DIA 244--2 Macabeos 13--14 Sabiduría 5,15-23 Lucas 17



2 Macabeos 13
"1.En el año ciento cuarenta y nueve, los hombres de Judas se enteraron de que Antíoco Eupátor venía contra Judea con innumerables tropas, 2.y que con él venía Lisias, su tutor y jefe del gobierno. Cada uno de ellos mandaba un ejército griego de ciento diez mil hombres de infantería, cinco mil trescientos jinetes, veintidós elefantes y unos trescientos carros de guerra con hoces. 3.A ellos se unió Menelao, quien con toda mala intención incitaba a Antíoco, pues no buscaba la libertad de su patria, sino que esperaba que le dieran de nuevo el cargo de sumo sacerdote. 4.Pero el Rey de Reyes despertó la ira de Antíoco contra ese malvado, cuado Lisias hizo ver al rey que Menelao era la causa de todos los males. Entonces, el rey ordenó que lo llevaran a Berea y le dieran muerte según la costumbre de aquel lugar. 5.Hay allí una torre de veinticinco metros de altura, llena de cenizas ardientes, provista de un dispositivo giratorio en la cúspide, en pendiente por todos los lados hacia la ceniza. 6.Al que ha robado alguna cosa sagrada o ha cometido algún otro crimen horrendo, lo suben arriba y de allí lo precipitan. 7.De esta forma murió Menelao, sin que ni siquiera pudiera recibir sepultura. 8.Castigo justísimo para el que había cometido tantos delitos contra el altar cuyo fuego y cenizas son santos; en la ceniza encontró la muerte. 9.Venía el rey con el corazón lleno de intenciones malignas, dispuesto a portarse con los judíos más cruelmente de lo que se había portado su padre. 10.Al saberlo Judas, mandó que su ejército invocara a Dios día y noche, para que, como lo había hecho en otras circunstancias, también ahora viniera en ayuda de los que temían verse privados de su Ley, de su patria y de su Templo, y no permitiera que aquel pueblo, que apenas había comenzado a respirar, 11.cayera de nuevo en manos de paganos blasfemos. 12.Una vez que todo el pueblo cumplió la orden, suplicando al Señor misericordioso con lamentaciones, ayunos y oraciones durante tres días seguidos, Judas les habló para darles ánimo, y dio orden de que estuvieran preparados. 13.Después de reunirse en privado con los Ancianos, acordó partir con los suyos a buscar una decisión por las armas, Dios mediante, antes de que el ejército del rey invadiera Judea y se hiciera dueño de Jerusalén. 14.Judas, confiado en la decisión del Creador del mundo, animó a sus hombres a combatir heroicamente hasta la muerte por la Ley, el Templo, la ciudad, la patria y las instituciones. Salió con su ejército y acamparon cerca de Modín. 15.Dio a los suyos esta contraseña: «Victoria de Dios», y atacó de noche con los más escogidos de los jóvenes de su ejército la tienda del rey, acuchillando hasta dos mil hombres, el mayor de los elefantes y su guía. 16.Dejaron el campamento lleno de miedo y confusión y se retiraron después de un completo éxito. 17.Todo quedó concluido al amanecer por la protección eficaz de Dios. 18.Viendo el rey la audacia de los judíos, procuró adueñarse de sus fortalezas, valiéndose de estratagemas. 19.Llegó ante Betsur, ciudad bien defendida por los judíos; la atacó, pero fue rechazado y derrotado. 20.Judas hacía llegar a los defensores de la ciudad todo lo que les hacía falta. 21.Ródoco, uno de los hombres de Judas, entregaba datos secretos al enemigo. Fue buscado, capturado y ejecutado. 22.El rey volvió a tener contacto con los defensores de Betsur, hizo la paz con ellos y se retiró. Atacó a las tropas de Judas, pero fue derrotado. 23.Supo entonces que Filipo, a quien había dejado en Antioquía como jefe del gobierno, se había rebelado, y quedó consternado. Pidió la paz a los judíos y juró complacer sus justas peticiones; 24.se reconcilió con ellos, ofreció sacrificios, llenó de honores el Templo y se mostró generoso con el Lugar Santo. Se despidió del Macabeo y dejó a Hegemónides como gobernador desde Tolemaida hasta el país de los gueraínos. 25.Vino a Tolemaida, donde los habitantes estaban disgustados por aquel acuerdo, pues ellos mismos habían inspirado los decretos que se suprimían. 26.Pero Lisias subió a la tribuna para defender lo que había decidido; los persuadió, los tranquilizó, los dejó bien dispuestos y partió para Antioquía. Esto es lo que sucedió con la expedición y la retirada del rey."


