DIA 329-SANTA BIBLIA EN UN AÑO TEXTO Y AUDIO


SANTA MISA EN LA IMAGEN
329 - DIAS. SANTA BIBLIA
TEXTO Y AUDIO

El Antiguo Testamento
EZEQUIEL C. 31


Capítulo 31
1 En el año undécimo, el primer día del tercer mes, la palabra del Señor me llegó en estos términos:
2 Hijo de hombre, di al Faraón, rey de Egipto, y a todos sus súbditos: ¿A quién te asemejaste por tu grandeza?
3 A un ciprés, a un cedro del Líbano, de hermoso ramaje, de follaje tupido, de altura tan elevada que su copa emerge entre las nubes.
4 Las aguas lo hicieron crecer y el océano subterráneo lo elevó, haciendo correr sus ríos en torno del lugar donde estaba plantado, y enviando sus canales a todos los árboles del campo.
5 Por eso superó en altura a todos los árboles del campo; su ramaje se hizo frondoso y se alargaron sus ramas, regadas por las aguas caudalosas, cuando él echaba sus brotes.
6 En su ramaje anidaban todos los pájaros del cielo; bajo sus ramas tenían cría todas las bestias del campo, y a su sombre se albergaban todas las grandes naciones.
7 Era hermoso por su grandeza, por la envergadura de su copa, porque sus raíces se hundían en las aguas caudalosas.
8 Ningún cedro en el Jardín de Dios podía hacerle sombre; no había entre los cipreses ramas semejantes a las suyas, y ninguno de los plátanos era comparable a su ramaje. Ningún árbol en el Jardín de Dios se le asemejaba en hermosura.
9 Yo lo había embellecido con abundantes ramas, y lo envidiaban todos los árboles del Edén que están en el Jardín de Dios.
10 Por eso, así habla el Señor: Por haberse elevado tan alto, por haber erguido su copa entre las nubes, y por haberse ensoberbecido a causa de su altura,
11 por todo eso, yo lo puse en manos de un jefe de naciones, que lo tratará conforme a su maldad. Yo lo he rechazado,
12 y gente extranjera, las más feroces de las naciones, lo han talado y arrojado por las montañas. Sus ramas cayeron en todos los valles, y su copa se desgajó en los cauces de todos los ríos del país. Todos los pueblos de la tierra se han apartado de su sombra, y lo han abandonado.
13 Sobre su tronco caído se posan todos los pájaros del cielo, y en sus ramas se cobijan todas las bestias del campo,
14 para que ningún árbol plantado junto a las aguas se eleve tan alto ni levante su copa entre las nubes, y para que ningún árbol bien regado intente erguirse hasta ellas con toda su altura. ¡Porque todos están destinados a la muerte, a las regiones profundas, en medio de los seres humanos que bajan a la Fosa!
15 Así habla el Señor: Cuando el cedro de precipitó en el Abismo, yo hice que el océano subterráneo estuviera de duelo a causa de él: lo cerré, contuve sus ríos, y las grandes aguas quedaron detenidas. Vestí de luto al Líbano por causa de él, y todos los árboles del campo languidecieron.
16 Hice temblar a las naciones por el estruendo de su caída, cuando lo precipité en el Abismo, con los que bajan a la Fosa. En las regiones subterráneas se consolaron todos los árboles de Edén, lo más selecto y lo mejor del Líbano, todos los árboles bien regados.
17 También ellos, los que lo auxiliaban y vivían a su sombra en medio de las naciones, bajaron con él al Abismo, donde están las víctimas de la espada.
18 ¡A quién te asemejabas en gloria y en grandeza, entre los árboles de Edén? ¡Y sin embargo has sido precipitado a las regiones subterráneas, con los árboles de Edén! Ahí estás tendido, en medio de incircuncisos, con las víctimas de la espada. Este es el Faraón y todos sus súbditos –oráculo del Señor–.


