Significado de la palabra Biblia. División. Libros del Antiguo y Nuevo Testamento. Encontrar pasajes. P. Antonio Rivero escribió:
Después fundó un nuevo pueblo, su Iglesia, abierto a todas las fronteras de raza, lengua y color. En la Biblia Dios nos habla a todos, sin excepción. Sólo pide oídos abiertos para escucharle, docilidad de corazón para aceptar su Palabra y voluntad decidida para ponerla en práctica
Abrir la Biblia es comprometerse con Dios, que nos habla. No se puede acercarse a la Biblia como curioso, sino como creatura ante el Creador, como hijo ante su Padre, como siervo ante el Señor: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”. La Biblia es un libro, no sólo para estudiar, sino para meditar, vivir y transmitir.
La Biblia no es letra muerta o muda. Ella nos interroga, nos interpela, nos anima, nos acusa, nos enseña, nos amonesta. A quien medita la Biblia le pasará lo que a aquellos dos discípulos de Emaús, cuyos corazones ardían al hablarles Jesús por el camino de la vida.
Empecemos nuestro curso:
1. ¿Qué significa la palabra Biblia?
Biblia es una palabra griega que significa libros. Proviene de una ciudad llamada Biblios, donde se fabricaba el papiro para hacer libros. Hoy día, Biblia significa el Libro Santo escrito por hombres, bajo la inspiración y dirección de Dios. No es un solo libro, sino una colección de Libros Sagrados, que narran la historia de la Salvación, es decir, todo el esfuerzo de Dios para salvarnos, para atraernos a Él y formar con Él una comunión de vida y de amor.
A la Biblia se le llama también Sagrada Escritura, La Escritura, Palabra de Dios, Libro de la Revelación:
Se le llama Sagrada Escritura porque trata de asuntos sagrados y religiosos.
Palabra de Dios, ya que es el mismo Dios el que se comunica con nosotros a través de la Biblia.
Libro de la Revelación, ya que Dios se nos revela, es decir, corre el velo cuando la leemos; y porque los que la escribieron lo hicieron por medio de la revelación de Dios. No se la inventaron ellos.
2. ¿Cómo se divide la Sagrada Biblia?
La Sagrada Biblia se divide en dos grandes partes: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. La palabra testamento significa pacto o alianza, que Dios hizo con los hombres.
El Antiguo Testamento comprende lo sucedido desde la creación del mundo, hasta que llegó el tiempo de la venida del Hijo de Dios, y contiene los pactos o testamentos que hizo Dios con los primeros padres, con los patriarcas (Noé, Abraham, Moisés), con los profetas y con el pueblo de Dios. Narra también los éxitos que obtuvieron quienes cumplieron estos pactos o testamentos, y los fracasos que sufrieron quienes no los cumplieron. Por eso, la Biblia nos enseña a hacer el bien y a evitar el mal. A hacer el bien, que gusta a Dios; y a evitar el mal que le hiere y le pone triste.
El Nuevo Testamento contiene lo que sucedió desde el nacimiento del Hijo de Dios en Belén, sus enseñanzas, su vida, su Pasión, su Muerte, Resurrección y Ascensión a los cielos. Y, además, la historia de los apóstoles, las cartas de algunos de ellos, y el libro de Apocalipsis. El primer pacto que hizo Dios fue con Moisés. El segundo pacto o Nueva Alianza lo hizo a través de Jesucristo, su Hijo. El antiguo Pueblo de Israel viene ahora sustituido con un nuevo Pueblo: La Iglesia, por Él fundada.
Estos dos Testamentos no son independientes uno del otro, sino que el antiguo es preparación para el nuevo y ambos están estrechamente unidos. Ambas Alianzas constituyen la historia de la salvación, en la cual Dios interviene con sus palabras y con sus obras en la vida de los hombres para llevar a cabo su plan.
Todos nosotros junto con Dios somos los protagonistas de esta historia sagrada; todos con Dios estamos dentro de ella porque todos los hombres vamos en peregrinación hacia el Padre.
Siguiendo la historia del Pueblo escogido, nosotros llegamos a descubrir nuestra propia historia. Igual que el Pueblo de Israel, Dios nos ofrece su amor y nos hace comprender cómo podemos responderle, no obstante nuestras rebeldías y pecados.
3. ¿Cuántos libros contiene la Sagrada Escritura?
Contiene 73 libros, realizados por diferentes escritores y en distinto tiempo, aunque todos inspirados por Dios a través del Espíritu Santo De estos 73 libros, 46 son del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento.
4. ¿Qué temas tratan los libros del A.T.?
Génesis: creación del mundo y del hombre. La respuesta del hombre: el pecado y las consecuencias del pecado. La reacción de Dios: patriarcas.
Éxodo: narra la esclavitud de los israelitas en Egipto, como consecuencia del pecado; Dios manda a Moisés para liberar a su pueblo a fin de que sea libre y lo adore en el monte santo. Dios demuestra su poder ante el faraón, modelo y paradigma de la soberbia. Dios hace un pacto con el hombre y le da sus mandamientos como único camino de la verdadera libertad y felicidad.
Levítico, Número y Deuteronomio: leyes que Dios dio a los israelitas. Despedida y muerte de Moisés.
