DIA 230--1 Macabeos 7--8 Cantar de los Cantares 2 Lucas 8,26-56



1 Macabeos 7
"1.El año ciento cincuenta y uno, Demetrio, hijo de Seleuco, huyó de Roma. Embarcó con algunos hombres en dirección a un puerto del reino donde llegó y se proclamó rey. 2.Apenas entró en el reino de sus padres, el ejército tomó presos a Antíoco y a Lisias para entregárselos. 3.Al saberlo, Demetrio dijo: «No quiero ver sus rostros.» 4.El ejército, pues, los ejecutó, y Demetrio se sentó en el trono. 5.De pronto acudieron a él todos los israelitas sin ley ni religión, encabezados por Alcimo, hombre que pretendía el puesto de jefe de los sacerdotes. 6.Y, ante el rey, acusaron a su propio pueblo, diciendo: «Judas y sus hermanos han exterminado a todos tus amigos y nos han expulsado de nuestro país. 7.Envía, pues, a una persona de tu confianza para que vea los estragos que nos han causado a nosotros y a las provincias del rey. Que los castiguen a ellos y a todos los que los apoyan.» 8.El rey eligió a Báquides, uno de sus amigos y destacado hombre del reino, comandante de la región occidental del Eufrates. 9.Lo mandó con Alcimo, al que hizo jefe de los sacerdotes, pidiéndoles que castigaran a los israelitas. 10.Partieron con un numeroso ejército. Al llegar a Judea, enviaron a Judas y a sus hermanos falsas proposiciones de paz. 11.Los judíos, al saber que venían con un poderoso ejército, no confiaron en sus discursos, 12.pero una comisión de maestros de la Ley se reunió con Alcimo y Báquides para buscar una solución satisfactoria. 13.Estos hombres eran del grupo de los Asideos, que, en Israel, eran los primeros en solicitar la paz. 14.Y decían: «Un hombre de la descendencia de Aarón ha venido con el ejército; sin duda, se portará lealmente con nosotros.» 15.Báquides les habló amistosamente y les aseguró bajo juramento: «No causaremos ningún mal a ustedes y sus amigos.» 16.Ellos le creyeron; él, sin embargo, hizo arrestar a setenta de ellos, a los que ejecutó en un solo día, según la palabra de la Escritura: 17.«En torno a Jerusalén han esparcido los cadáveres de tus santos; derramaron su sangre y no hubo quien los sepultara.» 18.Entonces, todos en el pueblo se aterrorizaron. Decían: «Estos hombres no son buenos ni sinceros, pues han violado el pacto que hicieron con juramento.» 19.Báquides partió de Jerusalén y acampó en Bezeta. Desde allí, mandó a arrestar a varios notables que se habían pasado a él igual que algunos del pueblo, los hizo degollar y los arrojó a un pozo profundo. 20.Luego puso la provincia en manos de Alcimo, le dejó un ejército para ayudarlo y volvió donde el rey. 21.Alcimo luchó por que lo reconocieran como jefe de los sacerdotes 22.y lo ayudaron todos los que perturbaban al pueblo. Eran los dueños del país de Judea y perjudicaron mucho a los israelitas. 23.Judas vio que Alcimo y los suyos eran peores todavía que los paganos para Israel. 24.Entonces organizó expediciones por todo el territorio de Judea para hacer justicia de esos traidores e impedirles andar por el país. 25.Alcimo comprendió que Judas y los suyos lo superaban en fuerzas y que no podía oponerse a ellos, por lo que volvió donde el rey y los acusó de graves delitos. 26.El rey, entonces, envió a Nicanor, uno de sus más ilustres generales y enemigo declarado de Israel, dándole la misión de exterminar al pueblo. 27.Nicanor llegó a Jerusalén con un ejército numeroso y envió a Judas y a sus hermanos falsos mensajes de amistad, diciéndoles: 28.«No empecemos otra vez a ser enemigos; yo iré con poca gente, para entrevistarme con ustedes amistosamente.» 29.Vino en efecto a Judas y se saludaron cariñosamente, pero los enemigos estaban dispuestos a prenderlo. 30.Judas supo que venían a él con engaño; se cuidó, pues, y se apartó de ellos, y ya no quiso verlos más. 31.Nicanor, al ver que sus planes habían sido descubiertos, salió en busca de Judas, pero para combatirlo, y lo encontró cerca de Cafarsalama. 32.De los de Nicanor cayeron cerca de quinientos hombres y el resto huyó hacia la ciudad de David. 33.Después de estos acontecimientos, subió Nicanor al monte Sión y algunos sacerdotes salieron del Templo para saludarlo amistosamente y mostrarle el sacrificio que ofrecían por el rey. 34.Pero él se burló de ellos, los despreció, los insultó y les habló con arrogancia. 