DIA 54.Levítico 1--3 Salmo 56 Mateo 27,51-66



Levítico 1
Sacrificios: el holocausto

1 Yavé llamó a Moisés y le habló así, desde la Tienda de las Citas divinas: «Esto tienes que decir a los hijos de Israel: 2 Cuando alguno de ustedes presente a Yavé una ofrenda de animales, esta ofrenda podrá ser de ganado mayor o menor.
3 Si quiere ofrecer un holocausto, es decir una víctima totalmente quemada, presentará a la entrada de la Tienda de las Citas el macho sin defecto que haya escogido, y así su sacrificio será agradable a Yavé. 4 Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima, y Yavé se la aceptará como expiación de sus pecados. 5 Sacrificará el novillo delante de Yavé y los sacerdotes, hijos de Aarón, ofrecerán la sangre derramándola sobre el altar que está a la entrada de la Tienda de las Citas, y todo en derredor.
6 Entonces desollarán la víctima y la despedazarán; 7 luego los hijos del sa cer dote Aarón pondrán fuego en el altar y colocarán leña sobre el fuego; 8 acomodarán los trozos con la cabeza y las grasas encima de la leña colocada sobre el fuego del altar. 9 Lavarán con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo quemará todo en el altar. Así es el holocausto, y es un sacrificio por el fuego cuyo suave olor apacigua a Yavé.
10 Si alguien ofrece ganado menor, corderos o cabras, también ofrecerá un macho sin defecto. 11 Lo sacrificarán ante Yavé, al lado norte del altar; los sacerdotes derramarán la sangre en el altar y en todo su derredor. 12 Luego lo despedazarán en porciones y el sacerdote lo dispondrá con la cabeza y el sebo encima de la leña colocada sobre el fuego del altar. 13 Lavarán con agua las entrañas y las patas y el sacerdote lo ofrecerá y lo quemará en el altar. Así es el holocausto, y es un sacrificio por el fuego cuyo suave olor apacigua a Yavé.
14 Si se ofrece a Yavé un holocausto de aves, presentarán tórtolas o pichones. 15 El sacerdote presentará la víctima en el altar, le retorcerá la cabeza y la quemará sobre el altar; la sangre la exprimirá sobre la pared del altar. 16 Le quitará el buche y las plumas y los arrojará a las cenizas, al lado oriental del altar. 17 Se abrirá el ave entre las alas, sin partirla. El sacerdote la quemará en el altar encima de la leña colocada sobre el fuego. Así es el holocausto, y es un sacrificio por el fuego cuyo suave olor apacigua a Yavé.»


Levítico 2
La ofrenda

1 «Cuando alguien ofrezca a Yavé una ofrenda, ésta consistirá en flor de harina, sobre la que derramará aceite y pondrá incienso. 2 La llevará a los hijos de Aarón, a los sacerdotes; el sacerdote tomará un puñado de harina con aceite y todo el incienso; luego lo quemará en el altar para que Dios se acuerde de aquel que ofrece. Es un sacrificio por el fuego de calmante aroma para Yavé.
3 El resto de la ofrenda quedará para Aarón y sus hijos; es cosa muy sagrada porque proviene del sacrificio por el fuego para Yavé.
4 Cuando quieras ofrecer alguna masa cocida al horno, será de flor de harina en panes sin levadura amasados con aceite, o en tortas sin levadura untadas de aceite.
5 Si ofreces alguna masa preparada en la parrilla, ésta deberá ser de flor de harina amasada con aceite, sin levadura. 6 La partirás en trozos y le echarás aceite, pues es una ofrenda.
7 Si presentas una ofrenda preparada en sartén, ésta será de flor de harina con aceite. 8 Presentarás al sacerdote dichas ofrendas que llevas a Yavé, para que las presente al altar. 9 El sacerdote reservará parte de la ofrenda para que Dios se acuerde de aquel que ofrece, y la quemará en el altar: es un sacrificio por el fuego de calmante olor para Yavé. 10 El resto de la ofrenda quedará para Aarón y sus hijos, como porción muy sagrada del sacrificio por el fuego para Yavé.
11 No se presentará a Yavé ninguna ofrenda de masa fermentada. No habrá ni levadura ni miel en los sacrificios por el fuego que ofrezcan a Yavé. 12 Se podrán ofrecer a Yavé como primicias, pero no se pondrán en el altar como sacrificios de calmante aroma.
12 En toda ofrenda que presentes, pondrás sal, 13 pues así como la alianza con tu Dios es alianza de sal, también estará la sal en tus ofrendas: todas serán saladas.
14 Si ofreces a Yavé las primicias de tus sembrados, presentarás las espigas tostadas al fuego, o granos nuevos partidos. Así será tu ofrenda de primicias. 15 Echarás por encima aceite e incienso, por ser una ofrenda. 16 El sacerdote quemará en tu nombre parte del grano molido y del aceite, con todo el incienso. Es un sacrificio por el fuego para Yavé.



