DIA 247--Job 4--7 Sabiduría 6,17-25 Lucas 19,1-27

Job 4
"1.Elifaz de Temán tomó la palabra y dijo: 2.«¿Te molesta si te hablamos? Pero, ¿cómo guardar silencio? 3.Mira, tú dabas lección a mucha gente, les dabas fuerza a los que se sentían débiles. 4.Con tu palabra sostenías a aquel que vacilaba, robustecías las piernas de los endebles; 5.¿y ahora que te llega a ti la hora, te impacientas; ahora que te toca a ti, estás tan conmovido? 6.¿No te da confianza tu respeto al derecho? ¿No te sientes seguro por tu buena conducta?» 7.Recuerda, pues, ¿cuándo ha perecido un inocente, dónde se ha visto que los buenos desaparezcan? 8.He observado a los que hacen el mal: los mismos que lo siembran lo cosechan. 9.Dios los hace perecer con el aliento de su boca y los aniquila con el soplo de su cólera. 10.Ruge el león, aulle el leopardo, pero a la fiera se le rompen los dientes. 11.El león se muere porque no encuentra presa, y los cachorros de la leona se dispersan. 12.Una revelación me hicieron en secreto, y su eco furtivo captaron mis oídos. 13.En el momento en que se tienen pesadillas, cuando una pesadez se apodera de los hombres, 14.sentí un escalofrío de terror y mis huesos se pusieron a temblar. 15.Un soplo se deslizó sobre mi cara y se me pusieron de punta los pelos de la piel. 16.Alguien está... no distingo su cara, pero veo una figura ante mis ojos. Hay silencio... luego escucho hablar en voz baja: 17.¿Hay algún hombre que se encuentre bueno delante de Dios? 18.¿Será puro algún mortal a los ojos de su Hacedor? Ni siquiera en sus servidores Dios confía, él, que descubre fallas en sus mismos ángeles. 19.¿Qué decir de los que viven en casas de barro, cuyos cimientos no son más que de polvo, 20.a los que se aplasta de un golpe como un insecto? Son hechos trizas de la noche a la mañana, sin decir pío. 21.Su tienda les ha sido desarmada y murieron sin darse de ello cuenta."




Job 5
"Llama, pues, si quieres; ¿quién te responderá? ¿A cuál de los santos te dirigirás? 2.¿Rebelarte? Así perece el insensato. ¿Enojarte? De eso mueren los tontos. 3.Yo he visto al insensato echar raíces, de pronto se derribó su casa: «¡Que a sus hijos nadie los socorra! 4.No encontraban sus hijos quién los ayudara o defendiera de los ataques en un corte. 5.Hambrientos les robaban sus cosechas, llevándolas a sus escondites Se les arrebatarán sus bienes y los sedientos tomaban sus bienes. 6.No, el desorden no nace de la tierra, ni desde el suelo brota la desgracia. 7.El hombre engendra su propio castigo así como en las nubes hace estallar el águila el rayo 8.Yo, en tu lugar, a Dios recurriría y a él expondría mi causa. 9.A él, que hace cosas grandes e insondables, maravillas innumerables. 10.A él, que derrama la lluvia sobre la tierra y envía las aguas a los campos. 11.Ensalza a los humildes y alivia a los afligidos, 12.desbarata los planes de los astutos, y aunque quieran no pueden reponerse. 13.Atrapa a los sabios en su astucia, y las decisiones de los sagaces no aciertan. 14.En pleno día los asaltan tinieblas, y van a tientas como si fuera de noche. 15.Así salva Dios al arruinado cuando lo persiguen y libra al pobre de las manos del poderoso. 16.Así el débil renace a la esperanza, y la injusticia tiene que callar. 17.¡Dichoso el hombre a quien Dios corrige! No desprecies, pues, la lección del Omnipotente, 18.pues él es el que hiere y el que venda la herida, él lastima y después curan sus manos. 19.Seis veces te librará de la angustia. y a la séptima el mal no te alcanzará. 20.Durante el hambre, te salvará de la muerte; y en la guerra, del golpe de la espada. 21.Estarás protegido de la lengua malvada, sin miedo a que llegue el salteador. 22.Te reirás de la sequía y del hambre, y no temerás a los animales feroces. 23.No más piedras en tus campos: la tierra te servirá, y las bestias salvajes no te atacarán. 24.Sabrás que en tu tienda todo prospera, a visitar tus tierras no verás allí perjuicios. 25.Verás multiplicarse tu descendencia, y tus renuevos como la hierba de la tierra. 26.Llegarás a la tumba cargado de años como se recogen a su tiempo las gavillas. 27.Todo esto lo hemos comprobado y así es. Lo hemos visto, comprúebalo tú también."



