DIA 9-Génesis 12 Y 13 -Salmo 9 -Mateo 6,19-34



Génesis 12
LOS PRIMEROS PADRES DEL PUEBLO DE DIOS
Dios llama a Abram

1 Yavé dijo a Abram: «Deja tu país, a los de tu raza y a la familia de tu padre, y anda a la tierra que yo te mostraré. 2 Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición. 3 Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. En ti serán bendecidas todas las razas de la tierra.»
4 Partió Abram, tal como se lo había dicho Yavé, y Lot se fue también con él.
4 Abram tenía setenta y cinco años de edad cuando salió de Jarán. 5 Abram tomó a su esposa Saray y a Lot, hijo de su hermano, con toda la fortuna que había acumulado y el personal que había adquirido en Jarán, y se pusieron en marcha hacia la tierra de Canaán.
6 Entraron en Canaán, y Abram atravesó el país hasta llegar al lugar sagrado de Siquem, al árbol de Moré. En aquel tiempo los cananeos ocupaban el país. 7 Yavé se apareció a Abram y le dijo: «Le daré esta tierra a tu descendencia.» Allí Abram edificó un altar a Yavé que se le había aparecido.
8 Desde allí pasó a la montaña, al oriente de Betel, y plantó su tienda de campaña, teniendo Betel al oeste y Aí al oriente. También aquí edificó un altar a Yavé e invocó su Nombre. 9 Luego Abram avanzó por etapas hacia el país de Negueb.
10 En el país hubo hambre, y Abram bajó a Egipto a pasar allí un tiempo, porque el hambre acosaba el país. 11 Estando ya para entrar en Egipto, dijo a Saray, su esposa: «Estoy pensando que eres una mujer hermosa. 12 Los egipcios al verte dirán: “Es su mujer”, y me matarán para llevarte. 13 Di, pues, que eres mi hermana; esto será mucho mejor para mí, y me respetarán en consideración a ti.»
14 Efectivamente, cuando Abram entró en Egipto, los egipcios notaron que la mujer era muy hermosa. 15 Después que la vieron los oficiales de Faraón, le hablaron a éste muy bien de ella; por eso Saray fue conducida al palacio de Faraón 16 y en atención a ella, Faraón trató bien a Abram, quien recibió ovejas, vacas, burros, siervos y sirvientas, borricas y camellos.
17 Pero Yavé afligió con grandes plagas a Faraón y su gente a causa de Saray. 18 Entonces Faraón llamó a Abram y le dijo: «¡Mira lo que me has hecho! ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa? 19 Y yo la hice mi mujer porque me dijiste que era tu hermana. ¡Ahí tienes a tu esposa! ¡Tómala y márchate!» 20 Y Faraón ordenó a sus hombres que lo devolvieran a la frontera con su mujer y todo lo suyo.

Génesis 13
1 Abram, pues, salió de Egipto con su mujer y todo lo suyo, subiendo al Negueb; también Lot estaba con él. 2 Abram era muy rico, pues tenía animales, plata y oro. 3 Viajando por etapas, caminó desde el Negueb hasta Betel, llegando al lugar donde anteriormente había levantado su tienda, entre Betel y Aí. 4 En aquel sitio había invocado el Nombre de Yavé y construido un altar.
Separación de Abram y Lot
5 También Lot, que iba con Abram, tenía rebaños, vacas y tiendas. 6 La tierra ya no les permitía vivir en un mismo lugar, pues sus rebaños eran demasiado grandes como para que estuvieran juntos.
7 Hubo una pelea entre los pastores del rebaño de Abram y los de Lot. (Los cananeos y los fereceos habitaban en el país en aquel tiempo). 8 Así pues, Abram le dijo a Lot: «Mira, es mejor que no haya peleas entre nosotros, ni entre mis pastores y los tuyos, ya que somos hermanos. 9 ¿No tienes todo el país ante ti? Pues bien, separémonos. Si tú te vas por la izquierda, yo me iré por la derecha. Y si tú te vas por la derecha, yo tomaré la izquierda.»
10 Lot echó una mirada y vio la vega del Jordán: ¡todo era de regadío! Pues antes de que Yavé destruyera Sodoma y Gomorra, era como un jardín de Yavé, como el país de Egipto viniendo de Soar. 11 Lot eligió para sí todo el valle del Jordán, y se trasladó al oriente. Así se separaron el uno del otro. 12 Abram se estableció en Canaán, y Lot en las ciudades del valle, llevando sus tiendas desde allí hasta Sodoma. 13 Los habitantes de Sodoma eran malos y pecadores ante Yavé.
14 Yavé dijo a Abram, después que Lot se separó de él: «Levanta tus ojos y mira desde el lugar en que estás hacia el norte, el sur, el oriente y el poniente. 15 Pues bien, toda la tierra que ves, te la voy a dar a ti y a tu descendencia para siempre. 16 Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra, de tal manera, que si se pudiera contar el polvo de la tierra, también se podría contar tu descendencia. 17 Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, pues te lo voy a dar a ti.»
18 Abram entonces levantó sus tiendas y fue a establecerse junto a los árboles de Mambré, en Hebrón. Allí edificó un altar a Yavé.


