sincroniza sus fechas de nacimiento y muerte con el 2281 y 1817 a. C.
Aunque hay discrepancias en las fechas mencionadas en la Septuaginta, el Tanaj samaritano y el texto masorético ―que son lo suficientemente diferentes como para suponer que no se debe a errores de copiado, sino que son alteraciones intencionales de parte de los traductores de los textos. Según Lucas el Evangelista, forma parte de la genealogía de Jesús.
En la tradición
En la tradición judía, Eber se negó a ayudar en la construcción de la Torre de Babel, por lo que su lengua no fue motivo de confusión. Así, él y su familia conservaron el idioma original, el hebreo, el cual sería la lengua adánica. Sin embargo, no todos concuerdan con esta postura. Al señalar que Abraham representaba la cuarta generación luego de la diáspora resultante del fallido intento de construcción de la torre, indican que su lengua no podía ser diferente a la de sus vecinos. En ese caso, Abraham debía de hablar el idioma de Ur de los caldeos y al atravesar la región de Canaán adoptaría el idioma local (de todas maneras son idiomas que se encuentran emparentados), por formar parte de la familia de las lenguas semíticas. Esta idea se refuerza por el hecho de que, tanto en la toponimia como en los registros escritos, el hebreo siempre se halla mezclado con otros dialectos, lo que hace suponer que el pueblo no era monolingüe.
La tradición atribuye el origen del término hebreo a Eber ―significando ‘hijos de Eber’ o ‘habitantes de Eber’―. Siendo esta una denominación extranjera, ya que el autónimo era judío ―‘hijos de Judá’ o ‘habitantes de Judea’ (la tierra de Judá).2021Incluso la palabra israelita es de introducción tardía. Esta explicación es generalmente aceptada por los rabinos. Dado que eber puede traducirse como ‘los del otro lado [del río]’, esta concepción implica que en realidad el término designa a cualquier pueblo inmigrante, desde la concepción de los canaaneos.12Como prueba de ello, el término hebreo no aparece recogido en los Libros «históricos» de la Biblia, como sí aparecen israelita y judío.
En oposición a esta postura, Heinrich Ewald sostiene que era un nombre de uso común entre el pueblo desde los primeros tiempos hasta la época de los reyes, cuando fue desplazado por Israel como el nombre nacional, que a su vez fue desplazado en el uso común por el término judío, en la época del exilio en Babilonia.
Los judíos se identificaban como descendientes de un único patriarca, Abraham ―quien (según la genealogía bíblica) era descendiente de Eber en sexto grado― y a su vez, sería el antepasado de todos los «hebreos».6 Esta tradición está ampliamente documentada en inscripciones de la Edad del Hierro. Aunque la Estela de Mesa, fechada en el siglo X a. C. y atribuida a los moabitas, hace referencia a que esta creencia también era aplicable a otros pueblos semitas. Ello se debe a que, en la antigüedad, los israelitas no eran el único pueblo hablante de hebreo.24 Al mismo tiempo se señala que el nombre haría referencia a los que cruzaron el río Éufrates en dirección a Canaán.
En el islam se asocia a Eber con el profeta Hud, el cual es mencionado en el Corán como el primer profeta que hubo entre los árabes. Esta relación surge de la coincidencia en las genealogías presentadas para ambos personajes.
Peleg
Peleg en (en hebreo, פָּלֶג, «división») es un personaje menor del Antiguo Testamento, aunque también es mencionado en el Nuevo Testamento.
En la Biblia
Según el Génesis y I Crónicas; es descendiente de Sem, un hijo de Noé; y a la edad de 30 años tuvo un hijo llamado Reu, que no fue el único. De acuerdo al mismo libro, su padre fue Heber y habría muerto a la edad de 239 años.Según Lucas el Evangelista, forma parte de la genealogía de Jesús.
En la tradición
Según la Biblia, durante la época de Peleg, «la tierra fue dividida». Para los israelitas, esto hace referencia al reparto tribal de la tierra entre los descendientes de los tres hijos de Noé, luego del fracaso de la construcción de la Torre de Babel. Esto representa el origen de la ubicación territorial de los principales pueblos de la región. Esta explicación era ampliamente aceptada en la Edad Media; así, aparece mencionada en el Libro de los Jubileos, Liber Antiquitatum Biblicarum y Kitab al-Magall. También lo menciona Flavio Josefo en Antigüedades de los judíos y autores tan tardíos como James Ussher en Annals of the World.
