DIA 182--1 Crónicas 16--17 Proverbios 14,18-35 2 Corintios 13



1 Crónicas 16
1 Trajeron el Arca de Yavé y la colocaron en medio de la tienda que David había hecho levantar para ella; y ofrecieron ante Dios víctimas quemadas y sacrificios de comuniones. 2 Cuando David hubo acabado de ofrecer las víctimas consumidas por el fuego y los sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre de Yavé, 3 y repartió a todo el pueblo de Israel, hombres y mujeres, a cada uno, una torta de pan, una porción de carne asada y un pastel de pasas.
David organiza el culto
4 David estableció delante del Arca de Yavé a los levitas, cuyo servicio sería celebrar, glorificar y alabar a Yavé, Dios de Israel. 5 Asaf era el jefe; Zacarías era el segundo; luego Uziel, Semiramot, Jejiel, Matatías, Eliab, Benaías, Obededom y Jeiel con sus instrumentos, salterios y cítaras. Asaf hacía sonar los címbalos. 6 Los sacerdotes Benaías y Yajaziel tocaban sin interrupción las trompetas delante del Arca de la Alianza de Dios.
7 Aquel día David estableció por primera vez que Yavé sería alabado por medio de Asaf y sus hermanos en la forma siguiente:
8 Celebren al Señor, alaben su nombre, proclamen sus maravillas a todo el mundo.
9 Entónenle cantos y que todos mediten sus prodigios.
10 Que su santo Nombre sea nuestro orgullo. Que se llenen de alegría los que buscan al Señor.
11 Piensen en el Señor y en su poder, busquen siempre su mirada.
12 Recuerden cuántas maravillas ha obrado, sus prodigios y sus decisiones.
13 Descendientes de Israel su siervo; hijos de Jacob, su elegido.
14 El Señor en persona es nuestro Dios, sus sentencias abarcan toda la tierra.
15 Recuerda eternamente su alianza, la promesa que hizo a tantas generaciones.
16 El pacto conseguido con Abraham, el juramento que hizo a Isaac.
17 Para que fuera la ley de Jacob su alianza eterna con Israel.
18 Cuando le dijo: Te daré la tierra de Canaán como parte de tu herencia.
19 Cuando aún eran muy pocos y escasos y forasteros en esa tierra.
20 Iban como peregrinos de pueblo en pueblo y emigraban de una nación a otra.
21 No consintió que nadie los maltratara y por ellos castigó a los reyes.
22 Diciéndoles: No toquen a mis elegidos, ni hagan daño a mis profetas.
23 Cante al Señor toda la tierra, de día en día anuncien su salvación.
24 Proclamen su gloria entre las naciones y digan sus maravillas entre los pueblos.
25 Grande es el Señor y digno de alabanza, más tremendo que todos los dioses.
26 No existen esos dioses de las gentes: no son más que ídolos.
26 Fue el Señor quien hizo los cielos.
27 Majestad y gloria van delante de él, poder y esplendor llenan su santuario.
28 Adoren al Señor todas las familias de la tierra. Reconozcan su poder.
29 Den gloria a su santo nombre. Ofrézcanle sacrificios, entren en su templo.
29 Póstrense ante él con vestidos sagrados.
30 Que la tierra entera se estremezca ante él: el mundo ahora no se conmoverá.
31 Haya júbilo en el cielo y en la tierra; digan entre las naciones: El Señor reina.
32 Que resuene el mar y cuanto lo llena. Alégrese el campo y todo lo que en él vive.
33 Y salten de gozo todos los árboles, gócense delante del Señor que ya viene, viene para juzgar a la tierra.
34 Alaben al Señor porque es bueno. Porque es eterna su misericordia.
35 Digan: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y júntanos de entre las naciones, a fin de celebrar tu nombre santo y tener nuestra gloria en alabarte.
36 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre hasta siempre: Que todo el pueblo diga: Amén. Aleluya.