2 Macabeos 14
"1.Después de tres años llegó a los hombres de Judas la noticia de que Demetrio, hijo de Seleuco, había desembarcado en Trípoli con una gran flota y un poderoso ejército, 2.que se había hecho dueño del reino y había dado muerte a Antíoco y a su tutor Lisias. 3.Un tal Alcimo, que antes había sido sumo sacerdote, pero que se había desprestigiado en tiempo de la rebelión, comprendió que de ninguna forma volvería a ser aceptado para el servicio del altar sagrado. 4.Fue, pues, al encuentro del rey Demetrio, hacia el año ciento cincuenta y uno, y le ofreció una corona de oro, una palma y además unos ramos de olivo del Templo. 5.Aquel día no pidió nada, pero encontró una ocasión propicia para sus malos designios al ser llamado al consejo de Demetrio. Cuando le preguntaron en qué disposiciones y ánimo se encontraban los judíos, 6.respondió: «Entre los judíos existe un partido, llamado asideo, encabezado por Judas Macabeo, que fomenta guerras y rebeliones e impide que se restablezca el orden en el país; 7.por eso yo fui despojado de la dignidad de mis antepasados, el sumo sacerdocio, y vine aquí, 8.mirando antes que todo los intereses del rey, pero también los de mis compatriotas, pues el fanatismo de esos hombres hunde nuestro pueblo en una gran miseria. 9.Entérate, oh rey, de todo esto, mira por nuestro país y por nuestra nación asediada por todas partes con esa benevolencia que tú tienes para todos; 10.pues mientras Judas subsista, le es imposible al Estado alcanzar la paz.» 11.En cuanto Alcimo dijo esto, los demás Amigos del Rey, que sentían aversión hacia Judas, se apresuraron a incitar a Demetrio contra él. 12.Designó inmediatamente a Nicanor, que dirigía el escuadrón de elefantes, lo nombró general para Judea 13.y lo envió con la orden de matar a Judas, dispersar a todos sus hombres y restablecer a Alcimo como sacerdote del Templo sublime. 14.Los paganos que habían huido de Judea por temor a Judas, acudieron muy numerosos a Nicanor, pensando que las desgracias y la derrota de los judíos serían victoria para ellos. 15.Cuando los hombres de Judas se enteraron de la venida de Nicanor y de la invasión de los paganos, se cubrieron de polvo, invocando a Aquel que había establecido a su pueblo para siempre y que, en cada oportunidad, protegía a los suyos con milagros manifiestos. 16.Luego se pusieron en marcha bajo las órdenes de su jefe y la lucha se entabló cerca de Desau. 17.Simón, hermano de Judas, había atacado a Nicanor, pero sus hombres se desconcertaron de repente ante los enemigos, sufriendo un ligero revés. 18.Con todo, Nicanor, al tener noticia de la valentía de los hombres de Judas y del valor con que combatían por su patria, temió resolver la situación por la sangre. 19.Por este motivo, envió a Posidonio, Teodoto y Matatías para concertar la paz. 20.Después de un maduro examen de las condiciones, el jefe se las comunicó a la tropa y, ante el parecer unánime, aceptaron el tratado de paz. 21.Fijaron la fecha en que se reunieran los jefes en particular. Se adelantó un vehículo por cada lado y prepararon asientos. 22.Judas dispuso en lugares estratégicos hombres armados, preparados para el caso de que se produjera alguna repentina traición de parte enemiga, pero tuvieron una buena entrevista. 23.Nicanor pasó un tiempo en Jerusalén sin hacer mal alguno y disolvió a las tropas que en masa se le habían unido. 24.Siempre tenía a Judas consigo; sentía gran aprecio por él. Le aconsejó que se casara y tuviera hijos. 25.Judas se casó, y vivía tranquilamente disfrutando de la vida. 26.Alcimo, viendo el buen entendimiento entre los dos, se hizo una copia del acuerdo pactado y fue donde Demetrio, acusando a Nicanor de actuar en contra de los intereses del Estado, ya que había nombrado ayudante suyo a Judas, el enemigo del reino. 27.El rey, excitado e influenciado por las calumnias de aquel malvado, se enfureció y escribió a Nicanor para comunicarle su disgusto por el pacto y ordenarle que de inmediato le mandara encadenado a Macabeo a Antioquía. 