DIA 75-Números 14--15 Salmo 77 Hechos 13,1-25



Números 14
La rebelión del pueblo en Cadés
1 Toda la comunidad se puso a lanzar gritos lastimeros, y el pueblo pasó toda la noche llorando. 2 Los israelitas se enojaron con Moisés y Aarón y toda la comunidad les dijo: «¿Por qué no morimos mejor en Egipto? ¿Por qué no morimos mejor en el desierto? 3 ¿Por qué Yavé nos lleva a esa tierra? ¿Para que allí nos maten a espada y para que nuestras mujeres y nuestros niños sean esclavos? ¿No sería mejor para nosotros volver a Egipto?» 4 Y se decían unos a otros: «Elijámonos un jefe y volvamos a Egipto.»
5 Moisés y Aarón se echaron de bruces al suelo en presencia de toda la comunidad de los israelitas. 6 Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, que habían formado parte de los espías, rasgaron sus ropas. 7 Luego se dirigieron a toda la comunidad de los israelitas: «¡El país por donde hemos pasado y que exploramos es bueno! ¡Es una tierra excelente! 8 Si Yavé nos favorece, nos llevará a ese país y nos dará esa tierra que mana leche y miel. 9 Pero no se rebelen contra Yavé! No teman a la población de esa tierra, porque nos la serviremos en bandeja. No tienen esperanza porque Yavé está con nosotros. No les tengan miedo.»
10 La comunidad entera hablaba de tirarles piedras, pero apareció la Gloria de Yavé en la Tienda de las Citas, ante los israelitas.
11 Yavé dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo me va a seguir menospreciando este pueblo? ¿Hasta cuándo va a tener poca confianza en mí después de todos los prodigios que he hecho en medio de él? 12 Quiero mandarles la peste y exterminarlos; luego haré salir de ti una nación más grande y más poderosa que él.»
13 Moisés le dijo a Yavé: «Los egipcios saben muy bien con qué fuerza hiciste salir a este pueblo de en medio de ellos. 14 Se lo han contado a los habitantes de este país. Esta gente sabe que tú estás en medio de tu pueblo, tú Yavé que se le apareciste cara a cara, tú Yavé que estás en medio de ellos en la nube, que caminas delante de ellos en una columna de nube de día y en una columna de fuego de noche. 15 ¿Y ahora quieres que muera este pueblo como un solo hombre?
15 Pero entonces las naciones que oyeron hablar de ti van a decir: 16 Yavé no fue capaz de llevar a ese pueblo a la tierra que había jurado darles, por eso es que los mató en el desierto. 17 ¡Demuestra más bien tu fuerza, mi Señor! Tú has dicho muy bien: 18 Yavé es paciente y rico en misericordia. Soportas la falta y el pecado, pero no dejas pasar la falta, porque el pecado de los padres lo castigas en los hijos, en los nietos y en los bisnietos. 19 Perdona pues el pecado de este pueblo con esa gran misericordia y esa paciencia que has tenido para con él, desde su salida de Egipto hasta el día de hoy.»