36 Todo el pueblo contestó «Amén» y alabó a Yavé.
37 David dejó allí, ante el Arca de la Alianza de Yavé, a Asaf y a sus hermanos, para celebrar el culto constantemente delante del Arca según el rito de cada día; 38 y a Obededom, hijo de Jedutún, y a Josá, como porteros. 39 David dejó al sacerdote Sadoq y a sus hermanos, los sacerdotes, delante de la Morada de Yavé en el alto de Gabaón, 40 para que ofrecieran continuamente sacrificios a Yavé en el altar de los holocaustos, por la mañana y por la tarde, según todo lo escrito en la ley que Yavé había mandado a Israel.
41 Con ellos estaban Hemán y Jedutún, y el resto de los hombres escogidos y señalados cada cual por su nombre para alabar a Yavé, y cantar: «Porque es eterna su misericordia.»
42 Y con estos Hemán y Jedutún había trompetas, címbalos e instrumentos para los cánticos de Dios. Los hijos de Jedutún permanecían a la puerta.
43 Después el pueblo se fue a sus casas, y David a la suya para bendecirla.



1 Crónicas 17
La profecía de Natán
1 Cuando David ya estuvo en su casa, dijo al profeta Natán: «Mira que yo vivo en una casa de madera de cedro mientras el Arca de la Alianza de Yavé está bajo pieles.» 2 Le respondió Natán: «Haz todo cuanto te inspira tu corazón, porque Dios está contigo.»
3 Aquella misma noche Yavé habló a Natán, para decirle: «Ve y transmite este recado a mi siervo David: 4 Esto dice Yavé: No me edificarás tú la casa en que yo habite. 5 Pues no he habitado en casa alguna desde el día en que hice subir a los hijos de Israel, hasta el día de hoy; sino que he andado de tienda en tienda y de morada en morada. 6 Durante todo el tiempo que he ido de un lado a otro con todo Israel, ¿he dicho acaso a alguno de los jueces de Israel, a los que encargué el gobierno de mi pueblo: Por qué no me edifican una casa de cedro?
7 Di, pues, ahora, esto a mi siervo David: Así habla Yavé Sebaot: Yo te saqué de detrás de las ovejas para que fueras jefe de mi pueblo Israel, 8 y he estado contigo en todas tus empresas, he eliminado a todos tus enemigos de delante de ti y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la tierra. 9 Fijaré un lugar a mi pueblo de Israel y lo plantaré allí para que no se mueva más; no será ya perturbado y los malvados no seguirán oprimiéndolo como antes. 10 Desde los días en que instituí jueces sobre mi pueblo de Israel, te sometí a todos tus enemigos, y te anuncié que Yavé te edificará una casa. 11 Cuando se cumplan tus días para ir con tus padres, afirmaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno de tu sangre, y aseguraré tu reino.
12 El me edificará una Casa y yo afirmaré su trono para siempre. 13 Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo, y no apartaré de él mi amor, como lo aparté del que estaba ante ti. 14 Yo lo mantendré en mi casa y en mi reino para siempre y su trono estará firme eternamente.»
15 Y Natán habló a David conforme a todas estas palabras y conforme a esta visión.
Acción de gracias de David
16 Vino entonces el rey David a sentarse delante de Yavé, y dijo: «¿Quién soy yo, oh Yavé Dios, y qué es mi casa para que hayas hecho por mí tales cosas?, 17 y aun esto es poco a tus ojos, oh Dios, que también haces promesas a mi descendencia para el futuro lejano. Me has mirado como si fuera un hombre distinguido, ¡oh Yavé Dios! 18 ¿Qué más le queda que desear a David? Tú me conoces a mí, tu siervo. 19 ¡Oh, Señor!, por amor de tu siervo y según tu corazón has realizado toda esta obra, para dar a conocer todas tus grandezas.
20 ¡Oh Yavé! Nadie hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, según todo lo que hemos oído con nuestros oídos. 21 Y ¿qué otro pueblo hay sobre la tierra como tu pueblo de Israel, a quien Dios haya ido a rescatar para hacerlo su pueblo, dándole renombre por medio de cosas grandes y terribles, arrojando naciones de delante de él y librándolo en la esclavitud de Egipto?
22 Tú has constituido a Israel tu pueblo, como pueblo tuyo para siempre, y tú, Yavé, te has hecho su Dios. 23 Ahora, pues, oh Yavé, que se verifique eternamente la palabra que has dirigido respecto a tu siervo y a su casa; y haz según tu palabra. 24 Sí, que todo se verifique; y sea tu nombre engrandecido por siempre y que se diga: Yavé Sebaot, el Dios de Israel, es un Dios para Israel. Y que la familia de tu siervo David subsista en tu presencia.