35.Estando muy enojado, pronunció este juramento: «Puesto que ustedes no quieren entregar en mis manos a Judas y sus hombres, en cuanto los haya derrotado, volveré a quemar este Templo.» Y se marchó furioso. 36.Los sacerdotes entraron al Templo, se detuvieron delante del altar y del Santuario y, llorando, 37.dijeron: «Tú, Señor, elegiste esta Casa para que en ella fuera invocado tu nombre, para que fuera casa de oración y súplica para tu pueblo. 38.Toma desquite de este hombre y de su ejército; mueran al filo de la espada. Acuérdate de sus insultos y no demores en castigarlos.» 39.Nicanor salió de Jerusalén y acampó en Betsur, donde se le unieron las tropas de Siria. 40.Por su parte, Judas acampó en Adasa con tres mil hombres y rezó así: 41.«Señor, cuando los mensajeros del rey de Asiria te insultaron, vino tu ángel y mató a ciento ochenta mil de ellos. 42.Aplasta hoy este ejército ante nosotros, para que los demás reconozcan que ese Nicanor ha blasfemado contra tu Templo. Júzgalo tú según su maldad.» 43.Los dos ejércitos entablaron el combate el trece del mes de Adar. El de Nicanor fue derrotado y él mismo fue uno de los primeros en caer en el combate. 44.Cuando su ejército vio que había muerto, arrojaron las armas y huyeron. 45.Los judíos los siguieron durante un día de camino desde Adasa hasta la entrada de Gazer, tocando detrás de ellos las trompetas; 46.la gente salía de todas las aldeas de Judea y rodeaban a los fugitivos obligándolos a volverse para defender su vida. 47.Así cayeron todos al filo de la espada sin quedar ni uno solo. Se apoderaron de los despojos del botín, cortaron la cabeza de Nicanor y la mano derecha que había levantado con soberbia, y las colgaron a la entrada de Jerusalén a la vista de todos. 48.El pueblo se alegró mucho y celebraron aquel día con gran regocijo. 49.Luego acordaron celebrar esta victoria cada año, el mismo día trece del mes de Adar. 50.El país de Judá gozó de paz durante poco tiempo."



1 Macabeos 8
"1.Judas tuvo noticias de los romanos. Supo que eran valientes en la guerra y se mostraban de buena voluntad con todos los que se les unían; ofrecían su amistad a todos los que a ellos se dirigían 2.y eran aliados valiosos en la guerra. Le contaron sus guerras y sus hazañas realizadas entre los galos, que sometieron y obligaron a pagarles impuestos; 3.le dijeron cuánto habían hecho en España, para apoderarse de las minas de plata y oro de ese país, 4.y cómo habían sometido aquel país muy distante de su propia tierra gracias a su inteligencia y perseverancia. Supo cómo habían derrotado a los reyes venidos desde los confines de la tierra para atacarlos. Habían logrado vencerlos y aplastarlos, y los restantes les pagaban un impuesto anual. 5.Habían vencido y sometido a Filipo y a Perseo, reyes de Macedonia, y a cuantos se les opusieron. 6.Habían vencido a Antíoco el Grande, rey de Asia, que les presentó batalla con ciento veinte elefantes, con caballería, carros y un ejército muy poderoso. Fue derrotado y, después de caer en sus manos, 7.estuvo obligado a pagar él y sus sucesores un impuesto muy importante, dar rehenes y ceder algunas de sus mejores provincias, 8.como la India, Media y Lidia, que luego los romanos entregaron al rey Eumeno. 9.Los griegos habían decidido ir a exterminarlos, 10.pero lo supieron y enviaron contra ellos un solo general que los combatió. Mataron gran número de griegos, llevaron cautivas a sus mujeres e hijos, los despojaron, sometieron el país, derribaron sus murallas y los hicieron súbditos hasta hoy. 11.Del mismo modo, destruyeron y sometieron a los otros países e islas y a cuantos se les resistían. 12.En cambio, permanecían fieles a sus aliados y a quienes confiaban en ellos. Conquistaron reinos vecinos y lejanos. Todos los que oían su nombre los temían. 13.Nombraban reyes a los que eran de su agrado y derrocaban a quienes no lo eran. Tenían así un poderío inmenso. 14.A pesar de esto, ninguno de ellos se ciñe la corona ni se viste de rey para engrandecerse. 