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El Antiguo Testamento
 EZEQUIEL C. 32


Capítulo 32
1 El año duodécimo, el primer día del duodécimo mes, la palabra del Señor me llegó en estos términos:
2 Hijo de hombre, entona una lamentación sobre el Faraón, rey de Egipto. Tú le dirás: ¡Estás perdido, león de las naciones! Tú, como un dragón en los mares, resoplabas con tus narices, enturbiabas el agua con tus patas y agitabas sus corrientes.
3 Así habla el Señor: Yo tenderé mi red sobre ti en la asamblea de las naciones numerosas y ellas te alzarán con mis redes.
4 Te estrellaré contra el suelo, te arrojaré en pleno campo, y haré que se posen sobre ti todos los pájaros del cielo y que se sacien contigo todas las bestias de la tierra.
5 Pondré tu carne sobre las montañas y llenaré los valles con tus despojos.
6 Regaré la tierra con el flujo de tu sangre hasta la cima de las montañas, y los cauces de los ríos se llenarán de ella.
7 Y cuando te hayas extinguido, yo cubriré los cielos y oscureceré las estrellas, cubriré el sol con una nube y la luna no hará brillar su luz
8 Oscureceré a causa de ti todos los astros luminosos del cielo, y envolveré a tu país en las tinieblas –oráculo del Señor–.
9 Yo afligiré el corazón de muchos pueblos, cuando yo lleve a tus cautivos entre las naciones, a países que tú no conocías.
10 Dejaré consternados por tu causa a pueblos numerosos; se erizarán los cabellos de sus reyes, a causa de ti, cuando levante mi espada contra ellos, y temblarán estremecidos, cada uno por su propia vida, en el día de tu caída.
11 Porque así habla el Señor: La espada del rey de Babilonia te alcanzará
12 Por la espada de guerreros, los más feroces entre las naciones, yo haré caer a tu multitud. Ellos abatirán la soberbia de Egipto y toda su multitud será destruida.
13 Haré perecer todo su ganado del borde de las aguas caudalosas: ya no las enturbiará el pie del hombre ni la pezuña de los animales.
14 Entonces haré que sus aguas queden limpias, y que sus ríos corran como el aceite –oráculo del Señor–.
15 Y cuando convierta a Egipto en una desolación y el país sea despojado de todo lo que lo llena, cuando hiera a todos los que lo habitan, se sabrá que yo soy el señor.
16 Esta es una lamentación que entonarán las hijas de las naciones. La entonarán sobre Egipto y sobre toda su multitud –oráculo del Señor–.
17 El Año duodécimo, el día quince del mes, la palabra del Señor me llegó en estos términos:
18 Hijo de hombre, entona un canto fúnebre sobre la multitud de Egipto y húndela, a ella y a las capitales de las naciones más ilustres, en las regiones más profundas, con los que bajan a la Fosa.
19 ¿Eres tú más privilegiado que otros? ¡Baja y acuéstate con los incircuncisos!
20 Ellos caerán entre las víctimas de la espada. Una espada está dispuesta: ¡arrastren a Egipto y a toda su multitud!
21 Entonces los más fuertes guerreros y sus ayudantes les dirán, desde el medio del Abismo: «¡Han bajado y yacen tendidos los incircuncisos, víctimas de la espada!».
22 Allí está Asiria con toda su asamblea en torno de su tumba, víctimas todos ellos, caídos bajo la espada.
23 Su tumba ha sido puesta en lo más hondo de la Fosa y su asamblea está en torno de su tumba: ¡son todos víctimas, los caídos bajo la espada, los que sembraban el terror por la tierra de los vivientes!
24 Allí está Elaín con toda su multitud en torno de su tumba, víctimas todos ellos, caídos bajo la espada: ¡son los que bajaron incircuncisos a las regiones profundas, los que expandían el terror por la tierra de los vivientes! Ahora cargan con su ignominia, junto con los que bajan a la Fosa.
25 Se le ha puesto un lecho en medio de las víctimas, con toda su multitud en torno de su tumba: son los incircuncisos, víctimas de la espada, porque sembraron el terror por la tierra de los vivientes, Ahora cargan con su ignominia junto con los que bajan a la Fosa, y han sido puestos en medio de las víctimas.
26 Allí están Mésec, Tubal y toda su multitud en torno de su tumba, todos incircuncisos, atravesados por al espada, porque expandieron el terror por la tierra de los vivientes.
27 Ellos no yacen con los héroes caídos antiguamente –con los que bajaron al Abismo con sus armas de guerra, con sus espadas debajo de sus cabezas y sus escudos sobre sus restos– porque el terror de los héroes reinaba en la tierra de los vivientes.
28 Tú, en cambio, yacerás en medio de los incircuncisos, con las víctimas de la espada.
29 Allí está Edom, con sus reyes y todos sus príncipes que, a pesar de su poderío, fueron puestos entre las víctimas de la espada. Ellos yacen entre los incircuncisos, entre los que bajaron a la fosa.
30 Allí están todos los príncipes del Norte y todos los sidonios, que bajaron avergonzados junto con las víctimas, a pesar del terror que inspiraba su bravura, Yacen incircuncisos entre las víctimas de la espada, y cargan con su ignominia junto con los que bajan a la Fosa.
31 El Faraón los verá y se consolará a la vista de toda esa multitud. El Faraón y todo su ejército serán víctimas de la espada –oráculo del Señor–.
32 Sí, yo dejé que sembrara el terror en la tierra de los vivientes, pero yacerá en medio de los incircuncisos, junto con las víctimas de la espada, el Faraón y toda su multitud –oráculo del Señor–.


