DIA 170--2 Reyes 14--15 Proverbios 8,1-21 2 Corintios 1



2 Reyes 14
1 Amasías, hijo de Yoás, rey de Judá, comenzó a reinar el décimo año de Yoás, hijo de Yoajaz, rey de Israel. 2 Tenía veinticinco años cuando subió al trono y reinó veintinueve años en Jerusalén. 3 Hizo lo que es justo a los ojos de Yavé, pero no como su padre David. De todos modos, se portó como su padre Yoás. 4 Los Altos Lugares no desaparecieron y el pueblo continuó ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los Altos Lugares. 5 En cuanto Amasías fue dueño de la situación en su reino, condenó a muerte a sus servidores que habían dado muerte a su padre, 6 pero no condenó a muerte a los hijos de los asesinos, de acuerdo a lo que está escrito en el Libro de la Ley de Moisés.
6 Yavé, en efecto, dio este mandato: «Los padres no serán condenados a muerte por los hijos, ni éstos por sus padres; sino que cada cual será condenado a muerte por su propio pecado».
7 Amasías derrotó a los edomitas en el valle de la Sal y se apoderó de la meseta a costa de un duro combate; le dio el nombre de Yoctel, el que lleva hasta el día de hoy. 8 Entonces Amasías envió mensajeros a Yoás, hijo de Yoajaz, hijo de Jehú, rey de Israel: «Ven a pelear conmigo», le decía. 9 Yoás, rey de Israel, mandó decir a Amasías rey de Judá: «El espino del Líbano mandó decir al cedro del Líbano: Da tu hija a mi hijo como esposa. Pero el animal salvaje del Líbano pasó y arrasó con el espino. 10 Venciste a Edom y estás orgulloso de ello. Muy bien, ufánate y quédate en casa. ¿Para qué vas a atraer la desgracia y la muerte sobre ti y sobre Judá?»
11 Pero Amasías no le hizo caso. Entonces Yoás, rey de Israel, avanzó y se enfrentaron en Bet-Semés, que está en Judá. 12 Judá fue derrotado por Israel y todos huyeron a sus tiendas. 13 Yoás, rey de Israel, tomó prisionero a Amasías, rey de Judá, hijo de Yoás, hijo de Ocozías, en Bet-Semés y se lo llevó a Jerusalén. Demolió la muralla de Jerusalén en más de cien metros, desde la puerta de Efraín hasta la puerta del Angulo; 14 se apoderó de todo el oro y la plata, de todos los objetos que había en la casa de Yavé y en el tesoro del palacio real como también de los rehenes, y regresó después a Samaría.
15 El resto de los hechos de Yoás y lo que hizo, su valentía, la manera como combatió con Amasías, rey de Judá, todo eso está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel. 16 Yoás se acostó con sus padres y lo enterraron en Samaría junto a los reyes de Israel; en su lugar reinó Jeroboam, su hijo.
17 Después de la muerte de Yoás, hijo de YoAjaz, rey de Israel, Amasías hijo de Yoás, rey de Judá, vivió aún quince años. 18 El resto de los hechos de Amasías está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá. 19 Hubo una conspiración en su contra en Jerusalén y tuvo que huir a Laquis, pero lo persiguieron hasta allá y murió en esa ciudad. 20 Lo trajeron de vuelta a caballo y lo enterraron en Jerusalén junto a sus padres en la ciudad de David.
21 Todo el pueblo de Judá fue donde Azarías, que no tenía más que dieciseis años, y lo proclamaron rey en lugar de su padre Amasías. 22 Reconstruyó Elat y se la devolvió a Judá después que su padre fue a acostarse con sus padres.
Reinado de Jeroboam II en Israel
23 El año quince de Amasías, hijo de Yoás, rey de Judá, pasó a ser rey en Samaría Jeroboam, hijo de Yoás, rey de Is rael. Reinó cuarenta y un años. 24 Hizo lo que es malo a los ojos de Yavé y no se apartó de todos los pecados a que Jero boam, hijo de Nabat había arrastrado a Israel. 25 Fue él quien restableció las fronteras de Israel, desde la entrada de Jamat hasta el mar de Arabá, tal como Yavé, Dios de Israel, lo había dicho por boca de su servidor, el profeta Jonás, hijo de Amitai, que era de Gat-Jefer. 26 Es que Yavé había visto la misérrima situación de Israel: ya no había nadie, ni esclavo ni hombre libre, capaz de ayudar a Israel. 27 Yavé no había decidido todavía borrar el nombre de Israel de debajo de los cielos y lo libró por la mano de Jeroboam, hijo de Yoás.