Job 6
"1.Job tomó la palabra y dijo: 2.«Si se pudiese pesar mi aflicción y poner mis males sobre una balanza, 3.pesarían más que la arena de los mares, y por eso hablo tan impetuosamente. 4.Llevo en mí las flechas del Omnipotente mi espíritu bebe su veneno, ¿qué diré a Dios cuando ellas me atormentan? 5.¿Rebuzna acaso un burro junto a la hierba verde? ¿Muge un buey junto al forraje? 6.¿Tiene gusto la comida sin sal? ¿Se encontrará sabor en la clara del huevo? 7.Pero ahora sólo tengo por pan todo lo que no quería tocar. 8.¡Ojalá se escuchara mi ruego y Dios me concediera lo que espero, 9.que por fin se decida a aplastarme, que deje caer su mano y me suprima. 10.Al menos tendría consuelo y gozo en medio de mi terrible susto, porque no habría maldecido la decisión del Santo. 11.¿Tendré aún fuerzas para esperar, y qué futuro puedo esperar aún? 12.¿Acaso resistiré como la roca? ¿Es mi carne de bronce? 13.Ya no encuentro en mí fuerza que me salve y toda ayuda se ha ido lejos de mí. 14.El que niega la compasión al prójimo desecha el temor del Omnipotente. 15.Mis hermanos me han fallado como un arroyo, como un torrente que dura sólo un tiempo: 16.Era el derretimiento de los hielos, las aguas brotaban por debajo de las nieves, 17.pero llega el verano y se evaporan, en cuanto hace calor queda seco su lecho. 18.En busca de ellos las caravanas alargan su camino, se hunden en lo desconocido. 19.Los viajeros de Temán se ubicaban con ellos, y se dirigían hacia ellos las caravanas de Sabá, 20.pero su esperanza ha sido en vano, al llegar no saben qué hacer. 21.Así son ahora ustedes para mí. Han visto cosas horribles y les entra miedo. 22.¿Les he dicho acaso: «Denme algo, rescátenme con algo de su fortuna, 23.o líbrenme de una mano enemiga y rescátenme de manos de algún opresor? 24.Aclárenme esto y callaré. Háganme ver en qué me he equivocado. 25.¡Da gusto escuchar una sana corrección! Pero, ¿qué pretenden con sus sermones? 26.¿Quieren sólo condenar mis palabras, o rectificar lo dicho por un hombre que sufre? 27.Mas ustedes disponen de mí como de un indefenso y traicionan a su propio amigo. 28.se lo pido, mírenme, no les mentiré a la cara. 29.¡Comiencen de nuevo, pero sin faltar justicia! Retomemos el examen de mi causa. 30.Hay acaso falsedad en mis discursos? ¿No sé todavía distinguir el mal del bien?"


Job 7
"1.Un trabajo forzado es la vida del hombre sobre la tierra, y sus días son los de un jornalero. 2.Se parece al esclavo que suspira por la sombra, o al jornalero que espera su salario. 3.Así a mí me han tocado meses de decepción, y fueron mi parte noches de dolor. 4.Al acostarme digo: «¿Cuándo llegará el día?» Al levantarme: «¿Cuándo será de noche?» Y hasta el crepúsculo me abruman mis inquietudes. 5.Mi carne está cubierta de gusanos y costras, mi piel se ha arrugado y se deshace, 6.mis días han corrido más rápidos que la lanzadera, y se pararon cuando ya no hubo hilo. 7.Recuerda que mi vida es un soplo, y que mis ojos no verán más la felicidad. 8.Los ojos que me miraban ya no me verán, y si me buscas ya no estaré. 9.Así como la nube se disipa y pasa, así el que baja donde los muertos no sube más. 10.No volverá a su casa y los lugares en que estuvo no lo verán jamás. 11.Por eso no quiero callarme sino que expresaré la angustia de mi espíritu y haré que escuchen la pena de mi alma. 12.¿Soy acaso el mar o el Monstruo marino, para que pongas guardia a mi alrededor? 13.Si digo: «Mi cama me consolará, y mi jergón aliviará mi llanto, 14.entonces tú me asustas con sueños y me aterrorizas con visiones. 15.Preferiría ser sofocado: la muerte antes que estos dolores. 16.Mira que desfallezco, no viviré para siempre. ¡Déjame! Ves que mis días son un soplo. 17.¿Qué es el hombre para que te fijes tanto en él y pongas en él tu mirada, 18.para que lo vigiles cada mañana y lo pongas a prueba a cada instante? 19.¿Cuándo apartarás de mí tus ojos y me darás tiempo de tragar mi saliva? 20.Si he pecado, ¿qué te he hecho a ti, guardián de los hombres? ¿Por qué me has tomado como blanco de tus golpes? ¿En qué te molesto? 21.¿No puedes soportar mi falta y hacer la vista gorda ante mi pecado? Porque pronto me voy a acostar en el polvo, y cuando me busques, ya no existiré.»"