Josué: historia de cómo los israelitas, con la ayuda especialísima de Dios, se apoderaron de la Tierra Prometida.
Jueces: narración de los hechos famosos de los primeros jefes que tuvieron los israelitas, durante 300 años.
Ruth: bella historia de los antepasados de David.
Samuel: historia de Samuel, y de los primeros reyes: Saúl y David.
Reyes: Salomón y demás reyes.
Crónicas o Paralipómenos: otra historia de los reyes de Israel.
Esdras y Nehemías: narración de los hechos que sucedieron cuando Israel volvió del destierro.
Tobías, Ester y Judit: bellísimas historias de estos personajes, que son ejemplo para nosotros.
Macabeos: sucesos heroicos que por intervención especial de Dios lograron los cinco hermanos Macabeos para libertar a Israel.
Job: historia del hombre más atormentado y más paciente de la antigüedad.
Salmos: 150 himnos en forma de oración, para todas las ocasiones y circunstancias de nuestra vida.
Proverbios: más de tres mil refranes de profunda sabiduría, compuestos por Salomón y otros sabios.
Eclesiastés o Qohélet, Cantar de los Cantares, Sabiduría: tres libros que los antiguos atribuyeron a Salomón. En ellos se esconden las grandes verdades eternas.
Eclesiástico o Sirácida: más de mil consejos prácticos para tener éxito en la vida.
Los Profetas: escritos que anuncian los premios que Dios dará a los buenos y los castigos que se autoinfligen quienes desobedezcan a Dios.
5. ¿Y los libros del Nuevo Testamento?
Los Santos Evangelios: la vida, enseñanzas, pasión, muerte, resurrección y ascensión de Jesús.
Los hechos de los apóstoles: la primera iglesia primitiva, en su primeros 40 años, después de la muerte de Jesús. Historia de san Pablo.
Catorce cartas de san Pablo: el gran teólogo. En sus cartas se contiene prácticamente toda la teología.
La Epístola a los Hebreos: exhortación cuando la fe está en dificultades
Carta de Santiago: fe con obras.
Las dos cartas de san Pedro y san Judas.
Las tres cartas de san Juan: consecuencias del mandamiento nuevo.
Apocalipsis: libro misterioso, donde se narra lo que sucederá al final del mundo.
6. ¿Qué condiciones se necesitan para tener éxito al leer la Sagrada Biblia?
a) Oración, pidiendo a Dios nos ilumine para entender su mensaje.
b) Lectura pausada, para poder digerir bien.
c) Humildad, sabiéndonos necesitados de Dios.
d) No buscar ciencia profana, sino un mensaje espiritual para salvarnos.
e) No dejar pasar el día sin leer una página de la Sagrada Biblia.
f) Leer explicaciones de buenos libros que comenten la Sagrada Escritura; o pedir esas explicaciones a expertos de la Biblia.
g) Leer la Sagrada Escritura en el orden más fácil para entenderla: Evangelios, Hechos, Génesis y Éxodo, Samuel y libros de los Reyes, Tobías y Judit, Salmos, Proverbios, Eclesiástico, Santiago, san Pablo, etc.
Cada libro se encuentra dividido en capítulos y cada capítulo en versículos o versos. Ejemplo: si se nos dice “Mateo 16, 12” quiere decir: Evangelio de san Mateo, capítulo 16, versículo 12. Si se nos dice, por ejemplo, “Lucas 1, 20-26”, significa: capítulo 1, del versículo 20 al 26. Si leemos así: “Marcos 1, 3.8.10” significa esto: capítulo 1, versículos 3, 8 y 10 solamente.
8. ¿Qué conclusiones podemos sacar de lo que hemos hablado en esta introducción?
Primera conclusión: la Biblia es más que un libro, es Dios quien nos habla. Para oírlo necesitamos fe y así creer en Él; debemos abrirle nuestro corazón e inteligencia; esperanza, para estar ciertos de que sólo siguiendo su voluntad y aceptando las invitaciones que nos hace el Espíritu Santo podemos ser verdaderamente felices; y caridad, para ser generosos y dar los frutos que Dios espera de nosotros.
Segunda conclusión: Dios siempre ha estado junto al hombre, está presente en los hechos diarios y nos acompaña en nuestra peregrinación de vuelta a Él, es decir, durante toda nuestra vida.
Tercera conclusión: Dios nos escucha y nos habla siempre porque somos suyos, nos ama y formamos parte de su plan de salvación.
Cuarta conclusión: la historia de la presencia de Dios es eterna, pues ha existido siempre y desde siempre estamos en su plan divino.
Quinta conclusión: leer la Biblia es el medio para animarnos a tener siempre presente a Dios en nuestras vidas. La Biblia nos entusiasma por Dios y nos llena de amor hacia Él. Nos anima a llenarnos de obras buenas. Nos da gran temor y aversión hacia el pecado. La Biblia consuela mucho y lleva al arrepentimiento, la conversión y cambio de vida.
Señor, tú nos dijiste: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”; nosotros te queremos seguir y conocer a través del conocimiento de las Sagradas Escrituras, concédenos luz para entender lo que a través de ellas tú nos quieres decir. Amén.