15.Han creado un senado donde diariamente deliberan trescientos veinte hombres. Estos se preocupan del bien del pueblo y del mantenimiento del orden. 16.Cada año eligen a uno que mande sobre ellos y que gobierne el imperio, y todos le obedecen sin que haya entre ellos envidias o celos. 17.Judas, pues, envió a Roma a Eupolemo, hijo de Juan, y a Jasón, hijo de Eleazar, encargándoles la misión de concertar con los romanos una alianza de amistad. 18.De esta manera esperaba liberarse de la opresión de los griegos, ya que éstos trataban como esclavos a los israelitas. 19.Los enviados de Judá partieron a Roma, donde llegaron después de un viaje largo. Allí entraron en el Senado y tomaron la palabra, diciendo: 20.«Judas Macabeo, sus hermanos y el pueblo de Israel nos han enviado ante ustedes para concertar una alianza de paz y para que seamos contados entre sus aliados y amigos.» 21.Los romanos aprobaron esta proposición, 22.y ésta es la copia de la carta que escribieron en tablas de bronce y que enviaron a Jerusalén para que fuera memorial de paz y de alianza: 23.«Que a los romanos y el pueblo judío les vaya bien por mar y por tierra para siempre, que la espada y el enemigo estén siempre lejos de ellos. 24.Si una guerra amenaza a los romanos primero, o a alguno de sus aliados en todo su imperio, 25.la nación judía participará en la guerra de todo corazón, según se lo permitan las circunstancias. 26.Los combatientes judíos no recibirán trigo ni armas, ni dinero, ni barcos, según Roma ha decidido, sino que cumplirán gratuitamente sus compromisos. 27.Asimismo, si la nación judía es atacada, los romanos lucharán a su lado con todo entusiasmo, según lo permitan las circunstancias. 28.Los aliados romanos no recibirán trigo, ni armas, ni dinero o barcos, según ha decidido Roma, y cumplirán estos compromisos sin engaños. 29.En estos términos concluyen los romanos su alianza con la nación judía. 30.Si posteriormente unos u otros quisieran agregar o quitar algo, lo harán de común acuerdo, y lo agregado o quitado tendrá carácter obligatorio. 31.Referente al mal que causó el rey Demetrio a los judíos, le hemos escrito así: «¿Por qué mantienes tan pesado yugo sobre los judíos, nuestros amigos y aliados? 32.Si vuelven a acusarte, defenderemos sus derechos y lucharemos contra ti por mar y tierra.»"



Cantar de los Cantares 2
"1.Yo soy el narciso de Sarón y el lirio de los valles. 2.Como lirio entre los cardos, así es mi amada entre las jóvenes. 3.Como manzano entre los arbustos, así es mi amado entre los jóvenes. Estoy sentada a su sombra deseada y su fruto me es dulce al paladar. 4.Me llevó a una bodega de vino: su divisa de amor estaba encima de mí. 5.Pásenme pasteles de pasas. Reanímenme con manzanas, porque estoy enferma de amor. 6.Su izquierda se deslizabajo mi cabeza, y su derecha me abraza. 7.Hijas de Jerusalén, yo les ruego por las gacelas y las cabras del campo que no despierten ni molesten al Amor hasta cuando ella quiera. Ella: 8.¡La voz de mi amado! Miren cómo viene saltando por los montes, 9.brincando por los cerros, mi amado, como una gacela o un cabrito. Ahora se detiene detrás de nuestra cerca, y se pone a mirar por las ventanas, a espiar por las rejas. 10.Mi amado empieza a hablar y me dice: El: Levántate, compañera mía, hermosa mía, y ven por acá, paloma mía. 11.Acaba de pasar el invierno, y las lluvias ya han cesado y se han ido. 12.Han aparecido las flores en la tierra, ha llegado el tiempo de las canciones, se oye el arrullo de la tórtola en nuestra tierra. 13.Las higueras echan sus brotes y las viñas nuevas exhalan su olor. Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven. 14.Paloma mía, que te escondes en las grietas de las rocas, en apartados riscos, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz, porque tu voz es dulce y amoroso tu semblante. Ella: 15.¡Que cacen a los zorros, esos dañinos zorritos que destrozan las viñas, pues las nuestras se encuentran en flor! 16.Mi amado es para mí, y yo para mi amado; él lleva a su rebaño a pastar entre los lirios. 17.Antes que sople la brisa del día y huyan las sombras, amado mío, vuelve, como la gacela o el cabrito, por los montes de las balsameras."