Una teoría actual de algunas escuelas de pensamiento creacionista interpreta este versículo para sugerir que Peleg vivió en el momento en el cual el continente Pangea se dividía en los continentes modernos; aunque algunos otros geólogos creacionistas sostienen que tal evento habría sucedido durante el diluvio universal, cinco generaciones antes.
En la actualidad
«Peleg» es un apellido hebreo común, siendo también la raíz de la palabra «navegación» (להפליג) y de «tienda de campaña» (פלג או).
Reu o Ragau Reu o Ragau (en hebreo: רְעוּ, Rə'ū ISO 259-3 Rˁu) en Génesis era el hijo de Peleg, padre de Serug, abuelo de Nacor, bisabuelo de Taré y el tatarabuelo de Abraham.
Según la Biblia, tenía 32 años cuando nació Serug y vivió hasta los 239 años de edad (Génesis 11:20 {{{2}}}), de acuerdo con el texto masorético. La Pentateuco samaritano afirma que su edad para ser el padre de Serug era de 132 años, y la Septuaginta, por lo tanto le da una edad de 339 años hasta su muerte.
En el Libro de los Jubileos nombra a su madre como Lomma de Shinar (10:28), y su esposa como Ora, hija de Ur, hijo de Kesed (11:1). Se dice que nació en el momento en que se inició la Torre de Babel.
Serug
Serug (en hebreo: שְׂרוּג, Śərūḡ, "rama") era el hijo de Reu, padre de Najor, abuelo de Taré y bisabuelo de Abraham.
En el texto masorético en el que se basan en las Biblias modernas, tenía 30 años cuando engendró a Najor y murió 200 años después del nacimiento de Najor, dándole su edad final, 230 años. Los textos de la Septuaginta (LXX) y del Pentateuco samaritano afirman que tenía 130 años cuando fue padre de Najor, también afirman que murió 100 años después, a la edad de 230 años, mientras que en el LXX tiene 200 años, lo que vivió 330 años de edad.
Se llama Saruch en la versión griega de Lucas 3: 35.
Más detalles se proporcionan en el Libro de los Jubileos, donde se dan los nombres de su madre, Ora (11: 1) y su esposa Milcah (11: 6). También afirma que su nombre original era Seroh, pero que se cambió a Serug en el momento en que los hijos de Noah comenzaron a hacer guerras, y se construyó la ciudad de Ur Kaśdim, donde vivió Serug. Dice que este Serug fue el primero de la línea patriarcal en abandonar el monoteísmo y recurrir a la adoración de ídolos, enseñando hechicería a su hijo Najor.
Nacor
Nacor (Heb. נָחֹור) es el nombre de dos personajes y de una ciudad mencionados en la Torá y la Biblia.
Según el Génesis, Nacor fue el hijo de Serug y padre de Taré, quien fue el padre de Abraham. Vivió ciento cuarenta y ocho años, desde 2177 hasta 2029 a. C. Según el Libro de los Jubileos, su madre fue Melca, hija de Kaber y se casó con 'Iyoska, hija de Nesteg del pueblo de Ur Casdim (el hijo de Arfaxad de quien Ur recibe su nombre). Nacor tenía veintinueve años de edad cuando nació su hijo Taré y vivió hasta los 148.
El hijo de Taré
Según el Génesis, hubo otro Nacor que era hijo de Taré, nieto de Nacor (el hijo de Serug) y hermano de Abraham. Génesis 11:26;
Descendientes de Taré
Ésta es la historia de Taré, el padre de Abram, Nacor y Harán.
Harán fue el padre de Lot, y murió en Ur de los caldeos, su tierra natal, cuando su padre Taré aún vivía. Abram se casó con Saray, y Nacor se casó con su sobrina Milca, la hija de Harán, el cual tuvo otra hija llamada Iscá. Pero Saray era estéril; no podía tener hijos.