20 Yavé respondió: «Ya que tú me lo pides, lo voy a perdonar. 21 Pero tan cierto como que yo vivo y que la Gloria de Yavé llena la tierra 22 que la desgracia caerá sobre esa gente. Porque vieron mi Gloria y mis maravillas, vieron lo que hice en Egipto y en el desierto, y a pesar de eso me tentaron más de diez veces y no me escucharon. 23 Por eso no verán la tierra que prometí a sus padres con juramento; ninguno de los que me menospreciaron la verá. 24 Pero a mi servidor Caleb lo haré entrar a esa tierra a la que ya entró, y se la daré a su posteridad, porque tuvo un espíritu distinto y me siguió sin vacilar. 25 Ahora, como los amalecitas y los cananeos ocupan el valle, den mañana media vuelta y partan para el desierto, camino del mar de los Juncos.»
26 Yavé dijo a Moisés y a Aarón: 27 «¿Hasta cuándo esta comunidad malvada y esta gente van a seguir murmurando contra mí? Porque he oído las murmuraciones, las quejas de los israelitas en mi contra. 28 Diles: Tan cierto como que Yavé es vivo que les voy a tomar la palabra, y así como ustedes acaban de decirlo a mis oídos, 29 sus cadáveres caerán en este desierto. Ustedes se lo han ido toda la vida murmurando contra mí: pues bien, todos los que fueron censados de los veinte años para arriba, 30 no entrarán en la tierra que juré darles. Sólo habrá una excepción para Caleb, hijo de Jefoné y para Josué, hijo de Nun.
31 Quienes entrarán serán sus nietos, de los que decían que serían reducidos a la esclavitud; ellos conocerán la tierra que ustedes menospreciaron. 32 Los cadáveres de ustedes caerán en el desierto, 33 y sus hijos serán nómadas en el desierto durante cuarenta años. Cargarán con el peso de la infidelidad de ustedes hasta que el desierto haya acogido a la totalidad de sus cadáveres.
34 Ustedes emplearon cuarenta días en recorrer el país; pues bien, cada día equivaldrá a un año. Cargarán con el peso de su pecado durante cuarenta años y sabrán lo que es mi cólera. 35 Así es como trataré a esta comunidad malvada que se ha confabulado contra mí. Yo Yavé lo digo: en el desierto desaparecerán, allí morirán.»
36 Esos hombres a los que Moisés había enviado para que exploraran la tierra y que, a su regreso, habían alzado a toda la comunidad en contra de él hablando mal del país, 37 esos hombres que habían criticado a ese país con un mal espíritu, murieron de un golpe en presencia de Yavé. 38 Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, fueron los únicos que sobrevivieron de todos los que habían ido a explorar el país.
39 Cuando Moisés transmitió a los Israelitas todo eso, el pueblo quedó consternado. 40 Muy temprano decidieron subir la montaña, pues decían: «¡Hemos pecado! Tenemos que subir a ese lugar que Yavé nos prometió.» 41 Pero Moisés les dijo: «¿Quieren desobedecer de nuevo las órdenes de Yavé? 42 No tendrán éxito, porque Yavé no está con ustedes; no se expongan pues a los golpes de los enemigos. 43 Los amalecitas y los cananeos están frente a ustedes y perecerán a espada porque se han apartado de Yavé, y Yavé nos los acompañará.» 44 Pero ellos insistieron en subir a la cumbre de la montaña, si bien el Arca de la Alianza y Moisés permanecieron en el campamento. 45 Pero los amalecitas y los cananeos bajaron de sus montañas, los derrotaron y los persiguieron hasta Jorma.