28 El resto de los hechos de Jeroboam, todo lo que hizo y su valentía, la manera como luchó y reconquistó Damasco y Jamat para Israel, todo eso está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel. 29 Jeroboam se acostó con sus padres y lo enterraron en Samaría junto a los reyes de Israel; en su lugar reinó Zacarías, su hijo.


2 Reyes 15
Reinado de Azarías en Judá

1 Azarías, hijo de Amasías, rey de Judá, comenzó a reinar el año vigésimo séptimo de Jeroboam, rey de Is rael. 2 Tenía dieciseis años cuando subió al trono y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén; su madre se llamaba Jecolías y era de Jerusalén. 3 Hizo lo que es justo a los ojos de Yavé, tal como lo había hecho su padre Amasías. 4 Los Altos Lugares, sin embargo, no desaparecieron, y el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los Altos Lugares. 5 Yavé castigó al rey, quien fue leproso hasta su muerte y tuvo que vivir en una casa aislada; Yotam, el hijo del rey, era el administrador del palacio y gobernaba a la población del país. 6 El resto de los hechos de Azarías, todo lo que hizo, está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá. 7 Azarías se acostó con sus padres y lo enterraron junto a sus padres en la Ciudad de David; en su lugar reinó su hijo Yotam.
Los últimos reyes de Israel
8 El año treinta y ocho de Azarías, rey de Judá, Zacarías, hijo de Jeroboam, pasó a ser rey de Israel en Samaría por seis meses. 9 Hizo lo que es malo a los ojos de Yavé, tal como lo habían hecho sus padres. No se apartó de los pecados a que había arrastrado a Israel Jeroboam, hijo de Nabat. 10 Salum, hijo de Yabés, conspiró contra él: lo asesinó en Jibleam y fue rey en su lugar.
11 El resto de los hechos de Zacarías está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel. 12 Yavé había dicho a Jehú: «Tus hijos se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación». Y eso fue lo que sucedió.
13 Salum, hijo de Jabés, comenzó a reinar el año treinta y nueve de Ozías, rey de Judá. Reinó sólo un mes en Samaría. 14 Menajem, hijo de Gadi, subió desde Tirsa y entró en Samaría, donde asesinó a Salum, hijo de Jabés; después de eso pasó a ser rey en su lugar.
15 El resto de los hechos de Salum y la manera como conspiró, está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel. 16 Después Menajem castigó a Tapúa y a todos sus habitantes, como también a todo su territorio desde Tirsa, porque no le ha bían abierto las puertas; y a todas las mujeres embarazadas les abrió el vientre. 17 Menajem, hijo de Gadi, comenzó a reinar en Israel desde Samaría el año treinta y nueve de Azarías, rey de Judá. Reinó diez años. 18 Hizo lo que es malo a los ojos de Yavé y no se apartó de los pecados a que había arrastrado a Israel Jeroboam hijo de Nabat.
18 En su tiempo, 19 Pul, rey de Asur, invadió el país; Menajem le dio mil talentos de plata para que le proporcionara ayuda y afirmara el poder real en sus manos. 20 Menajem recaudó este dinero en todo Israel: todos los nobles tuvieron que entregar cincuenta monedas de plata por persona para dárselas al rey de Asur. Después de eso el rey de Asur abandonó el país y se volvió. 21 El resto de los hechos de Menajem, todo lo que hizo, está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel. 22 Menajem se acostó con sus padres y en su lugar reinó su hijo Pecajía.
23 Pecajía, hijo de Menajem, empezó a reinar en Israel desde Samaría el año cincuenta de Azarías, rey de Judá. Su reinado duró dos años. 24 Hizo lo que es malo a los ojos de Yavé y no se apartó de los pecados a que Jeroboam, hijo de Nabat, había arrastrado a Israel. 25 Pecaj, hijo de Remalías, su escudero, conspiró contra él y lo asesinó en Samaría, en la torre del palacio real. Había contratado a cincuenta hombres de Galaad para asesinar al rey y reinar en su lugar.