Sabiduría 6,17-25
"17.El comienzo de la sabiduría es un verdadero deseo de formarse: buscar la instrucción es amarla. 18.El que la ama observa sus leyes, el que obedece sus leyes se asegura la vida que no perece, 19.y la vida que no perece nos pone muy cerca de Dios. 20.¡Vean, pues, de qué manera la sabiduría nos lleva a la realeza! Pues bien, soberanos de los pueblos, si aprecian el trono y las insignias del poder, honren a la Sabiduría y reinarán por siempre. 22.Les voy a decir lo que es la sabiduría y cuál es su origen, no les ocultaré secreto alguno. Quiero seguirla desde sus comienzos y exponerles claramente, sin apartarme de la verdad, todo lo que de ella se puede saber. 23.Porque aquí no hay secretos que guardar celosamente, eso no tendría nada que ver con la Sabiduría. 24.Si se multiplicaran los sabios, sería la salvación del mundo, porque un rey inteligente hace la prosperidad de su pueblo. 25.Instrúyanse pues por medio de mis palabras, y con ello obtendrán beneficios."


Lucas 19,1-27
"Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad. 2.Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. 3.Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. 4.Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. 5.Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» 6.Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. 7.Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.» 8.Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.» 9.Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, 10.pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.» 11.Estando la gente escuchando estas cosas, añadió una parábola, pues estaba él cerca de Jerusalén, y creían ellos que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. 12.Dijo pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la investidura real y volverse. 13.Habiendo llamado a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: "Negociad hasta que vuelva." 14.Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijese: "No queremos que ése reine sobre nosotros." 15.«Y sucedió que, cuando regresó, después de recibir la investidura real, mandó llamar a aquellos siervos suyos, a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. 16.Se presentó el primero y dijo: "Señor, tu mina ha producido diez minas." 17.Le respondió: "¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo mínimo, toma el gobierno de diez ciudades." 18.Vino el segundo y dijo: "Tu mina, Señor, ha producido cinco minas." 19.Dijo a éste: "Ponte tú también al mando de cinco ciudades." 20.«Vino el otro y dijo: "Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo; 21.pues tenía miedo de tí, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste, y cosechas lo que no sembraste." 22.Dícele: "Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; 23.pues ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses." 24.Y dijo a los presentes: "Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas." 25.Dijéronle: "Señor, tiene ya diez minas." 26.- "Os digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará." 27.«"Pero a aquellos enemigos míos, los que no quisieron que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos delante de mí."» 28.Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén. 29.Y sucedió que, al aproximarse a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, 30.diciendo: «Id al pueblo que está enfrente y, entrando en él, encontraréis un pollino atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre; desatadlo y traedlo. 31.Y si alguien os pregunta: "¿Por qué lo desatáis?", diréis esto: "Porque el Señor lo necesita."» 32.Fueron, pues, los enviados y lo encontraron como les había dicho. 33.Cuando desataban el pollino, les dijeron los dueños: «¿Por qué desatáis el pollino?» 34.Ellos les contestaron: «Porque el Señor lo necesita.» 35.Y lo trajeron donde Jesús; y echando sus mantos sobre el pollino, hicieron montar a Jesús. 36.Mientras él avanzaba, extendían sus mantos por el camino. 37.Cerca ya de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, se pusieron a alabar a Dios a grandes voces, por todos los milagros que habían visto. 38.Decían: «Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas.» 39.Algunos de los fariseos, que estaban entre la gente, le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos.» 40.Respondió: «Os digo que si éstos callan gritarán las piedras.» 41.Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, 42.diciendo: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. 43.Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, 44.y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita.» 45.Entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían, 46.diciéndoles: «Está escrito: Mi Casa será Casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!» 47.Enseñaba todos los días en el Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables del pueblo buscaban matarle, 48.pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo el pueblo le oía pendiente de sus labios."