Números 15
MAS LEYES

1 Yavé dijo a Moisés 2 para que se lo repitiera a los Israelitas: Esto será para cuando hayan llegado al país donde van a vivir, el país que les daré. 3 Entonces le ofrecerán a Yavé sacrificios por el fuego, holocaustos o sacrificios de comunión, le ofrecerán sacrificios de agradable olor, de ganado mayor o menor, con ocasión de un voto o de una fiesta, o como ofrendas voluntarias. 4 El que ofrezca un sacrificio a Yavé presentará una ofrenda de un décimo de flor de harina amasada con un cuarto de medida de aceite, 5 y un cuarto de medida de vino para la libación; añadirás esto al holocausto o al sacrificio de cada cordero. 6 Si es un chivo, la ofrenda será de dos décimos de flor de harina amasada con un tercio de medida de aceite, 7 y un tercio de medida de vino para la libación. Ese será un sacrificio de agradable olor para Yavé.
8 Cuando ofrezcas en sacrificio un novillo, ya sea como holocausto, ya sea como sacrificio de comunión o para cumplir un voto o como ofrenda pacífica a Yavé, 9 presentarás, además del novillo, una ofrenda de tres medidas de flor de harina amasada con media medida de aceite, 10 y ofrecerás media medida de vino para la libación. Ese será un sacrificio por el fuego de agradable olor para Yavé.
11 Tendrán que seguir esta norma por cada toro, por cada chivo, por cada cordero o por cada cabrito. 12 Esto será para cada una de las víctimas, no importando su número. 13 Toda persona nacida en el país observará esta norma cuando ofrezca a Yavé un sacrificio por el fuego de agradable olor. 14 Lo mismo vale para el extranjero y para cualquier persona que viva con ustedes: seguirá esta norma igual que ustedes cuando ofrezca a Yavé un sacrificio por el fuego de agradable olor, y esto será de generación en generación.
15 La norma será la misma para toda la comunidad, tanto para ustedes como para el extranjero que vive con ustedes: será una ley perpetua para sus descendientes. Yavé no hará diferencias entre el extranjero y ustedes. 16 Habrá sólo una ley y una norma tanto para ustedes como para el extranjero que vive con ustedes.
17 Yavé dijo a Moisés: 18 «Diles esto a los israelitas: Cuando hayan llegado al país a donde los llevo, 19 y estén ya comiendo del pan de esa tierra, separarán una parte para Yavé. 20 Reservarán una torta que pondrán aparte, como primicia por la masa, igual como lo hacen cuando dejan aparte una porción de la cosecha en la era. 21 Le darán una parte a Yavé de generación en generación; serán las primicias de la masa de ustedes.
22 Supongan que alguien haya pecado por error no obedeciendo a todas las órdenes que Yavé le dio a Moisés; 23 (a todas esas órdenes que Yavé dio para que se observaran en el transcurso del tiempo, y que entregó por boca de Moisés). 24 Si alguien hizo algo por inadvertencia y la comunidad no se dio cuenta de ello, entonces toda la comunidad presentará a Yavé como sacrificio un novillo, para un holocausto de agradable olor, con una oblación y una libación como lo prevé la norma. En seguida presentará un chivo para la expiación. 25 El sacerdote hará entonces la expiación por toda la comunidad de los israelitas y quedará perdonada. Pues habían actuado sin darse cuenta, y por su falta presentaron una ofrenda, un sacrificio por el fuego en honor de Yavé, así como también un sacrificio expiatorio delante de Yavé. 26 De esta manera quedará perdonada tanto la comunidad de los israelitas como el extranjero que vive en medio de ellos, ya que el pueblo pecó por inadvertencia.
27 Si una persona peca sin darse cuenta, ofrecerá como reparación una cabrita de un año. 28 El sacerdote hará la expiación ante Yavé por esa persona, y gracias a esa expiación, quedará perdonada. 29 Ya sea que se trate de un israelita o de un extranjero que viva con ustedes, la ley será la misma por el pecado por inadvertencia.
30 Pero si alguien, israelita o extranjero, peca conscientemente, como con eso insulta a Yavé, será eliminado de su pueblo. 31 Si desprecia la palabra de Yavé y viola su mandamiento, tendrá que ser eliminado, llevando consigo el peso de su pecado.»
Castigo para el que trabaja un día sábado
32 Cuando los israelitas estaban en el desierto, vieron a un hombre recogiendo leña un día sábado. 33 Los que lo encontraron recogiendo leña lo llevaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad. 34 Lo dejaron preso mientras tanto, porque no se sabía lo que se haría con él. 35 Entonces Yavé dijo a Moisés: «A ese hombre hay que darle muerte. Toda la comunidad le lanzará piedras fuera del campamento.» 36 Toda la comunidad lo llevó fuera del campamento y le dieron muerte lanzándole piedras. Murió tal como Yavé se lo había ordenado a Moisés.
37 Yavé dijo a Moisés: 38 «Dirás esto a los israelitas: Háganse flecos en los bordes de sus vestidos, y esto de generación en generación. Pongan en los flecos un hilo de púrpura violeta. 39 Así será sus flecos y cuando los vean, se acordarán de todos los mandamientos de Yavé. De esta manera los pondrán en práctica y no seguirán las malas inclinaciones de su corazón o de sus ojos que los arrastran a la infidelidad. 40 De ese modo se acordarán de todos mis mandamientos, los pondrán en práctica y serán santos delante de su Dios: 41 Yo soy Yavé su Dios, yo los hice salir de Egipto para ser su Dios. ¡Yo soy Yavé su Dios!»



Salmo 77
Recuerdo las hazañas del Señor.