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El Nuevo Testamento
PRIMERA CARTA
DE SAN PEDRO C. 3


Capítulo 3
1 También las mujeres respeten a su marido, para que si alguno de ellos se resiste a creer en la Palabra, sea convencido sin palabra por la conducta de su mujer,
2 al ver su vida casta y respetuosa.
3 Que su elegancia no sea el adorno exterior –consistente en peinados rebuscados, alhajas de oro y vestidos lujosos–
4 sino la actitud interior del corazón, el adorno incorruptible de un espíritu dulce y sereno. Esto le vale a los ojos de Dios.
5 Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que tenían su esperanza puesta en Dios y respetaban a sus maridos,
6 como por ejemplo, Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ahora ustedes han llegado a ser sus hijas, haciendo el bien y no dejándose inquietar por ninguna clase de temor.
7 Los maridos, a su vez, comprendan que deben compartir su vida con un ser más débil, como es la mujer: trátenla con el respeto debido a coherederas de la gracia que da la Vida. De esa manera, nada será obstáculo para la oración.
8 En fin, vivan todos unidos, compartan las preocupaciones de los demás, ámense como hermanos, sean misericordiosos y humildes.
9 No devuelvan mal por mal, ni injuria por injuria: al contrario, retribuyan con bendiciones, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición.
10 "El que ama la vida y desea gozar de días felices, guarde su lengua del mal y sus labios de palabras mentirosas;
11 apártese del mal y practique el bien; busque la paz y siga tras ella.
12 Porque los ojos del Señor miran al justo y sus oídos están atentos a su plegaria, pero él rechaza a los que hacen el mal".
13 ¿Quién puede hacerles daño si se dedican a practicar el bien?
14 Dichosos ustedes, si tienen que sufrir por la justicia. No teman ni se inquieten;
15 por el contrario, glorifiquen en sus corazones a Cristo, el Señor. Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen.
16 Pero háganlo con suavidad y respeto, y con tranquilidad de conciencia. Así se avergonzarán de sus calumnias todos aquellos que los difaman, porque ustedes se comportan como servidores de Cristo.
17 Es preferible sufrir haciendo el bien, si esta es la voluntad de Dios, que haciendo el mal.
18 Cristo murió una vez por nuestros pecados –siendo justo, padeció por la injusticia– para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu.
19 Y entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban prisioneros,
20 a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos –ocho en total– se salvaron a través del agua.
21 Todo esto es figura del bautismo, por el que ahora ustedes son salvados, el cual no consiste en la supresión de una mancha corporal, sino que es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo,
22 que está a la derecha de Dios, después de subir al cielo y de habérsele sometido los Angeles, las Dominaciones y las Potestades.


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