25 ¡Oh Dios mío! Acabas de revelar a tu siervo que vas a edificarle una casa, y por esto he encontrado valor para orar en tu presencia. 26 Ahora, pues, Yavé, tú eres Dios y tú has prometido esta dicha a tu siervo, 27 y ahora te has dignado bendecir la casa de tu siervo para que permanezca por siempre en tu presencia. ¡Oh Yavé! Tú eres el que bendice y mi casa, pues, será bendita para siempre.»



Proverbios 14,18-35
18 Los ingenuos sólo adquieren la estupidez, los hábiles podrán estar orgullosos de su saber.
19 Los malos se inclinarán ante los buenos, los pecadores esperarán junto a la puerta del justo.
20 El pobre le causa fastidio a su mismo vecino, mientras que el rico tiene muchos amigos.
21 El que desprecia a su prójimo comete un pecado; feliz el que tiene piedad de los desgraciados.
22 ¿No han perdido su camino los que maquinan el mal? ¿Acaso no se topará con la bondad y la fidelidad el que busca el bien?
23 Todo trabajo tiene su recompensa, pero lo que se queda en palabras lleva a la miseria.
24 La riqueza será la corona de los sabios, y el tonto se quedará con su estupidez.
25 Un testigo veraz salva vidas, el marrullero profiere mentiras.
26 El que teme a Yavé tiene un apoyo firme, sus hijos podrán confiar en él.
27 El temor de Yavé es fuente de vida, a uno lo libra de los lazos de la muerte.
28 Un pueblo numeroso es la gloria de su rey; cuando faltan los súbditos es la ruina del soberano.
29 El que demora en enojarse da muestra de inteligencia, el que no se domina manifiesta su locura.
30 La paz del corazón fomenta la salud, pero la envidia corroe los huesos.
31 El que oprime al pobre insulta a su Creador, el que tiene piedad de los indigentes le rinde homenaje.
32 Al malvado lo derriba su propia malicia; el justo está seguro hasta en la muerte.
33 La sabiduría habita en los hombres de buen criterio, la estupidez se encuentra entre los insensatos.
34 Una nación crece por la justicia; el pecado es la vergüenza de los pueblos.
35 El servidor inteligente será apreciado por el rey, pero el incapaz se hace acreedor a su cólera.


2 Corintios 13
1 Esta es la tercera vez que voy a verlos, y todo asunto se decidirá por declaración de dos o tres testigos. 2 Ya se lo dije, y ahora que estoy lejos se lo repito como la segunda vez que estuve allá: cuando vuelva a visitarlos no tendré piedad. Que lo sepan tanto los que vivieron en pecado como los demás. 3 Así podrán comprobar que Cristo habla por mí. El no se muestra débil con ustedes, sino que más bien actúa con poder. 4 Si bien su debilidad lo llevó a la cruz, ahora vive por la fuerza de Dios. Así también nosotros compartimos su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios para ustedes.
5 Examínense y vean si permanecen en la fe. Pruébense a sí mismos. ¿Están seguros de que Cristo Jesús está en ustedes? ¿Y qué, si la prueba les sale contraria? 6 Ojalá que vean cómo nosotros la superamos.
7 Pedimos a Dios que no hagan mal alguno, no para quedar bien nosotros, sino por ustedes, para que hagan el bien, aunque quedemos mal nosotros. 8 Pues no tenemos poder alguno contra la verdad, sino sólo a favor de ella, 9 y nos alegramos cada vez que nos sentimos débiles y ustedes fuertes. Y pedimos a Dios que ustedes lleguen a la perfección.
10 Todo esto se lo digo desde lejos, para no tener que mostrarme duro entre ustedes con la autoridad que el Señor me dio para edificar y no para destruir.
11 Finalmente, hermanos, estén alegres, sigan progresando, anímense, tengan un mismo sentir y vivan en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes.
12 Salúdense los unos a los otros con el beso santo. 13 Les saludan todos los santos.
14 La gracia de Cristo Jesús, el Señor, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.