26 El resto de los hechos de Pecajía y todo lo que hizo está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel.
27 Pecaj, hijo de Remalías, comenzó a reinar en Samaría el año cincuenta y dos de Azarías, rey de Judá, y reinó veinte años. 28 Hizo lo que es malo a los ojos de Yavé y no se apartó de los pecados a que había arrastrado a Israel Jeroboam, hijo de Nabat. 29 En tiempo de Pecaj, rey de Israel, Teglat-Falesar, rey de Asur, se apoderó de Iyón, de Abel-Bet-Maacá, de Jamaj, de Quedés, de Jazor, de Galaad y de la Galilea, de todo el territorio de Neftalí, y deportó a Asur a sus habitantes. 30 Oseas, hijo de Elá, tramó entonces una conspiración contra Pecaj, hijo de Remalías; lo asesinó y reinó en su lugar el año veinte de Yotam, hijo de Ozías.
31 El resto de los hechos de Pecaj y todo lo que hizo está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel.
Reinado de Yotam en Judá
32 Yotam, hijo de Ozías, rey de Judá, comenzó a reinar el segundo año de Pecaj, hijo de Remalías, rey de Israel. 33 Tenía veinticinco años cuando subió al trono y reinó dieciseis años en Jerusalén; su madre se llamaba Jerusa y era hija de Sadoc. 34 Hizo lo que es justo a los ojos de Yavé, tal como lo había hecho su padre Ozías; 35 sólo que no desaparecieron los Altos Lugares. El pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los Altos Lugares. El fue quien construyó la Puerta Alta del Templo de Yavé.
36 El resto de los hechos de Yotam, todo lo que hizo, está escrito en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá.
37 En aquellos días, Yavé comenzó a lanzar contra Judá a Razón, rey de Aram, y a Pecaj, hijo de Remalías. 38 Yotam se acostó con sus padres y lo enterraron junto a éstos en la Ciudad de David, su antepasado; en su lugar reinó Ajaz, su hijo.


Proverbios 8,1-21
Llama la sabiduría

1 ¿Quién llama? ¿No es la sabiduría? Esa voz, ¿no es la de la inteligencia?
2 Se detuvo en lo alto, al borde del camino,
2 a la entrada de los senderos que bajan a las casas.
3 Miren cómo llama a las puertas de la ciudad,
3 en las entradas más frecuentadas:
4 «¡A ustedes, humanos, me dirijo,
4 lanzo un llamado a los hijos de los hombres!
5 ¡Aprendan a juzgar, jóvenes immaduros;
5 y sean más reflexivos, ustedes que no piensan!
6 Escúchenme, les diré lo esencial,
6 nada sale de mis labios que no sea exacto.
7 De mi boca brota la verdad,
7 y aborrezco los discursos hipócritas.
8 Todas mis palabras son sinceras,
8 y ninguna dudosa o falsa.
9 El que las capta entiende que son claras;
9 el que busca el saber comprueba su validez.
10 Adquieran mi disciplina antes que el dinero,
10 elijan la ciencia y no el oro.
11 La sabiduría te es más útil que las perlas,
11 ¿qué tesoros podrían pagarla?
12 Yo, la Sabiduría, convivo con el buen juicio
12 y tengo la llave de la ingeniosidad.
13 (Aborrecer el mal es temer a Yavé.)
13 Aborrezco el orgullo y la arrogancia,
13 los caminos que conducen al mal y a la hipocresía.
14 Mío es el buen sentido, y mío el saber práctico,
14 mía la inteligencia y también el poder.
15 Por mí reinan los reyes
15 y sus ministros deciden con justicia.
16 Gracias a mí se mantienen los príncipes,
16 los grandes, y los que gobiernan la tierra.
17 Amo a los que me aman,
17 los que me buscan me encuentran.
18 Junto conmigo encuentran honor y riqueza,
18 fortuna perdurable y prosperidad.
19 Mis frutos aventajan al oro, por más que lo refinen,
19 mis beneficios valen más que la plata.
20 Voy por un camino de rectitud,
20 del que salen senderos de justicia,
21 para colmar de bienes a los que me aman,
21 y rellenar sus bodegas.
:B:22 Yavé me creó —fue el inicio de su obra—
22 antes de todas las criaturas, desde siempre.
23 Fui formada antes de los siglos,
23 desde el comienzo, antes que la tierra.
24 No existían los océanos cuando salí del seno,
24 ni existían las fuentes de los mares.
25 Antes de que fueran cimentadas las montañas,
25 antes que las colinas, yo nací.
26 Yavé no había hecho todavía la tierra ni el campo,
26 ni el suelo fértil de la tierra.