Salmo 9
Dios Refugio del oprimido.—

2 Que mi alma alabe al Señor y proclame todas sus maravillas...
3 En ti me alegraré y me regocijaré, y cantaré a tu Nombre, oh Altísimo.
4 Porque mis enemigos retroceden, tropiezan y perecen ante ti.
5 Te has sentado en tu trono cual juez justo y has reinvindicado mi causa y mis derechos.
6 Has abatido a las naciones, has hecho perecer a los malvados y has borrado su nombre para siempre.
7 Los enemigos fueron aniquilados, arruinados sin remedio; sus ciudades fueron devastadas, perdido su recuerdo.
8 Pero el Señor reina para siempre y establece su trono para el juicio.
9 Gobernará la tierra con justicia y juzgará con rectitud a las naciones.
10 El Señor es un bastión para el oprimido, un refugio para los tiempos de angustia.
11 Que en ti confíen los que veneran tu nombre, porque no abandonas, Señor, a los que te buscan.
12 Canten al Señor, que mora en Sión, y publiquen entre los pueblos sus hazañas.
13 Pues pide cuentas por la sangre vertida, se acuerda de los oprimidos y no olvida su clamor.
14 Ten compasión de mí, Señor, mira cómo me afligen los que me odian.
14 Sácame de las puertas de la muerte, 15 para que proclame tus maravillas, en las puertas de la hija de Sión, feliz y agradecido por tu salvación.
16 En la fosa que cavaron se han hundido los paganos y su pie quedó atrapado en la trampa que escondieron.
17 El Señor se ha manifestado, ha dictado su sentencia, y el pecador quedó atrapado en la obra de sus manos.
18 Que vuelvan al abismo los malvados, todos los paganos que olvidan al Señor.
19 Porque no será olvidado el pobre para siempre ni será en vano la esperanza del humilde.
20 ¡Levántate, Señor, que el hombre no triunfe, y sean en tu presencia juzgadas las naciones!
21 Infúndeles terror, oh Señor, que sepan los paganos que sólo son hombres.


Mateo 6,19-34
:19 No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban. 20 Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar.
21 Pues donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón.
22 Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará en obscuridad. 23 Y si tu fuente de luz se ha obscurecido, ¡cuánto más tenebrosas serán tus tinieblas!
Poner la confianza en Dios y no en el dinero
24 Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará al otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.
25 Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, no guardan alimentos en graneros, y sin embargo el Padre del Cielo, el Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que las aves?
27 ¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, puede añadir algo a su estatura? 28 Y ¿por qué se preocupan tanto por la ropa? Miren cómo crecen las flores del campo, y no trabajan ni tejen. 29 Pero yo les digo que ni Salomón, con todo su lu jo, se pudo vestir como una de ellas. 30 Y si Dios viste así el pasto del campo, que hoy brota y mañana se echa al fuego, ¿no hará mucho más por ustedes? ¡Qué poca fe tienen!
31 No anden tan preocupados ni digan: ¿tendremos alimentos?, o ¿qué beberemos?, o ¿tendremos ropas para vestirnos? 32 Los que no conocen a Dios se afanan por esas cosas, pero el Padre del Cielo, Padre de ustedes, sabe que necesitan todo eso. 33 Por lo tanto, busquen primero su reino y su justicia, y se les darán también todas esas cosas. 34 No se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le bastan sus problemas.