—Con facilidad vemos el pasado más maravilloso de lo que fue; también, con el correr del tiempo, veremos mejor que Dios estuvo presente y activo en el momento actual.
2 En voz alta clamo a Dios, en voz alta para que me escuche.
3 Busqué al Señor en el momento de la prueba, de noche sin descanso hacia él tendí mi mano y mi alma se negó a ser consolada.
4 No me acuerdo de Dios sin que no gima, si medito, una duda acosa mi espíritu.
5 No me permite dormir, me perturbo y me faltan las palabras.
6 Es que pienso en los días de otrora, en los tiempos antiguos...
7 Y me acuerdo y por la noche mi corazón se atormenta, medito y mi espíritu se interroga:
8 ¿Nos rechazará Dios para siempre y no reabrirá el tiempo de sus favores?
9 ¿Ha clausurado su gracia para siempre y encerrado su palabra para el futuro?
10 ¿Se ha olvidado Dios de su compasión o la cólera ha cerrado sus entrañas?
11 Y me dije: «Lo que me traspasa es que ha cambiado la diestra del Altísimo».
12 Recuerdo las hazañas del Señor, recuerdo tus milagros de otros tiempos.
13 En tus obras medito, una a una, y pienso en tus hazañas.
14 ¡Oh Dios, en tus obras todo es santo! ¿Qué dios es tan grande como nuestro Dios?
15 Tú eres el Dios que hace maravillas, tú demuestras tu fuerza entre los pueblos.
16 Por tu brazo a tu pueblo rescataste, a los hijos de Jacob y de José.
17 Oh Dios, las aguas te vieron, te vieron y se estremecieron, y hasta sus honduras enmudecieron.
18 Las nubes descargaron aguaceros, las nubes hicieron oír su voz, mientras tus flechas se arremolinaban.
19 Se oía de tu trueno el retumbar, tus relámpagos el mundo iluminaban, la tierra se asombraba y estremecía.
20 Tu camino cruzaba por el mar, por aguas profundas corrían tus senderos, y nadie supo dar cuenta de tus huellas.
21 Tú guiabas a tu pueblo, a tu rebaño, por la mano de Moisés y de Aarón.



Hechos 13,1-25
Pablo es enviado por la Iglesia

1 En Antioquía, en la Iglesia que estaba allí, había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, llamado el Negro, Lucio de Cirene, Manahem, que se había criado con Herodes, y Saulo.
2 Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: «Sepárenme a Bernabé y a Saulo y envíenlos a realizar la misión para la que los he llamado.» 3 Ayunaron e hicieron oraciones, les impusieron las manos y los enviaron.
Primera misión de Pablo
:4 Enviados por el Espíritu Santo, Bernabé y Saulo bajaron al puerto de Seleucia y de allí navegaron hasta Chipre. 5 Llegados a Salamina, comenzaron a anunciar la Palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan les hacía de asistente.
6 Atravesando toda la isla hasta Pafos, encontraron a un mago judío, un falso profeta llamado Bar-Jesús, 7 que estaba con el gobernador Sergio Paulo, el cual era un hombre muy abierto. Este hizo llamar a Bernabé y Saulo, pues de seaba escuchar la Palabra de Dios, 8 pero el otro ponía trabas. El Elimas (éste era su nombre, que significa el Mago), intentaba apartar al gobernador de la fe.
9 Entonces Saulo, que no es otro que Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijó en él sus ojos 10 y le dijo: «Tú, hijo del diablo, enemigo de todo bien, eres un sinvergüenza y no haces más que engañar. ¿Cuándo terminarás de torcer los rectos caminos del Señor? 11 Pues ahora la mano del Señor va a caer sobre ti, quedarás ciego y no verás la luz del sol por cierto tiempo.» Al instante quedó envuelto en oscuridad y tinieblas, y daba vueltas buscando a alguien que lo llevase de la mano. 12 Al ver lo acontecido, el gobernador abrazó la fe, pues quedó muy impresionado por la doctrina del Señor.
Pablo en la capital de Pisidia
13 Pablo y sus compañeros se embarcaron en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Allí Juan se separó de ellos y regresó a Jerusalén, 14 mientras ellos, dejando Perge, llegaban a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.
15 Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: «Hermanos, si ustedes tienen alguna palabra de aliento para los presentes, hablen.» 16 Pablo, pues, se levantó, hizo señal con la mano pidiendo silencio y dijo:
16 «Hijos de Israel y todos ustedes que temen a Dios, escuchen: 17 El Dios de Israel, nuestro pueblo, eligió a nuestros padres. Hizo que el pueblo se multiplicara durante su permanencia en Egipto, los sacó de allí con hechos poderosos 18 y durante unos cuarenta años los llevó por el desierto. 19 Luego destruyó siete naciones en la tierra de Canaán y les dio su territorio en herencia. 20 Durante unos cuatrocientos cincuenta años les dio jueces, hasta el profeta Samuel. 21 Entonces pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. 22 Pero después Dios lo rechazó y les dio a David, de quien dio este testimonio: Encontré a David, hijo de Jesé, un hombre a mi gusto, que llevará a cabo mis planes.
23 Ahora bien, Dios ha cumplido su promesa: ha hecho surgir de la familia de David un salvador para Israel, ese es Jesús. 24 Antes de que se manifestara, Juan había predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo de conversión. 25 Y cuando estaba para terminar su carrera, Juan declaró: «Yo no soy el que ustedes piensan, pero detrás de mí viene otro al que yo no soy digno de desatarle la sandalia.»