28.Cuando supo esto, Nicanor quedó consternado, pues le costaba romper lo pactado, sin que Judas hubiera faltado en algo. 29.Pero no podía oponerse a las órdenes del rey; por eso, buscaba la ocasión para cumplirlas por medio de algún engaño. 30.El Macabeo se dio cuenta que Nicanor le daba un trato más reservado y se ponía más duro en las entrevistas acostumbradas, y comprendió que aquella conducta no anunciaba nada bueno. Empezó a reunir a algunos de los suyos y no se dejó ver ya por Nicanor. 31.Este debió de darse cuenta que Judas se le había escapado sin deslealtad. Sin embargo, se presentó al Templo Santo en el momento en que los sacerdotes ofrecían los sacrificios rituales y les exigió que le entregaran a Judas. 32.Estos aseguraron con juramento que no sabían dónde estaba el que buscaba. Entonces él extendió la mano hacia el Santuario e hizo este juramento: 33.«Si no me entregan encadenado a Judas, arrasaré este lugar consagrado a Dios, destruiré el altar y aquí mismo levantaré un espléndido templo a Dionisio.» Y dicho esto se fue. 34.Los sacerdotes, con las manos tendidas al cielo, invocaron a Aquel que sin cesar defendió nuestra nación, diciendo: 35.«A ti, Señor del universo, que nada necesitas, te agradó tener entre nosotros un Templo donde moras. 36.Por eso, pues, conserva siempre limpia de profanación esta casa que acaba de ser purificada.» 37.Razis, uno de los Ancianos de Jerusalén, fue denunciado a Nicanor como varón muy patriota, de muy buena fama y llamado por su bondad «padre de los judíos». 38.En el anterior período de confusión había sido acusado de judaísmo y se había entregado totalmente y con mucho entusiasmo a la defensa del judaísmo. 39.Pues bien, Nicanor, queriendo mostrar su odio contra los judíos, mandó más de quinientos soldados a tomarlo preso. 40.Creía que con aprisionarlo daba un grave golpe a los judíos. 41.Cuando ya los soldados estaban a punto de ocupar la torre y forzar la puerta de entrada (ya mandaban a buscar fuego para incendiarla), Razis, rodeado por todas partes, se hirió en el vientre con su espada. 42.Prefirió morir valerosamente antes que caer en manos extrañas y sufrir ultrajes indignos de su noble origen. 43.Pero a causa de su precipitación, no había acertado el golpe y al ver que las tropas ya entraban por las puertas, reunió sus fuerzas para subir a lo alto del muro y se arrojó varonilmente encima de los soldados. 44.Ellos se retiraron y fue a caer en el espacio vacío. 45.No había muerto todavía, y encendido en valor, se levantó a pesar de la sangre que perdía por todas partes, y de sus otras heridas, y atravesó corriendo la tropa. Se detuvo sobre una roca abrupta 46.y allí, casi sin sangre, se agarró los intestinos con ambas manos y los arrojó sobre la muchedumbre y así, invocando el nombre del Señor de la vida y del espíritu, para que se la devolviera un día, dejó la vida."


Sabiduría 5,15-23
"15.Los justos, en cambio, viven para siempre, y su recompensa está junto al Señor: cuidan de ellos en casa del Altísimo. 16.Recibirán de manos del Seño lla corona magnífica, la diadema radiante ccon su mano derecha los cubrirá yy con su brazo los protegerá 17.Su amor celoso lo llevó a tomar las armas mmoviliza al universo para castigar a sus enemigos 18.Toma como coraza la rectitud yy como casco escogió sus juicios equitativos 19.Su invencible santidad le sirve de escudo 20.se ha hecho una espada con su cólera inflexible yy junto con él el universo lucha contra los insensatos 21.Los dardos del rayo darán recto en el blanco, ddisparados de las nubes como de un arco bien tenso 22.los granizos de su cólera caerán sobre ellos eel océano se indignará con ello yy los ríos los inundarán sin piedad 23.El aliento de su Poder se alzará contra ello yy los dispersará como el huracán SSu pecado convertirá a la tierra en desierto llas maldades de los poderosos echarán abajo sus tronos."