Lucas 8,26-56
 26.Llegaron a la tierra de los gerasenos, que se halla al otro lado del lago, frente a Galilea. 27.Acababa Jesús de desembarcar, cuando vino a su encuentro un hombre de la ciudad que estaba poseído por demonios. Desde hacía mucho tiempo no se vestía ni vivía en casa alguna, sino que habitaba en las tumbas. 28.Al ver a Jesús se puso a gritar y se echó a sus pies. Le decía a voces: «¿Qué quieres conmigo, Jesús, hijo del Dios Altísimo? Te lo ruego, no me atormentes.» 29.Es que Jesús ordenaba al espíritu malo que saliera de aquel hombre. En muchas ocasiones el espíritu se había apoderado de él y lo había llevado al desierto. En esos momentos, por más que lo ataran con cadenas y grillos para somerterlo, rompía las ataduras. 30.Jesús le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Y él contestó: «Multitud.» Porque muchos demonios habían entrado en él; 31.y rogaban a Jesús que no les ordenara volver al abismo. 32.Había en ese lugar un gran número de cerdos comiendo en el cerro. Los demonios suplicaron a Jesús que les permitiera entrar en los cerdos, y él se lo permitió. 33.Salieron, pues, del hombre para entrar en los cerdos, y toda la piara se precipitó de lo alto del acantilado, ahogándose en el lago. 34.Al ver los cuidadores lo que había ocurrido, huyeron y llevaron la noticia a la ciudad y a los campos. 35.La gente salió a ver qué había pasado y llegaron a donde estaba Jesús. Encontraron junto a él al hombre del que habían salido los demonios, sentado a sus pies, vestido y en su sano juicio. Todos se asustaron. 36.Entonces los que habían sido testigos les contaron cómo el endemoniado había sido salvado. 37.Un miedo muy fuerte se apoderó de ellos y todo el pueblo del territorio de los gerasenos pidió a Jesús que se alejara. Cuando Jesús subió a la barca para volver, 38.el hombre del que habían salido los demonios le rogaba que lo admitiera en su compañía. Pero Jesús lo despidió diciéndole: 39.«Vuélvete a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti.» El hombre se fue y publicó en la ciudad entera todo lo que Jesús había hecho por él. 40.Ya había gente para recibir a Jesús a su regreso, pues todos estaban esperándolo. 41.En esto se presentó un hombre, llamado Jairo, que era dirigente de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa, 42.porque su hija única, de unos doce años, se estaba muriendo. Y Jesús se dirigió a la casa de Jairo, rodeado de un gentío que casi lo sofocaba. 43.Entonces una mujer, que padecía hemorragias desde hacía doce años y a la que nadie había podido curar, 44.se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto. Al instante se le detuvo el derrame. 45.Jesús preguntó: «¿Quién me ha tocado?» Como todos decían: «Yo, no», Pedro le replicó: «Maestro, es toda esta multitud que te rodea y te oprime.» 46.Pero Jesús le dijo: «Alguien me ha tocado, pues he sentido que una fuerza ha salido de mí.» 47.La mujer, al verse descubierta, se presentó temblando y se echó a los pies de Jesús. Después contó delante de todos por qué lo había tocado y cómo había quedado instantáneamente sana. 48.Jesús le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.» 49.Estaba aún Jesús hablando, cuando alguien vino a decir al dirigente de la sinagoga: «Tu hija ha muerto; no tienes por qué molestar más al Maestro.» 50.Jesús lo oyó y dijo al dirigente: «No temas: basta que creas, y tu hija se salvará.» 51.Al llegar a la casa, no permitió entrar con él más que a Pedro, Juan y Santiago, y al padre y la madre de la niña. 52.Los demás se lamentaban y lloraban en voz alta, pero Jesús les dijo: «No lloren; la niña no está muerta, sino dormida.» 53.Pero la gente se burlaba de él, pues sabían que estaba muerta. 54.Jesús la tomó de la mano y le dijo: «Niña, levántate.» 55.Le volvió su espíritu; al instante se levantó y Jesús insistió en que le dieran de comer. 56.Sus padres estaban fuera de sí y Jesús les ordenó que no dijeran a nadie lo que había sucedido."