Levítico 3
El sacrificio de comunión

Cuando alguien ofrezca vacuno como sacrificio de comunión, ya sea macho o hembra, ofrecerá un animal sin defecto. 2 Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará a la entrada de la Tienda de las Citas; y los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre en el altar y en su derredor. 3 Se tomará una parte del sacrificio de comunión y se ofrecerá por el fuego para Yavé: el sebo que cubre las entrañas y todo lo que hay sobre ellas; 4 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, y la telilla del hígado que se separará de los riñones. 5 Los hijos de Aarón quemarán todo esto en el altar encima del holocausto que está sobre la leña puesta al fuego. Será un sacrificio por el fuego de calmante olor para Yavé.
6 Si lo que se ofrece como sacrificio de comunión ante Yavé es de ganado menor, se ofrecerá un animal sin defecto, macho o hembra. 7 Si alguien ofrece un cordero, lo presentará ante Yavé, 8 pondrá su mano sobre la cabeza de su víctima, y luego la degollará a la entrada de la Tienda de las Citas. Los hijos de Aarón derramarán su sangre en el altar y en su derredor. 9 Parte de este sacrificio de comunión será quemada para Yavé: la gordura y la cola entera 10 con los riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, junto con la telilla del hígado que se separará de los riñones. 11 El sacerdote quemará todo esto sobre el altar como sacrificio para Yavé.
12 Si su ofrenda es una cabra, la presentará ante Yavé, 13 pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima y la sacrificará ante la Tienda de las Citas; los hijos de Aarón derramarán su sangre en el altar y alrededor. 14 Presentará parte de ella como sacrificio por el fuego para Yavé: 15 el sebo que cubre las entrañas y el que está encima, con el sebo adherido a ellos y a los lomos, junto con la telilla del hígado. 16 El sacerdote quemará todo esto en el altar, como alimento pasado por el fuego, de calmante olor para Yavé.
17 Toda la grasa pertenece a Yavé. Este es un decreto perpetuo de generación en generación, dondequiera que vivan. No comerán grasa ni sangre.



Salmo 56
El justo no sucumbirá
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—Oración de los millones de oprimidos para quienes no ha brillado la esperanza. «Recogiste, Señor, nuestras lágrimas.»
2 Oh Dios, ten piedad de mí, que me hostigan; me acosan asaltantes todo el día, 3 me hostigan todo el día y miran cómo me debato.
3 ¡Qué numerosos son mis adversarios!
4 En ti pondré, oh Altísimo, mi confianza el día que tenga miedo.
5 Renuevo mi fe en las palabras de Dios, confío en Dios y no temo más: ¿qué me puede hacer un ser de carne?
6 Oigo todo el día palabras hirientes, no piensan más que en hacerme daño.
7 Se agrupan, se ocultan, me siguen el rastro, se lanzan a la caza de mi vida.
8 Después de tanta maldad, que no se escapen, que sobre ellos recaiga, oh Dios, la furia de los paganos.
9 Tu contaste mis disgustos, recogiste mis lágrimas en tu odre.
10 Retrocederán mis enemigos el día que te invoque. Sé muy bien que Dios está conmigo.
11 Mi fe renuevo en las palabras de Dios, tengo fe en la palabra del Señor; 12 confío en Dios y no temo más, ¿qué puede hacerme un hombre?
13 No me olvido, oh Dios, de mis promesas, te ofreceré sacrificios para darte gracias, 14 porque me sacaste de la muerte; no dejaste que diera un paso en falso.
14 En presencia de Dios seguiré caminando a la luz de los vivos.



Mateo 27,51-66
Después de la muerte de Jesús
51 En ese mismo instante la cortina del Santuario se rasgó de arriba abajo, en dos partes. 52 La tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas que habían llegado ya al descanso. 53 Estas salieron de las sepulturas después de la resurrección de Jesús, fueron a la Ciudad Santa y se aparecieron a mucha gente.
54 El capitán y los soldados que custodiaban a Jesús, al ver el temblor y todo lo que estaba pasando, se llenaron de terror y decían: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.»
55 También estaban allí, observándolo todo, algunas mujeres que desde Galilea habían seguido a Jesús para servirlo. 56 Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Sepultan a Jesús
57 Siendo ya tarde, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús. 58 Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y el gobernador ordenó que se lo entregaran. 59 José tomó entonces el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia 60 y lo colocó en el sepulcro nuevo que se había hecho excavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra sobre la entrada del sepulcro y se fue. 61 Mientras tanto, María Magdalena y la otra María estaban allí, sentadas frente al sepulcro.
Aseguran el sepulcro
62 Al día siguiente (el día después de la Preparación de la Pascua), los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron a Pilato 63 y le dijeron: «Señor, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando aún vivía: Después de tres días resucitaré. 64 Ordena, pues, que sea asegurado el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos, roben el cuerpo y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Este sería un engaño más perjudicial que el primero.» 65 Pilato les respondió: «Ahí tienen una guardia. Vayan ustedes y tomen todas las precauciones que crean convenientes.» 66 Ellos, pues, fueron al sepulcro y lo aseguraron. Sellaron la piedra que cerraba la entrada y pusieron guardia.