Evangelio San Lucas 17, 11 19 - YouTube
Lucas 17
"1.Dijo Jesús a sus discípulos: «Es imposible que no haya escándalos y caïdas, pero ¡pobre del que hace caer a los demás! 2.Mejor sería que lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, antes que hacer caer a uno de estos pequeños. 3.Cuídense ustedes mismos. Si tu hermano te ofende, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. 4.Si te ofende siete veces al día y otras tantas vuelve arrepentido y te dice: "Lo siento", perdónalo.» 5.Los apóstoles dijeron al Señor: «Auméntanos la fe.» 6.El Señor respondió: «Si ustedes tienen un poco de fe, no más grande que un granito de mostaza, dirán a ese árbol: Arráncate y plántate en el mar, y el árbol les obedecerá. 7.¿Acaso tienen un servidor que está arando o cuidando el rebaño? Y cuando éste vuelve del campo, ¿le dicen acaso: Entra y descansa? 8.¿No le dirán más bien: Prepárame la comida y ponte el delantal para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú? 9.¿Y quién de ustedes se sentirá agradecido con él porque hizo lo que le fue mandado? 10.Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les ha sido mandado, digan: Somos servidores que no hacíamos falta, hemos hecho lo que era nuestro deber.» 11.De camino a Jerusalén, Jesús pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, 12.y al entrar en un pueblo, le salieron al encuentro diez leprosos. Se detuvieron a cierta distancia 13.y gritaban: «Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros.» 14.Jesús les dijo: «Vayan y preséntense a los sacerdotes.» 15.Mientras iban quedaron sanos. Uno de ellos, al verse sano, volvió de inmediato alabando a Dios en alta voz, 16.y se echó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole las gracias. Era un samaritano. 17.Jesús entonces preguntó: «¿No han sido sanados los diez? ¿Dónde están los otros nueve? 18.¿Así que ninguno volvió a glorificar a Dios fuera de este extranjero?» 19.Y Jesús le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.» 20.Los fariseos estaban preguntando a Jesús: «¿Cuándo llegará el Reino de Dios?» Les contestó: «La venida del Reino de Dios no es cosa que se pueda verificar. 21.No van a decir: "Está aquí, o está allá". Y sepan que el Reino de Dios está en medio de ustedes.» 22.Jesús dijo además a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que ustedes desearán ver alguna de las manifestaciones del Hijo del Hombre, pero no la verán. 23.Entonces les dirán: "Está aquí, está allá." No vayan, no corran. 24.En efecto, como el fulgor del relámpago rasga el cielo desde un extremo hasta el otro, así sucederá con el Hijo del Hombre cuando llegue su día. 25.Pero antes tiene que sufrir mucho y ser rechazado por esta gente. 26.En los días del Hijo del Hombre sucederá lo mismo que en tiempos de Noé: 27.la gente comía, bebía, y se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca y vino el diluvio que los hizo perecer a todos. 28.Ocurrirá lo mismo que en tiempos de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, plantaba y edificaba. 29.Pero el día que salió Lot de Sodoma, cayó desde el cielo una lluvia de fuego y azufre que los mató a todos. 30.Lo mismo sucederá el día en que se manifieste el Hijo del Hombre. 31.Aquel día, el que esté en la terraza, que no baje a buscar sus cosas al interior de la casa; y el que esté en el campo, que no se vuelva atrás. 32.Acuérdense de la mujer de Lot. 33.El que intente guardar su vida la perderá, pero el que la entregue, la hará nacer a nueva vida. 34.Yo les declaro que aquella noche, de dos personas que estén durmiendo en una misma cama, una será llevada y la otra dejada; 35.dos mujeres estarán moliendo juntas, pero una será llevada y la otra dejada.» 36.Entonces preguntaron a Jesús: «¿Dónde sucederá eso, Señor?» 37.Y él respondió: «Donde esté el cuerpo, allí se juntarán los buitres.»"