Taré salió de Ur de los caldeos rumbo a Canaán. Se fue con su hijo Abram, su nieto Lot y su nuera Saray, la esposa de Abram. Sin embargo, al llegar a la ciudad de Jarán, se quedaron a vivir en aquel lugar, y allí mismo murió Taré a los doscientos años de edad. Nacor se casó con su sobrina Milca, hija de su hermano Jarán y hermana de Lot. Este Nacor vivió en la tierra de su nacimiento al este del río Éufrates en Aram. Con Milca tuvo ocho hijos, y con su concubina, Reumá, tuvo otros cuatro, doce en total, algunos de los cuales llegaron a ser cabezas tribales. (Génesis 11:27,29; 22:20-24.) Por medio de su hijo Betuel, Najor llegó a ser abuelo de Labán y de Rebeca; Rebeca se convirtió en esposa de Isaac, hijo de Abraham. Este Najor fue así bisabuelo de Lea, Raquel, Jacob (cuyo nombre fue cambiado por el ángel de Dios por el de Israel: Op.Cit: El Ángel le pregunta Jacob cuál es su nombre, y Jacob, desde luego, contesta: “Jacob”. Dice el Ángel: No te llamarás más Jacob, sino Israel.Ver sección Vaishlaj), y Esaú.
La ciudad de Nacor Según el libro de Génesis, Nacor es también el nombre de una ciudad ubicada en la región de Aram-Naharaim. De acuerdo a la Biblia, cuando Abraham ya era un hombre de edad avanzada y vivía en Cananea, le pidió a su criado más anciano quien le administraba todas sus posesiones, que viajara a Nacor, su tierra nativa, a buscar esposa para su hijo Isaac, quien también era su amo. El criado tomó a diez de los camellos de sus amos, los cargó de toda clase de regalos (objetos de oro, de plata y vestidos) y se dirigió entonces a "la ciudad de Nacor", posiblemente Harán o un lugar cercano, o a la Nahur que con frecuencia se menciona en varias tablillas de Mari del II milenio a.C. Cuando el criado llegó, hizo arrodillar a los camellos a la orilla de un pozo que se encontraba a las afueras de la ciudad y esperó al atardecer que es cuando llegaban las muchachas a sacar agua, le pidió a Dios una señal para encontrar la mujer propicia para su amo Isaac. Apenas había acabado de hablar cuando salió de la ciudad una bella doncella con un cántaro al hombro; bajó hasta la fuente, llenó su cántaro y volvió a subir, el criado corrió a su encuentro y le dijo: "Por favor, déjame beber un poco de agua de tu cántaro", Rebeca bajo de su hombro el cántaro, lo puso en su brazo y le dijo "Bebe, señor mío".
Cuando terminó de darle de beber ella le dijo "Voy a sacar agua también para tus camellos", enseguida vació el contenido del cántaro en el abrevadero y corrió de nuevo a la fuente por más agua y dio de beber a todos los camellos mientras el criado la contempló en silencio. El hombre le preguntó: "¿De quién eres hija? Dímelo, por favor ¿Hay sitio en casa de tu padre para que pasemos la noche?", ella le contestó: "Soy hija de Betuel, el hijo de Milcá y de Nacor" y añadió: "También tenemos paja y forraje en abundancia y sitio para pasar la noche". El criado sorprendido tomó un anillo de oro de unos seis gramos de peso y se lo puso en la nariz, y le colocó en los brazos dos pulseras de oro de unos ciento veinte gramos, luego se inclinó en señal de adoración y agradeció a Dios al saber que había encontrado a la mujer que estaba buscando, ya que era Rebeca, nieta de Nacor e hija del hermano de su amo Abraham. Posteriormente realizó el viaje de regreso con ella a casa de Isaac, quien por entonces habitaba en la región de Negueb y quien vivía en duelo por la muerte su madre Sara en la casa que ella le dejó, junto al pozo de Lajay Roi. Una tarde Isaac salió a pasear por el campo y vio acercarse a unos camellos, Rebeca también lo vio y le preguntó al criado "¿Quién es aquel hombre que se dirige hacia nosotros?" y él respondió "Es mi amo", entonces ella se cubrió el rostro con su velo. El criado se bajó del camello y le contó a Isaac que su padre lo había enviado a Nacor, su ciudad natal, a buscar una mujer para casarse con él, porque Abraham no quería que se casara con una cananea y que la mujer que había encontrado era Rebeca, su prima y quien nunca había estado con un varón. El condujo a los viajeros y a los camellos a la casa, donde se casó con ella y Rebeca con su amor consoló a Isaac por la pérdida de su madre. Una vez enterado de los hechos, Abraham legó todo lo que poseía a Isaac. Cuando Jacob se separó de Labán, este invocó "el Dios de Abrahám y el Dios de Nacor" para que juzgase entre ellos.
Taré, Tareh, o Teraj