27 Yo ya estaba cuando puso los cielos en su lugar,
27 cuando trazó un círculo en los confines del mundo,
28 cuando formó las nubes en las alturas,
28 y dio la energía a las fuentes del océano,
29 cuando le impuso sus fronteras al mar,
29 un límite que no franquearían sus olas,
29 cuando asentó los cimientos de la tierra.
30 Yo estaba a su lado poniendo la armonía,
30 y día tras día en eso me divertía,
30 y continuamente jugaba en su presencia.
31 Me entretengo con este mundo, con la tierra que ha hecho,
31 y mi gusto es estar con los hijos de Adán.
32 Pues bien, hijos, oíganme:
32 ¡Felices los que siguen mis caminos!
33 ¡Acepten la enseñanza y sean sabios,
33 no la menosprecien!
34 Feliz el que me escucha,
34 que aguarda cada día junto a mi puerta,
34 a la espera, sin apartarse de la entrada.
35 Porque el que da conmigo ha encontrado la vida,
35 sobre él vendrán los favores de Yavé;
36 pero el que me ofende atenta contra su vida,
36 y los que me odian eligieron la muerte.»


2 Corintios 1
1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo saludan a la Iglesia de Dios que está en Corinto y a los santos que viven en toda Acaya.
2 Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús, el Señor.
¡Bendito sea Dios, del que viene todo consuelo!
:3 Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, Padre lleno de ternura, Dios del que viene todo consuelo. 4 El nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios.
5 Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo re-caen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia. 6 Estas pruebas nuestras son para consuelo y salvación de ustedes, y de igual modo nuestro consuelo será consuelo para ustedes cuando tengan que soportar los mismos sufrimientos que ahora padecemos nosotros. 7 Si ustedes comparten nuestros sufrimientos, también compartirán nuestro consuelo; se lo decimos y lo esperamos con mucha firmeza.
8 Hermanos, deseamos que conozcan algo de lo que nos tocó padecer en Asia. Realmente fue tan grande el peso de esa prueba que ya habíamos perdido toda esperanza de salir con vida. 9 Sentimos en nosotros una sentencia de muerte, pero eso fue sólo para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos. 10 El nos libró de ese peligro de muerte tan grande, y nos seguirá protegiendo. En él hemos puesto nuestra esperanza y seguirá amparándonos, 11 siempre que ustedes nos ayuden con sus oraciones. Si son muchos los que piden por nosotros, serán también muchos los que darán gracias a Dios cuando nos toque recibir.
Los proyectos de Pablo
12 Hay algo de lo que nos sentimos orgullosos: nuestra conciencia nos asegura que los motivos de nuestra actuación en este mundo, han sido de Dios, santos y sinceros, especialmente respecto a ustedes. No nos han movido razones humanas, sino la gracia de Dios. 13 En lo que les escribimos no hay segundas intenciones, sino exactamente lo que leen y entienden, y espero que así lo entenderán para el futuro. 14 Seguramente empiezan a comprender que deben sentirse orgullosos de nosotros, como también nosotros nos sentiremos orgullosos de ustedes en el día del Señor Jesús.
15 Con esta seguridad quería ir primero a visitarlos, para que tuvieran dos veces este beneficio. 16 Porque habría partido de su casa para dar la vuelta por Macedonia, y habría pasado nuevamente a su casa al regresar de Macedonia; y en seguida me habrían encaminado hacia Judea. 17 ¿Acaso era una decisión muy apresurada? ¿O era tal vez sólo una decisión humana y en mí se daba al mismo tiempo un no y un sí?
18 Dios sabe que nuestro modo de proceder con ustedes no es sí y no, 19 al igual que el Hijo de Dios, Cristo Jesús, al que tanto yo como Silvano y Timoteo predicamos, no fue sí y no; en él no hubo más que un sí. 20 En él todas las promesas de Dios han llegado a ser un sí, y por eso precisamente decimos «Amén» en su nombre cuando damos gracias a Dios. 21 Y Dios es el que nos da fuerza, a nosotros y a ustedes, para Cristo; él nos ha ungido 22 y nos ha marcado con su propio sello al depositar en nosotros los primeros dones del Espíritu.
Pablo alude a un escándalo
23 Dios sabe, y se lo juro por mi propia vida, que sólo para evitar roces con ustedes decidí no volver a Corinto. 24 No pretendo ser el que controla la fe de la comunidad, sino el que le trae alegría, y hablando de fe, ustedes se mantienen firmes.